tag:blogger.com,1999:blog-22556138938597380002024-03-16T11:52:45.590-07:00Un poco de literaturaChttp://www.blogger.com/profile/03091352155698142039noreply@blogger.comBlogger223125tag:blogger.com,1999:blog-2255613893859738000.post-53502051383228010242023-08-27T05:50:00.001-07:002023-08-27T05:53:07.104-07:00Fragmento de "La conquista de la felicidad" de Bertrand Russel <p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"> <span style="background-color: white; color: #050505; font-family: inherit; white-space-collapse: preserve;">"El hábito de pensar por medio de comparaciones es fatal. Cuando ocurre algo agradable, hay que disfrutarlo plenamente, sin pararse a pensar que no es tan grande como alguna otra cosa que le puede ocurrir a algún otro. 'Sí' dirá el envidioso, 'hace un día espléndido y es primavera y los pájaros cantan y las flores se abren, pero tengo entendido que la primavera en Sicilia es mil veces más bella, que los pájaros cantan mil veces mejor en las arboledas del Helicón y que las rosas de Sharon son mucho </span><span style="animation-name: none; background-color: white; color: #050505; font-family: inherit; transition-property: none; white-space-collapse: preserve;"><a style="animation-name: none; color: #385898; cursor: pointer; font-family: inherit; transition-property: none;" tabindex="-1"></a></span><span style="background-color: white; color: #050505; font-family: inherit; white-space-collapse: preserve;">más bonitas que las de mi jardín'. (...) Todas estas comparaciones son absurdas y tontas. (...) En realidad, la envidia es un tipo de vicio en parte moral y en parte intelectual, que consiste en no ver las cosas tal como son, sino en relación con otras".</span></span></p><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="animation-name: none; background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; transition-property: none; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="animation-name: none; font-family: inherit; text-align: justify; transition-property: none;"><span style="font-size: medium;">Russell, B., <u>La conquista de la felicidad</u>, PRH grupo editorial 2023, p. 81.</span></div><div dir="auto" style="animation-name: none; font-family: inherit; text-align: justify; transition-property: none;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div dir="auto" style="animation-name: none; font-family: inherit; text-align: justify; transition-property: none;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEilyrsYfbIWJ-NxB-UmXMlWeMrZbWPHYDDdybFndC9DyOJWKdCjKf84_QZjWMCWk2WkeZxHxVFn4rg6lnkNLmDGi5gMdWdg_RXruKsXrvzpcWLqMrILUGeKCTSYMGGlsQly2YgLBnYNIm1uExcJnOk7_qHdKn42h2YTBOCf0PjntcVe_GP97rd8U2QCOZnp/s800/Bertrand-Russell.webp" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="800" data-original-width="586" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEilyrsYfbIWJ-NxB-UmXMlWeMrZbWPHYDDdybFndC9DyOJWKdCjKf84_QZjWMCWk2WkeZxHxVFn4rg6lnkNLmDGi5gMdWdg_RXruKsXrvzpcWLqMrILUGeKCTSYMGGlsQly2YgLBnYNIm1uExcJnOk7_qHdKn42h2YTBOCf0PjntcVe_GP97rd8U2QCOZnp/s320/Bertrand-Russell.webp" width="234" /></a></div><br /><span style="font-size: medium;"><br /></span></div></div>Chttp://www.blogger.com/profile/03091352155698142039noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2255613893859738000.post-13698746688026314972023-04-08T10:02:00.000-07:002023-04-08T10:02:24.646-07:00Fragmento de "Remedios para la vida" de Francesco Petrarca<p style="text-align: justify;"> RAZÓN: "Si la abundancia de libros pudiese hacer a los hombres sabios y buenos, entonces los más ricos serían los más letrados y los más virtuosos. Pero lo que vemos cada día es lo contrario."</p><p style="text-align: justify;"> GOZO: "Tengo libros que son de gran ayuda para el estudio"</p><p style="text-align: justify;"> RAZÓN: "Asegúrate de que no sean impedimentos. Igual que un número excesivo de soldados impidió a algunos la victoria, así los demasiados libros fueron para muchos un estorbo en su aprendizaje. Es frecuente que de la abundancia nazca la escasez. Si de todos modos consigues muchos libros, no deben ser menospreciados: guárdalos, usa los mejores y ten a mano los que con el tiempo te pueden aprovechar, evitando que te perjudiquen si no es el mejor momento para leerlos."</p><p style="text-align: justify;"> GOZO: "Tengo muchos y muy diversos libros"</p><p style="text-align: justify;"> RAZÓN: "Los muchos caminos a menudo engañan al caminante, y el que iba seguro por un sendero, dudará ante un desvío, y mucho más si topa con tres o con cuatro. Del mismo modo, quien leyendo un solo libro puede hallar gran provecho, quizá revuelva muchos sin obtener ningún fruto. La diversidad estorba a los que estudian; a los que ya saben les basta con poco, y el exceso no es bueno ni para unos ni para otros. Verdad es que los hombros más recios soportan mejor la carga."</p><p style="text-align: justify;"> GOZO: "He reunido gran número de libros excelentes"</p><p style="text-align: justify;"> RAZÓN: "Que yo sepa, nadie alcanzó la excelencia por el número de sus libros. (...) No te precies de tenerlos, sino de entenderlos; no los guardes en tus anaqueles, sino en tu memoria; no en tu biblioteca, sino en tu entendimiento. De otro modo, nadie merecería más la fama que el librero que los vende o el armario que los contiene"</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">pp. 69-70</p>Chttp://www.blogger.com/profile/03091352155698142039noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2255613893859738000.post-30730137150048659332023-04-05T08:45:00.000-07:002023-04-05T08:45:41.377-07:00Fragmento de "Remedios para la vida" de Francesco Petrarca<p style="text-align: justify;"> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgEUDGf_W94zdzBlh9U8Fg_f3hO_BVDWK2toGmk7cGJMB2zoQI2Y8maOXCSvoVN4XWoWVoaKP5sOvcLU8XKgf4y22Pqxcpqv0vNSQl8HXY4VueZk78pYDehzCV-gAOQfttwD5jPuRcQmQ9YaZqda4dKSg1Uez4Fevf1WkbT_57tb5snksf8Vq57Hisk5A/s838/Remedios.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="838" data-original-width="552" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgEUDGf_W94zdzBlh9U8Fg_f3hO_BVDWK2toGmk7cGJMB2zoQI2Y8maOXCSvoVN4XWoWVoaKP5sOvcLU8XKgf4y22Pqxcpqv0vNSQl8HXY4VueZk78pYDehzCV-gAOQfttwD5jPuRcQmQ9YaZqda4dKSg1Uez4Fevf1WkbT_57tb5snksf8Vq57Hisk5A/s320/Remedios.jpg" width="211" /></a></div><p></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">"Y para aquella consolación que imaginas que puede venir de la poesía, bastará como respuesta lo que Horacio pregunta en apenas dos versos: </p><p style="text-align: justify;">'¿Y crees que con estos versos podrás quitarte del corazón las espinas, las cuitas y los afanes?' </p><p style="text-align: justify;">Hablando y cantando se alimenta y se aviva el amor, no se extingue ni se mitiga, de modo que los cantos y poemas que recuerdas no curan, sino que irritan tus heridas.</p><p style="text-align: justify;">(...) Pero en definitiva, entre tantos remedios son muy pocos los que apruebo: cambiar de casa o de lugar, que, si beneficia al cuerpo, también puede beneficiar al alma enferma; evitar y rehuir con diligencia todo lo que te traiga a la memoria el rostro amado; ocupar y distraer el animo con otros pensamientos y desvelos que borren las huellas de la antigua enfermedad."</p><p style="text-align: justify;">pp. 108-109</p>Chttp://www.blogger.com/profile/03091352155698142039noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2255613893859738000.post-29853216432061869912023-04-03T10:24:00.004-07:002023-04-03T10:24:29.443-07:00Fragmento de "Sendino se muere" de Pablo D´ors<p style="text-align: justify;"> "Simplemente haciendo nuestro trabajo con responsabilidad y competencia, capacidad y competencia, la capacidad de alivio que tenemos los sanitarios es inmensa"</p><p style="text-align: justify;"> Es preciso recalcar que, al pensar siempre en su enfermedad como fuente de ayuda a los demás, Sendino rompió milagrosamente ese círculo egocéntrico que caracteriza a la mayor parte de los enfermos. Pensar en el otro cuando se está sufriendo no puede calificarse más que de heroico, a mi modo de ver.</p><p><br /></p><p>Fragmento pp. 48-50</p>Chttp://www.blogger.com/profile/03091352155698142039noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2255613893859738000.post-50909850758511993052023-02-12T11:54:00.001-08:002023-02-12T12:05:17.586-08:00Fragmento de "El mundo en el que vivo" de Helen Keller<p style="text-align: justify;"> Algunas manos, cuando toman las nuestras, sonríen y no caben en sí de alegría. Palpitan y se dilatan llenas de vida. Personas desconocidas han tomado mi mano entre las suyas como si fuera la de una hermana que no habían visto en muchísimo tiempo. </p><p style="text-align: justify;"> (...) Estoy convencida de que no hay manos que puedan compararse con las del médico, por su destreza paciente, su dulzura compasiva y su magnífica certeza. No nos ha de extrañar pues, que Ruskin encuentre en los toques certeros del cirujano la perfección del control y la delicada precisión que el artista debiera emular. Si el médico es un gran hombre, los toques de sus manos sanarán también el alma de sus pacientes. Un amigo mío muy querido, que fue nuestro médico en la salud y en la enfermedad, tenía en las manos este toque mágico de bienestar. Su espíritu alegre y cordial hacía bien a sus pacientes, necesitaran o no medicinas.</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi3X8H_iwmdLGGU9iJnyDCLtsGO-KTUK5jO6im_N9_oxyJq0HHuEPO4HkTAfj8vlNFW4WDkUTJRr1khX3nPMR4cRg9P_OuIyzb_TZz-0GMlSQDPoZQV2rmtH_fK2IAGXtkPkPig2203Y1ZwJfOkBuBofx2BX1LCYX3ERUU8wIzvwpWjEI6SZOX4fT-iIA/s612/hk.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="612" data-original-width="472" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi3X8H_iwmdLGGU9iJnyDCLtsGO-KTUK5jO6im_N9_oxyJq0HHuEPO4HkTAfj8vlNFW4WDkUTJRr1khX3nPMR4cRg9P_OuIyzb_TZz-0GMlSQDPoZQV2rmtH_fK2IAGXtkPkPig2203Y1ZwJfOkBuBofx2BX1LCYX3ERUU8wIzvwpWjEI6SZOX4fT-iIA/w309-h400/hk.jpg" width="309" /></a></div><br /><p style="text-align: justify;"><br /></p><p>Keller, Hellen, <b>El mundo en el que vivo</b>, Atalanta, 2012 España, pp. 26-27.</p>Chttp://www.blogger.com/profile/03091352155698142039noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2255613893859738000.post-79134308522279769852022-12-30T04:01:00.002-08:002022-12-30T04:01:31.392-08:00Fragmento de "El ojo en la mitología" de Juan Eduardo Cirlot<p style="text-align: justify;"> "Sea como fuere, la cuestión es que abundan en extremo las noticias sobre ese conturbador poder de la mirada (...), que algunos seres poseerían incluso contra su voluntad y conocimiento. Es evidente que esta idea se relaciona con la de la acumulación del poder impersonal en determinados objetos, propia de todo animismo. El romano Plinio cuenta en su <u>Historia natural</u> que cerca de las fuentes del Nilo habitaba un animal llamado <i>catoblepas</i>, cuya mirada mataba instantáneamente. (...) El precepto de que lo semejante se cura con lo semejante tiene aquí su más exacta aplicación. Fenicios, sirios, etruscos y cartagineses utilizaban los apotropeos en diversidad de objetos, amuletos, exvotos y talismanes. En Grecia y Roma se llegaron a elaborar teorías para explicar, con relativa ciencia, la naturaleza del fenómeno, que se atribuía a la emanación de imágenes activas, independizadas de su fuente virtual y capaces para obtener efectos a distancia. Según Elworthy, los adornos de los guerreros en el combate, en yelmos, corazas y escudos, no tenían otro objeto sino atraer hacia ellos el aojamiento del enemigo e impedirle así causar un doble daño al que los afrontaba. Vemos en esta teoría cómo un hecho que constituye una profunda verdad psicológica sirve de fundamento a la superstición, pues, realmente, pudo disminuir bastante la agresividad de algunos combatientes por el efecto de la distracción generado por las armas, motes, y divisas del contrario. La elegancia en el vestir, consecuentemente, sería un medio de los tímidos o poseídos de sentimiento de inferioridad para desviar la atención del oponente a su persona, dirigiéndola hacia el traje y el adorno."</p><p><br /></p><p>Fragmento de "El ojo en la mitología" de Juan Eduardo Cirlot, p. 58., Huerga y Fierro Editores. </p>Chttp://www.blogger.com/profile/03091352155698142039noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2255613893859738000.post-36038482317930168472021-02-05T10:42:00.000-08:002021-02-05T10:42:52.359-08:00Fragmento de un poema de Goethe<p style="text-align: center;">"Toda separación significativa genera un átomo de demencia"</p><p style="text-align: center;"><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg7nHXzSL73typ5ERs1KKpeAL80uxDoZUyquJBxjDEAyMnzN2QJjbqoYPb9ccNFOuB_uiiYw3-35D88PAO32v3yI2GwtyQlaTVaiW9CLto7AgxJgem6un5YZrS-L1BRAwpjobo7NacjVLNf/s300/goethe.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="168" data-original-width="300" height="179" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg7nHXzSL73typ5ERs1KKpeAL80uxDoZUyquJBxjDEAyMnzN2QJjbqoYPb9ccNFOuB_uiiYw3-35D88PAO32v3yI2GwtyQlaTVaiW9CLto7AgxJgem6un5YZrS-L1BRAwpjobo7NacjVLNf/w320-h179/goethe.jpg" width="320" /></a></div><br /><p><br /></p>Chttp://www.blogger.com/profile/03091352155698142039noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2255613893859738000.post-40130558268965467952021-01-10T03:16:00.000-08:002021-01-10T03:16:44.595-08:00Fragmento de "Los funerales de Mamá Grande" de Gabriel García Márquez<h3 style="text-align: center;"><b>Un día de estos</b></h3><p style="text-align: justify;"> El lunes amaneció tibio y sin lluvia. Don Aurelio Escovar, dentista sin título y buen
madrugador, abrió su gabinete a las seis. Sacó de la vidriera una dentadura postiza
montada aún en el molde de yeso y puso sobre la mesa un puñado de instrumentos que
ordenó de mayor a menor, como en una exposición. Llevaba una camisa a rayas, sin
cuello, cerrada arriba con un botón dorado, y los pantalones sostenidos con cargadores
elásticos. Era rígido, enjuto, con una mirada que raras veces correspondía a la situación,
como la mirada de los sordos. </p><p style="text-align: justify;"> Cuando tuvo las cosas dispuestas sobre la mesa, rodó la fresa hacia el sillón de
resortes y se sentó a pulir la dentadura postiza. Parecía no pensar en lo que hacía, pero
trabajaba con obstinación, pedaleando en la fresa incluso cuando no se servía de ella. </p><p style="text-align: justify;"> Después de las ocho hizo una pausa para mirar el cielo por la ventana y vio dos
gallinazos pensativos que se secaban al sol en el caballete de la casa vecina. Siguió
trabajando con la idea de que antes del almuerzo volvería a llover. La voz destemplada
de su hijo de once años lo sacó de su abstracción. </p><p style="text-align: justify;">—Papá. </p><p style="text-align: justify;">—Qué. </p><p style="text-align: justify;">—Dice el alcalde que si le sacas una muela. </p><p style="text-align: justify;">—Dile que no estoy aquí. </p><p style="text-align: justify;"> Estaba puliendo un diente de oro. Lo retiró a la distancia del brazo y lo examinó con
los ojos a medio cerrar. En la salita de espera volvió a gritar su hijo. </p><p style="text-align: justify;">—Dice que sí estás porque te está oyendo. </p><p style="text-align: justify;">El dentista siguió examinando el diente. Sólo cuando lo puso en la mesa con los
trabajos terminados, dijo: </p><p style="text-align: justify;">—Mejor. </p><p style="text-align: justify;">Volvió a operar la fresa. De una cajita de cartón donde guardaba las cosas por hacer,
sacó un puente de varias piezas y empezó a pulir el oro. </p><p style="text-align: justify;">—Papá. </p><p style="text-align: justify;">—Qué.
Aún no había cambiado de expresión. </p><p style="text-align: justify;">—Dice que si no le sacas la muela te pega un tiro. </p><p style="text-align: justify;">Sin apresurarse, con un movimiento extremadamente tranquilo, dejó de pedalear en la
fresa, la retiró del sillón y abrió por completo la gaveta inferior de la mesa. Allí estaba el
revólver. </p><p style="text-align: justify;">—Bueno —dijo—. Dile que venga a pegármelo. </p><p style="text-align: justify;"> Hizo girar el sillón hasta quedar de frente a la puerta, la mano apoyada en el borde de
la gaveta. El alcalde apareció en el umbral. Se había afeitado la mejilla izquierda, pero en
la otra, hinchada y dolorida, tenía una barba de cinco días. El dentista vio en sus ojos
marchitos muchas noches de desesperación. Cerró la gaveta con la punta de los dedos y
dijo suavemente: </p><p style="text-align: justify;">—Siéntese. </p><p style="text-align: justify;">—Buenos días —dijo el alcalde. </p><p style="text-align: justify;">—Buenos —dijo el dentista. </p><p style="text-align: justify;"> Mientras hervían los instrumentos, el alcalde apoyó el cráneo en el cabezal de la si-lla
y se sintió mejor. Respiraba un olor glacial. Era un gabinete pobre: una vieja silla de
madera, la fresa de pedal, y una vidriera con pomos de loza. Frente a la silla, una
ventana con un cancel de tela hasta la altura de un hombre. Cuando sintió que el
dentista se acercaba, afirmó los talones y abrió la boca. </p><p style="text-align: justify;"> Don Aurelio Escovar le movió la cara hacia la luz. Después de observar la muela
dañada, ajustó la mandíbula con una cautelosa presión de los dedos. </p><p style="text-align: justify;">—Tiene que ser sin anestesia —dijo. </p><p style="text-align: justify;">—¿Por qué? </p><p style="text-align: justify;">—Porque tiene un absceso. </p><p style="text-align: justify;">El alcalde lo miró en los ojos. </p><p style="text-align: justify;">—Está bien —dijo, y trató de sonreír. El dentista no le correspondió. Llevó a la mesa de
trabajo la cacerola con los instrumentos hervidos y los sacó del agua con unas pinzas
frías, todavía sin apresurarse. Después rodó la escupidera con la punta del zapato y fue a
lavarse las manos en el aguamanil. Hizo todo sin mirar al alcalde. Pero el alcalde no lo
perdió de vista.</p><p style="text-align: justify;"> Era una cordal inferior. El dentista abrió las piernas y apretó la muela con el gatillo
caliente. El alcalde se aferró a las barras de la silla, descargó toda su fuerza en los pies y
sintió un vacío helado en los riñones, pero no soltó un suspiro. El dentista sólo movió la
muñeca. Sin rencor, más bien con una amarga ternura, dijo: </p><p style="text-align: justify;">—Aquí nos paga veinte muertos, teniente. </p><p style="text-align: justify;"> El alcalde sintió un crujido de huesos en la mandíbula y sus ojos se llenaron de
lágrimas. Pero no suspiró hasta que no sintió salir la muela. Entonces la vio a través de
las lágrimas. Le pareció tan extraña a su dolor, que no pudo entender la tortura de sus
cinco noches anteriores. Inclinado sobre la escupidera, sudoroso, jadeante, se
desabotonó la guerrera y buscó a tientas el pañuelo en el bolsillo del pantalón. El dentista
le dio un trapo limpio. </p><p style="text-align: justify;">—Séquese las lágrimas —dijo. </p><p style="text-align: justify;"> El alcalde lo hizo. Estaba temblando. Mientras el dentista se lavaba las manos, vio el
cielo raso desfondado y una telaraña polvorienta con huevos de araña e insectos
muertos. El dentista regresó secándose las manos. </p><p style="text-align: justify;">—Acuéstese —dijo— y haga buches de agua de sal. </p><p style="text-align: justify;"> El alcalde se puso de pie, se
despidió con un displicente saludo militar y se dirigió a la puerta estirando las piernas, sin
abotonarse la guerrera. </p><p style="text-align: justify;">—Me pasa la cuenta —dijo. </p><p style="text-align: justify;">—¿A usted o al municipio? </p><p style="text-align: justify;">El alcalde no lo miró. Cerró la puerta, y dijo, a través de la red metálica: </p><p style="text-align: justify;">—Es la misma vaina.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">Márquez, G. G., <b>Los funerales de Mamá Grande</b>, Bruguera editorial, pp. 19-23.</p>Chttp://www.blogger.com/profile/03091352155698142039noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2255613893859738000.post-79469423586259465082021-01-02T06:46:00.002-08:002021-01-02T06:47:19.199-08:00Fragmento de "Historia de Cristo" de Papini<p style="text-align: justify;"> "Y ya tenemos en acción a un equipo de iluminadores y adornistas del espíritu lanzados a fabricar religiones para el consumo de los irreligiosos. Durante todo el siglo XIX las fueron sacando del horno a pares y a medias docenas. La religión de la Verdad, del Espíritu, del Proletariado, del Héroe, de la Humanidad, de la Patria, del Imperio, de la Razón, de la Belleza, de la Naturaleza, de la Solidaridad, de la Fuerza, de la Acción, de la Paz, del Dolor, de la Piedad, del Yo, del Porvenir y otras por el estilo. Las había que no eran otra cosa que reajustes del Cristianismo sin Dios; aunque, por lo general, se trataba de sistemas políticos y filosóficos que intentaban convertirse en místicas. (...) Entonces se intentó barajar unos facsímiles de religión que tuviesen, en mayor cantidad que aquellas otras, lo que el hombre busca en la religión. Los francmasones, los espiritistas, los teósofos, los ocultistas, los ciencia-cristianos, creyeron haber dado con el sustitutivo del Cristianismo. Pero tales guisados insulsos de supersticiones mohosas y de cabalística agusanada, de simbolismo simiesco y de agrio humanitarismo; tales remiendos toscos del budismo de exportación y del cristianismo fraudulento solo proporcionaron satisfacción a algunos millares (....).</p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEit04c1wPNuYVgZMnDeZpXGedLuue75ZOM6YOCt1h56tVyhCBmvgpqn6YU_5k13wI9uF0KooJYW4OA1jkasB66Cg3C0aY0fSrI2tRLafMeiHUZyan97igbMg69RADabmZiUQo8lpnrMiznA/s1600/Papini.jpg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="777" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEit04c1wPNuYVgZMnDeZpXGedLuue75ZOM6YOCt1h56tVyhCBmvgpqn6YU_5k13wI9uF0KooJYW4OA1jkasB66Cg3C0aY0fSrI2tRLafMeiHUZyan97igbMg69RADabmZiUQo8lpnrMiznA/w155-h320/Papini.jpg" width="155" /></a></div><p></p><p style="text-align: justify;"> Afirman que Cristo es el profeta de los débiles cuando, por el contrario, viene a dar fuerzas a los languidecientes y a elevar a los pisoteados por encima de los reyes. Aseguran que es la suya una religión de enfermos y de moribundos, cuando, por el contrario, cura a los dolientes y resucita a los que duermen. Aseguran que va contra la vida, y la realidad es que vence a la muerte; que es el Dios de la tristeza, y la realidad es que exhorta a los suyos a la alegría y promete a sus amigos un festín eterno de gozo. Aseguran que ha traído al mundo la renuncia y la mortificación, y, lejos de eso, mientras perteneció al mundo de los vivos, comía y bebía, se dejaba perfumar los pies y los cabellos, y le causaban enfado los ayunos hipócritas y las penitencias vanidosas. Muchos lo han abandonado porque jamás lo conocieron. A estos, de manera especial, desearía ayudar este libro."</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">Papini, G., <b>Historia de Cristo</b>, Tomo IV de obras completas, pp.14-29, Aguilar.</p>Chttp://www.blogger.com/profile/03091352155698142039noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2255613893859738000.post-57475037721012150532020-12-26T06:29:00.000-08:002020-12-26T06:29:18.301-08:00Fragmento de "Una temporada en el infierno" de Arthur Rimbaud<p style="text-align: justify;"> "Me convertí en una ópera fabulosa. Vi que todos los seres tienden fatalmente a la felicidad: la acción no es la vida, sino una manera de estropear alguna fuerza, algún nerviosismo. La moral es la debilidad del cerebro."</p><p><br /></p><p>Rimbaud, A., <b>Una temporada en el infierno/Iluminaciones</b>, p. 69, Alianza.</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjJPhCOCy_VSw6E03DcL0RYduLX8zXDF-HjsE94lByeWTp-3bOcad69iRqz9wzHwYRT6N5kPekbdweoWxpo9Cszw6TnaSKDzGoteixuWLen7gUQzqVFVZm8efpweIGvdzWXWOmUEGnPhj_8/s591/RIMBAUD-POETA-AFRICA-591x307.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="307" data-original-width="591" height="208" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjJPhCOCy_VSw6E03DcL0RYduLX8zXDF-HjsE94lByeWTp-3bOcad69iRqz9wzHwYRT6N5kPekbdweoWxpo9Cszw6TnaSKDzGoteixuWLen7gUQzqVFVZm8efpweIGvdzWXWOmUEGnPhj_8/w400-h208/RIMBAUD-POETA-AFRICA-591x307.jpg" width="400" /></a></div><br /><p><br /></p>Chttp://www.blogger.com/profile/03091352155698142039noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2255613893859738000.post-84998727567259210412020-12-15T02:51:00.001-08:002020-12-15T02:51:11.991-08:00Fragmento de "El imperio bizantino" de Norman Hepburn Baynes<p style="text-align: justify;"> "La maravilla de la hacienda bizantina es, sobre todo, su estabilidad (...). 'En el período de ochocientos años -escribe Gelzer- que va desde Diocleciano hasta Alejo Comneno, el gobierno romano nunca se vio obligado a declararse en bancarrota o a suspender pagos. Ni el mundo antiguo ni el moderno pueden ofrecer un fenómeno que pueda parangonarse completamente a este. Esa prodigiosa estabilidad de la política financiera romana aseguró al bizantino su circulación universal. Debido a su peso completo pasó por todas la naciones vecinas como un medio válido de cambio. Gracias a su moneda, Bizancio controló lo mismo al mundo civilizado que al mundo bárbaro'".</p><p style="text-align: justify;"> -Baynes, N. H., <b>El imperio bizantino</b>, FCE, p. 107.</p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiBW1mLYE58p-HJ_gXLlxHnLjt5LcT7FpnYGuKObgqTEkYloVUV9j2K6DTd85VLYYFxL4E7pSgVXz1mUUYzuJjhm6dDXxRdJQS_uVrXQSTkutBqTrxI1MMfMA1omDr3UGT5MtgH7ElESuxz/s667/Juan+II+Comneno+e+Irene+de+Hungr%25C3%25ADa.+Autor+Antoine+Helbert.png" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="667" data-original-width="500" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiBW1mLYE58p-HJ_gXLlxHnLjt5LcT7FpnYGuKObgqTEkYloVUV9j2K6DTd85VLYYFxL4E7pSgVXz1mUUYzuJjhm6dDXxRdJQS_uVrXQSTkutBqTrxI1MMfMA1omDr3UGT5MtgH7ElESuxz/w480-h640/Juan+II+Comneno+e+Irene+de+Hungr%25C3%25ADa.+Autor+Antoine+Helbert.png" width="480" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Juan II Comneno e Irene de Hungría. Autor Antoine Helbert</td></tr></tbody></table><br />Chttp://www.blogger.com/profile/03091352155698142039noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2255613893859738000.post-59443465664552574292020-11-30T15:21:00.001-08:002020-11-30T15:21:55.044-08:00Gaston Bussière (1862-1928)<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEid77VGBNkUMh1Q2rGVXFdLV6ex9a_8fTcuAjN0m9p-Cmv_IrboF1ejw3yXvAtJ7MQ0_1KiazaqTSMPZ-bgWXFrb-ThYDtecuaFhH2nktP6mS1HNEp79yXtUiihS40ie74qRAXGGcyXj8nf/s1024/Gaston+Bussiere+0.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1024" data-original-width="585" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEid77VGBNkUMh1Q2rGVXFdLV6ex9a_8fTcuAjN0m9p-Cmv_IrboF1ejw3yXvAtJ7MQ0_1KiazaqTSMPZ-bgWXFrb-ThYDtecuaFhH2nktP6mS1HNEp79yXtUiihS40ie74qRAXGGcyXj8nf/w366-h640/Gaston+Bussiere+0.jpg" width="366" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh6puEKbq4Fz7VKXjBbxel8rWQISfvM3GNNQdqw_8vyDu0FGLQrakiNJaHvxVoycSIbbPEo79phh9O9IkWcIWJZXQwK5F2jXCKqg3q0mBP1ePU8HFRefl3M6_kbFfokmKyEYaWlETy0YB9x/s640/Gaston+Bussiere+%25281%2529.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="460" data-original-width="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh6puEKbq4Fz7VKXjBbxel8rWQISfvM3GNNQdqw_8vyDu0FGLQrakiNJaHvxVoycSIbbPEo79phh9O9IkWcIWJZXQwK5F2jXCKqg3q0mBP1ePU8HFRefl3M6_kbFfokmKyEYaWlETy0YB9x/s16000/Gaston+Bussiere+%25281%2529.jpg" /></a></div><br /><p></p>Chttp://www.blogger.com/profile/03091352155698142039noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2255613893859738000.post-9034604653419471762020-11-25T03:20:00.002-08:002020-11-25T13:17:48.288-08:00Fragmento de "La montaña de los siete círculos"<p style="text-align: justify;"> En su momento hice una promesa en una reseña antigua. Puesto que ya no hago reseñas la cumplo parcialmente. Dejo el link del libro que comenté <a href="http://unpocodeliteraturacompartida.blogspot.com/2012/11/el-zen-y-los-pajaros-del-deseo.html" target="_blank">AQUÍ</a></p><p style="text-align: justify;">-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------</p><p style="text-align: justify;"> "¿Cómo pudo ser que, habiéndose reunido las heces del mundo en la Europa occidental, habiéndose mezclado el godo, el franco, el normando y el lombardo con la podredumbre de la vieja Roma para formar un mosaico de razas híbridas, todas ellas notables por la ferocidad, el odio, la estupidez, la insidia, la codicia y la brutalidad... cómo pudo suceder que, de todo esto, salieran el canto gregoriano, los monasterios y las catedrales, los poemas de Prudencio, los comentarios e historias de Bede, las <i>Moralia </i>de Greforio Magno, la <i>Ciudad de Dios</i> de San Agustín, los sermones sobre los <i>Cánticos</i> de San Bernardo, la poesía de Caedmon y Cynewulfy, Lagland y Dante, la <i>Summa </i>de Santo Tomás y la <i>Oxionense </i>de Duns Scoto? (P. 33)</p><p style="text-align: justify;">---------------------------------</p><p style="text-align: justify;"> Cuando pude un día descubrir la clave de Blake, en su rebelión contra el literalismo y naturalismo en el arte, vi que su <i>Libros proféticos</i> y sus demás versos sueltos representaban una rebelión contra el naturalismo en el orden moral también.</p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjOSv1mnwkzHAG3_9KGH9MYH5cx6Njg8M76SfaMCVbhXiQOfkYIXi4jLSUh27MGx8eJHBKEYmSNpiT9i31S88qhXMQj6pQQdbI6lDzZQPs3OD9jxdHZ61kmF1hEOHBy6JPz9clvK9uTzHSA/s273/Merton.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="273" data-original-width="190" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjOSv1mnwkzHAG3_9KGH9MYH5cx6Njg8M76SfaMCVbhXiQOfkYIXi4jLSUh27MGx8eJHBKEYmSNpiT9i31S88qhXMQj6pQQdbI6lDzZQPs3OD9jxdHZ61kmF1hEOHBy6JPz9clvK9uTzHSA/w278-h400/Merton.jpg" width="278" /></a></div> ¡Qué revelación fue esa! Pues a los dieciséis años me había imaginado que Blake, como los otros románticos, glorificaba la pasión, la energía natural por sí mismas. ¡Lejos de eso! Lo que glorificaba él era la transfiguración del amor natural del hombre, sus facultades naturales, en los fuegos purificadores de la experiencia mística, y que, implica una purificación ardua y total, por la fe, el amor y el deseo, lejos de todo el materialismo mezquino, lugar común e ideales terrenales de sus amigos racionalistas.<p></p><p style="text-align: justify;"> Blake, en su arrolladora lógica, había desplegado una perspicacia moral que acababa con todas las falsas distinciones de una moralidad mundana e interesada. Por eso veía él que, en la legislación de los hombres, algunos males habían de ser condenados; y las normas del orgullo o codicia se habían establecido en el tribunal para pronunciar una acusación abrumadora e inhumana contra todos los esfuerzos sanos normales de la naturaleza humana. El amor estaba fuera de la ley (...).</p><p style="text-align: justify;"> Yo, que siempre había sido antinaturalista en el arte, había sido un naturalista puro en el orden moral. No es raro que mi alma estuviera enferma y desgarrada; pero ahora la herida sangrante se cicatrizaba (...).</p><p style="text-align: justify;"> (P. 207)</p><p style="text-align: justify;"><br /></p>Chttp://www.blogger.com/profile/03091352155698142039noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2255613893859738000.post-6477103031129563762020-11-22T16:35:00.007-08:002020-11-24T13:00:33.963-08:00"La última noche del mundo" de Ray Brabdury<p style="text-align: justify;"> <span style="background-color: white; color: #050505; font-family: inherit; font-size: 15px; white-space: pre-wrap;">¿Qué harías si supieras que esta es la última noche del mundo?</span></p><div class="o9v6fnle cxmmr5t8 oygrvhab hcukyx3x c1et5uql ii04i59q" style="animation-name: none; background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; transition-property: none; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="animation-name: none; font-family: inherit; text-align: justify; transition-property: none;">–¿Qué haría? ¿Lo dices en serio?</div></div><div class="o9v6fnle cxmmr5t8 oygrvhab hcukyx3x c1et5uql ii04i59q" style="animation-name: none; background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; transition-property: none; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="animation-name: none; font-family: inherit; text-align: justify; transition-property: none;">–Sí, en serio.</div></div><div class="o9v6fnle cxmmr5t8 oygrvhab hcukyx3x c1et5uql ii04i59q" style="animation-name: none; background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; transition-property: none; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="animation-name: none; font-family: inherit; text-align: justify; transition-property: none;">–No sé. No lo he pensado.</div></div><div class="o9v6fnle cxmmr5t8 oygrvhab hcukyx3x c1et5uql ii04i59q" style="animation-name: none; background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; transition-property: none; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="animation-name: none; font-family: inherit; text-align: justify; transition-property: none;">El hombre se sirvió un poco más de café. En el fondo del vestíbulo las niñas jugaban sobre la alfombra con unos cubos de madera, bajo la luz de las lámparas verdes. En el aire de la tarde había un suave y limpio olor a café tostado.</div></div><div class="o9v6fnle cxmmr5t8 oygrvhab hcukyx3x c1et5uql ii04i59q" style="animation-name: none; background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; transition-property: none; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="animation-name: none; font-family: inherit; text-align: justify; transition-property: none;">–Bueno, será mejor que empieces a pensarlo.</div></div><div class="o9v6fnle cxmmr5t8 oygrvhab hcukyx3x c1et5uql ii04i59q" style="animation-name: none; background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; transition-property: none; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="animation-name: none; font-family: inherit; text-align: justify; transition-property: none;">–¡No lo dirás en serio!</div></div><div class="o9v6fnle cxmmr5t8 oygrvhab hcukyx3x c1et5uql ii04i59q" style="animation-name: none; background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; transition-property: none; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="animation-name: none; font-family: inherit; text-align: justify; transition-property: none;">El hombre asintió.</div></div><div class="o9v6fnle cxmmr5t8 oygrvhab hcukyx3x c1et5uql ii04i59q" style="animation-name: none; background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; transition-property: none; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="animation-name: none; font-family: inherit; text-align: justify; transition-property: none;">–¿Una guerra?</div></div><div class="o9v6fnle cxmmr5t8 oygrvhab hcukyx3x c1et5uql ii04i59q" style="animation-name: none; background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; transition-property: none; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="animation-name: none; font-family: inherit; text-align: justify; transition-property: none;">El hombre negó con la cabeza.</div></div><div class="o9v6fnle cxmmr5t8 oygrvhab hcukyx3x c1et5uql ii04i59q" style="animation-name: none; background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; transition-property: none; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="animation-name: none; font-family: inherit; text-align: justify; transition-property: none;">–¿Ni la bomba atómica o la de hidrógeno?</div></div><div class="o9v6fnle cxmmr5t8 oygrvhab hcukyx3x c1et5uql ii04i59q" style="animation-name: none; background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; transition-property: none; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="animation-name: none; font-family: inherit; text-align: justify; transition-property: none;">–No.</div></div><div class="o9v6fnle cxmmr5t8 oygrvhab hcukyx3x c1et5uql ii04i59q" style="animation-name: none; background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; transition-property: none; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="animation-name: none; font-family: inherit; text-align: justify; transition-property: none;">–¿Una guerra bacteriológica?</div></div><div class="o9v6fnle cxmmr5t8 oygrvhab hcukyx3x c1et5uql ii04i59q" style="animation-name: none; background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; transition-property: none; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="animation-name: none; font-family: inherit; text-align: justify; transition-property: none;">–Nada de eso –dijo el hombre, revolviendo suavemente el café–. Solo, digamos, un libro que se cierra.</div></div><div class="o9v6fnle cxmmr5t8 oygrvhab hcukyx3x c1et5uql ii04i59q" style="animation-name: none; background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; transition-property: none; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="animation-name: none; font-family: inherit; text-align: justify; transition-property: none;">–Creo que no entiendo.</div></div><div class="o9v6fnle cxmmr5t8 oygrvhab hcukyx3x c1et5uql ii04i59q" style="animation-name: none; background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; transition-property: none; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="animation-name: none; font-family: inherit; text-align: justify; transition-property: none;">–No. Ni yo, para serte sincero. Solo es un presentimiento. A veces me asusta. A veces no siento ningún miedo, solo una cierta paz –miró a las niñas y los cabellos amarillos que brillaban a la luz de la lámpara–. No te lo he dicho. Ocurrió por vez primera hace cuatro noches.</div></div><div class="o9v6fnle cxmmr5t8 oygrvhab hcukyx3x c1et5uql ii04i59q" style="animation-name: none; background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; transition-property: none; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="animation-name: none; font-family: inherit; text-align: justify; transition-property: none;">–¿Qué?</div></div><div class="o9v6fnle cxmmr5t8 oygrvhab hcukyx3x c1et5uql ii04i59q" style="animation-name: none; background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; transition-property: none; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="animation-name: none; font-family: inherit; text-align: justify; transition-property: none;">–Un sueño. Soñé que todo iba a terminar. Me lo decía una voz. Una voz irreconocible, pero una voz de todos modos. Y me decía que todo iba a detenerse en la Tierra. No pensé mucho en ese sueño al día siguiente, pero fui a la oficina y a media tarde sorprendí a Stan Willis mirando por la ventana, y le pregunté: “¿Qué piensas, Stan?”, y él me dijo: “Tuve un sueño anoche”. Antes de que me lo contara yo ya sabía qué sueño era ese. Podía habérselo dicho. Pero dejé que me lo contara.</div></div><div class="o9v6fnle cxmmr5t8 oygrvhab hcukyx3x c1et5uql ii04i59q" style="animation-name: none; background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; transition-property: none; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="animation-name: none; font-family: inherit; text-align: justify; transition-property: none;">–¿Era el mismo sueño?</div></div><div class="o9v6fnle cxmmr5t8 oygrvhab hcukyx3x c1et5uql ii04i59q" style="animation-name: none; background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; transition-property: none; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="animation-name: none; font-family: inherit; text-align: justify; transition-property: none;">–Idéntico. Le dije a Stan que yo había soñado lo mismo. No pareció sorprenderse. Al contrario, se tranquilizó. Luego nos pusimos a pasear por la oficina, sin darnos cuenta. No fue planeado. Caminamos por nuestra cuenta, cada uno por su lado, y en todas partes vimos gentes con los ojos clavados en los escritorios o que se observaban las manos o que miraban la calle. Hablé con algunos. Stan hizo lo mismo.</div></div><div class="o9v6fnle cxmmr5t8 oygrvhab hcukyx3x c1et5uql ii04i59q" style="animation-name: none; background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; transition-property: none; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="animation-name: none; font-family: inherit; text-align: justify; transition-property: none;">–¿Y todos habían soñado?</div></div><div class="o9v6fnle cxmmr5t8 oygrvhab hcukyx3x c1et5uql ii04i59q" style="animation-name: none; background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; transition-property: none; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="animation-name: none; font-family: inherit; text-align: justify; transition-property: none;">–Todos. El mismo sueño, exactamente.</div></div><div class="o9v6fnle cxmmr5t8 oygrvhab hcukyx3x c1et5uql ii04i59q" style="animation-name: none; background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; transition-property: none; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="animation-name: none; font-family: inherit; text-align: justify; transition-property: none;">–¿Crees que será cierto?</div></div><div class="o9v6fnle cxmmr5t8 oygrvhab hcukyx3x c1et5uql ii04i59q" style="animation-name: none; background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; transition-property: none; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="animation-name: none; font-family: inherit; text-align: justify; transition-property: none;">–Sí, nunca he estado más seguro.</div></div><div class="o9v6fnle cxmmr5t8 oygrvhab hcukyx3x c1et5uql ii04i59q" style="animation-name: none; background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; transition-property: none; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="animation-name: none; font-family: inherit; text-align: justify; transition-property: none;">–¿Y para cuándo terminará? El mundo, quiero decir.</div></div><div class="o9v6fnle cxmmr5t8 oygrvhab hcukyx3x c1et5uql ii04i59q" style="animation-name: none; background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; transition-property: none; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="animation-name: none; font-family: inherit; text-align: justify; transition-property: none;">–Para nosotros, en algún momento durante la noche. A medida que la noche vaya avanzando alrededor del mundo, llegará el fin también para el resto. Tardará veinticuatro horas.</div></div><div class="o9v6fnle cxmmr5t8 oygrvhab hcukyx3x c1et5uql ii04i59q" style="animation-name: none; background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; transition-property: none; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="animation-name: none; font-family: inherit; text-align: justify; transition-property: none;">Durante un rato no tocaron el café. Luego levantaron lentamente las tazas y bebieron mirándose a los ojos.</div></div><div class="o9v6fnle cxmmr5t8 oygrvhab hcukyx3x c1et5uql ii04i59q" style="animation-name: none; background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; transition-property: none; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="animation-name: none; font-family: inherit; text-align: justify; transition-property: none;">–¿Merecemos esto? –preguntó la mujer.</div></div><div class="o9v6fnle cxmmr5t8 oygrvhab hcukyx3x c1et5uql ii04i59q" style="animation-name: none; background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; transition-property: none; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="animation-name: none; font-family: inherit; text-align: justify; transition-property: none;">–No se trata de merecerlo o no. Es así, simplemente. Tú misma no has tratado de negarlo. ¿Por qué?</div></div><div class="o9v6fnle cxmmr5t8 oygrvhab hcukyx3x c1et5uql ii04i59q" style="animation-name: none; background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; transition-property: none; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="animation-name: none; font-family: inherit; text-align: justify; transition-property: none;">–Creo tener una razón.</div></div><div class="o9v6fnle cxmmr5t8 oygrvhab hcukyx3x c1et5uql ii04i59q" style="animation-name: none; background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; transition-property: none; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="animation-name: none; font-family: inherit; text-align: justify; transition-property: none;">–¿La que tenían todos los demás en la oficina?</div></div><div class="o9v6fnle cxmmr5t8 oygrvhab hcukyx3x c1et5uql ii04i59q" style="animation-name: none; background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; transition-property: none; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="animation-name: none; font-family: inherit; text-align: justify; transition-property: none;">La mujer asintió.</div></div><div class="o9v6fnle cxmmr5t8 oygrvhab hcukyx3x c1et5uql ii04i59q" style="animation-name: none; background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; transition-property: none; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="animation-name: none; font-family: inherit; text-align: justify; transition-property: none;">–No quise decirte nada. Fue anoche. Y hoy las vecinas hablaban de eso entre ellas. Todas soñaron lo mismo. Pensé que era solo una coincidencia –la mujer levantó de la mesa el diario de la tarde–. Los periódicos no dicen nada.</div></div><div class="o9v6fnle cxmmr5t8 oygrvhab hcukyx3x c1et5uql ii04i59q" style="animation-name: none; background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; transition-property: none; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="animation-name: none; font-family: inherit; text-align: justify; transition-property: none;">–Todo el mundo lo sabe. No es necesario –el hombre se reclinó en su silla mirándola–. ¿Tienes miedo?</div></div><div class="o9v6fnle cxmmr5t8 oygrvhab hcukyx3x c1et5uql ii04i59q" style="animation-name: none; background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; transition-property: none; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="animation-name: none; font-family: inherit; text-align: justify; transition-property: none;">–No. Siempre he pensado que tendría mucho miedo, pero no.</div></div><div class="o9v6fnle cxmmr5t8 oygrvhab hcukyx3x c1et5uql ii04i59q" style="animation-name: none; background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; transition-property: none; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="animation-name: none; font-family: inherit; text-align: justify; transition-property: none;">–¿Dónde está ese instinto de autoconservación del que tanto se habla?</div></div><div class="o9v6fnle cxmmr5t8 oygrvhab hcukyx3x c1et5uql ii04i59q" style="animation-name: none; background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; transition-property: none; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="animation-name: none; font-family: inherit; text-align: justify; transition-property: none;">–No lo sé. Nadie se exalta demasiado cuando todo es lógico. Y esto es lógico. De acuerdo con nuestras vidas, no podía pasar otra cosa.</div></div><div class="o9v6fnle cxmmr5t8 oygrvhab hcukyx3x c1et5uql ii04i59q" style="animation-name: none; background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; transition-property: none; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="animation-name: none; font-family: inherit; text-align: justify; transition-property: none;">–No hemos sido tan malos, ¿no es cierto?</div></div><div class="o9v6fnle cxmmr5t8 oygrvhab hcukyx3x c1et5uql ii04i59q" style="animation-name: none; background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; transition-property: none; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="animation-name: none; font-family: inherit; text-align: justify; transition-property: none;">–No, pero tampoco demasiado buenos. Me parece que es eso. No hemos sido casi nada, excepto nosotros mismos, mientras que casi todos los demás han sido muchas cosas, muchas cosas abominables.</div></div><div class="o9v6fnle cxmmr5t8 oygrvhab hcukyx3x c1et5uql ii04i59q" style="animation-name: none; background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; transition-property: none; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="animation-name: none; font-family: inherit; text-align: justify; transition-property: none;">En el vestíbulo, las niñas se reían.</div></div><div class="o9v6fnle cxmmr5t8 oygrvhab hcukyx3x c1et5uql ii04i59q" style="animation-name: none; background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; transition-property: none; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="animation-name: none; font-family: inherit; text-align: justify; transition-property: none;">–Siempre creí que cuando esto ocurriera la gente comenzaría a gritar en las calles.</div></div><div class="o9v6fnle cxmmr5t8 oygrvhab hcukyx3x c1et5uql ii04i59q" style="animation-name: none; background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; transition-property: none; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="animation-name: none; font-family: inherit; text-align: justify; transition-property: none;">–Pues no. La gente no grita ante la realidad de las cosas.</div></div><div class="o9v6fnle cxmmr5t8 oygrvhab hcukyx3x c1et5uql ii04i59q" style="animation-name: none; background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; transition-property: none; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="animation-name: none; font-family: inherit; text-align: justify; transition-property: none;">–¿Sabes?, te perderé a ti y a las chicas. Nunca me ha gustado la ciudad ni mi trabajo ni nada, excepto ustedes tres. No me faltará nada más. Salvo, quizás, los cambios de tiempo, y un vaso de agua helada cuando hace calor, y el sueño. ¿Cómo podemos estar aquí, sentados, hablando de este modo?</div></div><div class="o9v6fnle cxmmr5t8 oygrvhab hcukyx3x c1et5uql ii04i59q" style="animation-name: none; background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; transition-property: none; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="animation-name: none; font-family: inherit; text-align: justify; transition-property: none;">–No se puede hacer otra cosa.</div></div><div class="o9v6fnle cxmmr5t8 oygrvhab hcukyx3x c1et5uql ii04i59q" style="animation-name: none; background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; transition-property: none; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="animation-name: none; font-family: inherit; text-align: justify; transition-property: none;">–Claro, de lo contrario estaríamos haciéndolo. Me imagino que hoy, por primera vez en la historia del mundo, todos saben qué van a hacer de noche.</div></div><div class="o9v6fnle cxmmr5t8 oygrvhab hcukyx3x c1et5uql ii04i59q" style="animation-name: none; background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; transition-property: none; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="animation-name: none; font-family: inherit; text-align: justify; transition-property: none;">–Me pregunto, sin embargo, qué harán los otros, esta tarde, y durante las próximas horas.</div></div><div class="o9v6fnle cxmmr5t8 oygrvhab hcukyx3x c1et5uql ii04i59q" style="animation-name: none; background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; transition-property: none; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="animation-name: none; font-family: inherit; text-align: justify; transition-property: none;">–Ir al teatro, escuchar la radio, mirar la televisión, jugar a las cartas, acostar a los niños, acostarse. Como siempre.</div></div><div class="o9v6fnle cxmmr5t8 oygrvhab hcukyx3x c1et5uql ii04i59q" style="animation-name: none; background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; transition-property: none; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="animation-name: none; font-family: inherit; text-align: justify; transition-property: none;">–En cierto modo, podemos estar orgullosos de eso… como siempre.</div></div><div class="o9v6fnle cxmmr5t8 oygrvhab hcukyx3x c1et5uql ii04i59q" style="animation-name: none; background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; transition-property: none; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="animation-name: none; font-family: inherit; text-align: justify; transition-property: none;">El hombre permaneció inmóvil durante un rato y al fin se sirvió otro café.</div></div><div class="o9v6fnle cxmmr5t8 oygrvhab hcukyx3x c1et5uql ii04i59q" style="animation-name: none; background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; transition-property: none; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="animation-name: none; font-family: inherit; text-align: justify; transition-property: none;">–¿Por qué crees que será esta noche?</div></div><div class="o9v6fnle cxmmr5t8 oygrvhab hcukyx3x c1et5uql ii04i59q" style="animation-name: none; background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; transition-property: none; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="animation-name: none; font-family: inherit; text-align: justify; transition-property: none;">–Porque sí.</div></div><div class="o9v6fnle cxmmr5t8 oygrvhab hcukyx3x c1et5uql ii04i59q" style="animation-name: none; background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; transition-property: none; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="animation-name: none; font-family: inherit; text-align: justify; transition-property: none;">–¿Por qué no en otra noche del siglo pasado, o de hace cinco siglos o diez?</div></div><div class="o9v6fnle cxmmr5t8 oygrvhab hcukyx3x c1et5uql ii04i59q" style="animation-name: none; background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; transition-property: none; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="animation-name: none; font-family: inherit; text-align: justify; transition-property: none;">–Quizá porque nunca fue 19 de octubre de 2069, y ahora sí. Quizá porque esa fecha significa más que ninguna otra. Quizá porque este año las cosas son como son, en todo el mundo, y por eso es el fin.</div></div><div class="o9v6fnle cxmmr5t8 oygrvhab hcukyx3x c1et5uql ii04i59q" style="animation-name: none; background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; transition-property: none; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="animation-name: none; font-family: inherit; text-align: justify; transition-property: none;">–Hay bombarderos que esta noche estarán cumpliendo su vuelo de ida y vuelta a través del océano y que nunca llegarán a tierra.</div></div><div class="o9v6fnle cxmmr5t8 oygrvhab hcukyx3x c1et5uql ii04i59q" style="animation-name: none; background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; transition-property: none; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="animation-name: none; font-family: inherit; text-align: justify; transition-property: none;">–Eso también lo explica, en parte.</div></div><div class="o9v6fnle cxmmr5t8 oygrvhab hcukyx3x c1et5uql ii04i59q" style="animation-name: none; background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; transition-property: none; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="animation-name: none; font-family: inherit; text-align: justify; transition-property: none;">–Bueno –dijo el hombre incorporándose–, ¿qué hacemos ahora? ¿Lavamos los platos?</div></div><div class="o9v6fnle cxmmr5t8 oygrvhab hcukyx3x c1et5uql ii04i59q" style="animation-name: none; background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; transition-property: none; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="animation-name: none; font-family: inherit; text-align: justify; transition-property: none;">Lavaron los platos, y los apilaron con un cuidado especial. A las ocho y media acostaron a las niñas y les dieron el beso de buenas noches y apagaron las luces del cuarto y entornaron la puerta.</div></div><div class="o9v6fnle cxmmr5t8 oygrvhab hcukyx3x c1et5uql ii04i59q" style="animation-name: none; background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; transition-property: none; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="animation-name: none; font-family: inherit; text-align: justify; transition-property: none;">–No sé… –dijo el marido al salir del dormitorio, mirando hacia atrás, con la pipa entre los labios.</div></div><div class="o9v6fnle cxmmr5t8 oygrvhab hcukyx3x c1et5uql ii04i59q" style="animation-name: none; background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; transition-property: none; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="animation-name: none; font-family: inherit; text-align: justify; transition-property: none;">–¿Qué? –¿Cerraremos la puerta del todo, o la dejaremos así, entornada, para que entre un poco de luz?</div></div><div class="o9v6fnle cxmmr5t8 oygrvhab hcukyx3x c1et5uql ii04i59q" style="animation-name: none; background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; transition-property: none; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="animation-name: none; font-family: inherit; text-align: justify; transition-property: none;">–¿Lo sabrán también las chicas?</div></div><div class="o9v6fnle cxmmr5t8 oygrvhab hcukyx3x c1et5uql ii04i59q" style="animation-name: none; background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; transition-property: none; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="animation-name: none; font-family: inherit; text-align: justify; transition-property: none;">–No, naturalmente que no.</div></div><div class="o9v6fnle cxmmr5t8 oygrvhab hcukyx3x c1et5uql ii04i59q" style="animation-name: none; background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; transition-property: none; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="animation-name: none; font-family: inherit; text-align: justify; transition-property: none;">El hombre y la mujer se sentaron y leyeron los periódicos y hablaron y escucharon un poco de música, y luego observaron juntos las brasas de la chimenea mientras el reloj daba las diez y media y las once y las once y media. Pensaron en las otras gentes del mundo, que también habían pasado la velada cada uno a su modo.</div></div><div class="o9v6fnle cxmmr5t8 oygrvhab hcukyx3x c1et5uql ii04i59q" style="animation-name: none; background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; transition-property: none; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="animation-name: none; font-family: inherit; text-align: justify; transition-property: none;">–Bueno –dijo el hombre al fin.</div></div><div class="o9v6fnle cxmmr5t8 oygrvhab hcukyx3x c1et5uql ii04i59q" style="animation-name: none; background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; transition-property: none; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="animation-name: none; font-family: inherit; text-align: justify; transition-property: none;">Besó a su mujer durante un rato.</div></div><div class="o9v6fnle cxmmr5t8 oygrvhab hcukyx3x c1et5uql ii04i59q" style="animation-name: none; background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; transition-property: none; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="animation-name: none; font-family: inherit; text-align: justify; transition-property: none;">–Nos hemos llevado bien, después de todo –dijo la mujer.</div></div><div class="o9v6fnle cxmmr5t8 oygrvhab hcukyx3x c1et5uql ii04i59q" style="animation-name: none; background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; transition-property: none; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="animation-name: none; font-family: inherit; text-align: justify; transition-property: none;">–¿Tienes ganas de llorar? –le preguntó el hombre.</div></div><div class="o9v6fnle cxmmr5t8 oygrvhab hcukyx3x c1et5uql ii04i59q" style="animation-name: none; background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; transition-property: none; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="animation-name: none; font-family: inherit; text-align: justify; transition-property: none;">–Creo que no.</div></div><div class="o9v6fnle cxmmr5t8 oygrvhab hcukyx3x c1et5uql ii04i59q" style="animation-name: none; background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; transition-property: none; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="animation-name: none; font-family: inherit; text-align: justify; transition-property: none;">Recorrieron la casa y apagaron las luces y entraron en el dormitorio. Se desvistieron en la fresca oscuridad de la noche y retiraron las colchas.</div></div><div class="o9v6fnle cxmmr5t8 oygrvhab hcukyx3x c1et5uql ii04i59q" style="animation-name: none; background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; transition-property: none; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="animation-name: none; font-family: inherit; text-align: justify; transition-property: none;">–Las sábanas son tan limpias y frescas…</div></div><div class="o9v6fnle cxmmr5t8 oygrvhab hcukyx3x c1et5uql ii04i59q" style="animation-name: none; background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; transition-property: none; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="animation-name: none; font-family: inherit; text-align: justify; transition-property: none;">–Estoy cansada.</div></div><div class="o9v6fnle cxmmr5t8 oygrvhab hcukyx3x c1et5uql ii04i59q" style="animation-name: none; background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; transition-property: none; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="animation-name: none; font-family: inherit; text-align: justify; transition-property: none;">–Todos estamos cansados.</div></div><div class="o9v6fnle cxmmr5t8 oygrvhab hcukyx3x c1et5uql ii04i59q" style="animation-name: none; background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; transition-property: none; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="animation-name: none; font-family: inherit; text-align: justify; transition-property: none;">Se metieron en la cama.</div></div><div class="o9v6fnle cxmmr5t8 oygrvhab hcukyx3x c1et5uql ii04i59q" style="animation-name: none; background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; transition-property: none; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="animation-name: none; font-family: inherit; text-align: justify; transition-property: none;">–Un momento –dijo la mujer.</div></div><div class="o9v6fnle cxmmr5t8 oygrvhab hcukyx3x c1et5uql ii04i59q" style="animation-name: none; background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; transition-property: none; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="animation-name: none; font-family: inherit; text-align: justify; transition-property: none;">El hombre oyó que su mujer se levantaba y entraba en la cocina. Un momento después estaba de vuelta.</div></div><div class="o9v6fnle cxmmr5t8 oygrvhab hcukyx3x c1et5uql ii04i59q" style="animation-name: none; background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; transition-property: none; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="animation-name: none; font-family: inherit; text-align: justify; transition-property: none;">–Me había olvidado de cerrar los grifos.</div></div><div class="o9v6fnle cxmmr5t8 oygrvhab hcukyx3x c1et5uql ii04i59q" style="animation-name: none; background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; transition-property: none; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="animation-name: none; font-family: inherit; text-align: justify; transition-property: none;">Había ahí algo tan cómico que el hombre tuvo que reírse.</div></div><div class="o9v6fnle cxmmr5t8 oygrvhab hcukyx3x c1et5uql ii04i59q" style="animation-name: none; background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; transition-property: none; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="animation-name: none; font-family: inherit; text-align: justify; transition-property: none;">La mujer también se rió. Sí, lo que había hecho era cómico de veras. Al fin dejaron de reírse, y se tendieron inmóviles en el fresco lecho nocturno, tomados de la mano y con las cabezas muy juntas.</div></div><div class="o9v6fnle cxmmr5t8 oygrvhab hcukyx3x c1et5uql ii04i59q" style="animation-name: none; background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; transition-property: none; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="animation-name: none; font-family: inherit; text-align: justify; transition-property: none;">–Buenas noches –dijo el hombre después de un rato.</div></div><div class="o9v6fnle cxmmr5t8 oygrvhab hcukyx3x c1et5uql ii04i59q" style="animation-name: none; background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; transition-property: none; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="animation-name: none; font-family: inherit; text-align: justify; transition-property: none;">–Buenas noches –dijo la mujer.</div><div dir="auto" style="animation-name: none; font-family: inherit; text-align: justify; transition-property: none;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgvMEPREt9sOFkybzrCWYvaBZqtiSQ2ESf8winUdFXmbdAxEmx81b739MwudyV-PJXYZVhgAlRpCusTvmXMeSWnQ4bPiEMrB2FztmXS8uPthYnEEN4tWIfZ9Bc04PCVc3mQFEy_U3rReTee/s696/bradbury-100-anos-20200821-1004707.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="Ray Brabdury rodeado de libros" border="0" data-original-height="522" data-original-width="696" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgvMEPREt9sOFkybzrCWYvaBZqtiSQ2ESf8winUdFXmbdAxEmx81b739MwudyV-PJXYZVhgAlRpCusTvmXMeSWnQ4bPiEMrB2FztmXS8uPthYnEEN4tWIfZ9Bc04PCVc3mQFEy_U3rReTee/w320-h240/bradbury-100-anos-20200821-1004707.jpg" width="320" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Ray Brabdury rodeado de libros</td></tr></tbody></table><br /><div dir="auto" style="animation-name: none; font-family: inherit; text-align: justify; transition-property: none;"><br /></div></div>Chttp://www.blogger.com/profile/03091352155698142039noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2255613893859738000.post-5299224222729869812020-11-02T03:10:00.001-08:002020-11-02T11:01:07.144-08:00Fragmento del "Intérprete de los deseos" (Taryuman Al-Aswaq) de Ibn Arabí<p style="text-align: center;"><b><span style="font-size: medium;"> Mi lugar amado </span></b></p><p><br /></p><p style="text-align: center;">Tras Medina, mis lugares más amados en esta tierra de Dios, son Bagdad, La Meca y Jerusalén.</p><p style="text-align: center;">¡Cómo no iba a querer a la Ciudad de la paz, si tengo a un imam, guía de mi credo, de mi fe y de mi razón!</p><p style="text-align: center;">Allí habita una hija de Persia, de sutiles gestos y lánguidos ojos.</p><p style="text-align: center;">Al saludar resucita a quien con la mirada mató, y con su belleza y generosidad los mejores regalos concede.</p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjMAckSSoFmiZSNXeygdUBHKx7F_TXuFJwvZolGFMShartIMB1zlonKcB3luCnqjcRHBpWjayor7xBqKJME8EzTVgH1KUpwobm3h4N_0OP2nRsPT-YW5koEkqy_f_ySCGbytVpsg0cif76k/s1080/Minuaturas+del+Cosmos+isl%25C3%25A1mico.+Siglo+XV.png" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1080" data-original-width="1078" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjMAckSSoFmiZSNXeygdUBHKx7F_TXuFJwvZolGFMShartIMB1zlonKcB3luCnqjcRHBpWjayor7xBqKJME8EzTVgH1KUpwobm3h4N_0OP2nRsPT-YW5koEkqy_f_ySCGbytVpsg0cif76k/w399-h400/Minuaturas+del+Cosmos+isl%25C3%25A1mico.+Siglo+XV.png" width="399" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Miniatura del Cosmos islámico. Siglo XV</td></tr></tbody></table><br /><p style="text-align: center;"><br /></p><p style="text-align: center;"><br /></p>Chttp://www.blogger.com/profile/03091352155698142039noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2255613893859738000.post-1281422413282867342020-10-19T03:46:00.002-07:002020-10-19T03:46:26.404-07:00Fragmento de "La metafísica esclarecida", de Maurizio Calvesi<p style="text-align: justify;"> "De todos modos, hay un cuadro del mismo Carrà de 1917, <i>La musa metafísica</i>, que parece confirmar también, por otro camino, el interés de éste por <i>La ciencia nueva</i>. Me refiero a la 'pintura propuesta para el frontispicio que sirve de introducción a la obra', de la que Vico da una extensa explicación. Se trata, como se sabe, de un grabado, abarrotado de jeroglíficos y de figuras alegóricas. 'La metafísica', bajo la forma de una mujer de aladas sienes, se apoya sobre un globo ('el mundo físico o natural'), que se sostiene a su vez en una sola parte de un altar ('porque el mundo civil empezó en todos los pueblos con las religiones'). Sobre el altar hay 'un cayado, o verga, con la que los augures cogían los augurios y observaban los auspicios; el cual quiere dar a entender la adivinación'; también hay agua contenida en un cantarillo (con relación a los sacrificios), fuego y una antorcha encendida (los matrimonios). Al pie del altar, 'una urna de cenizas' (la sepultura) con forma de pirámide exagonal, un timón (navegación) y una tabla en la que se halla inscrito el alfabeto latino antiguo (origen de las lenguas y de las letras). </p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhevnqZoQSft9zQZFUAXByu0-7osceKzTmWXil9fKwDUOsIgFsQEN_S1r-ZSOo4Sbk-UY3z5kO1rGnBforUGrpBNpg91nqtYNyq64xczbBhhOpz_7Rn3bnzfIoVIVXBVxCerUsO5DoNyc_D/s307/vico.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="307" data-original-width="164" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhevnqZoQSft9zQZFUAXByu0-7osceKzTmWXil9fKwDUOsIgFsQEN_S1r-ZSOo4Sbk-UY3z5kO1rGnBforUGrpBNpg91nqtYNyq64xczbBhhOpz_7Rn3bnzfIoVIVXBVxCerUsO5DoNyc_D/w214-h400/vico.jpg" width="214" /></a></div><p></p><p style="text-align: justify;"></p><blockquote style="border: none; margin: 0 0 0 40px; padding: 0px;"></blockquote><p style="text-align: justify;">La tabla está apoyada en un 'fragmento de columna' (la arquitectura) y se halla en el suelo frente a una estatua de Homero ('el primer autor de la gentilidad que llegó hasta nosotros'). 'Finalmente, en el plano más iluminado de todos, pues ahí se exponen los jeroglíficos que significan las cosas humanas más conocidas, según su caprichosa comodidad, el pintor hace aparecer el haz, una balanza y el caduceo de Mercurio' (las primeras repúblicas, las guerras, las monedas y los comercios, las leyes y la paz). 'Todos estos jeroglíficos se hallan lejos del altar, pues son toda las cosas civiles de los tiempos en los que, poco a poco, se fueron desvaneciendo las falsas religiones'.</p><p style="text-align: justify;"> La mujer sobre el globo, es decir, la metafísica, contempla, en lo alto, a Dios (un triángulo con ojo en un círculo), y 'en dios, al mundo de las mentes humanas, que es el mundo metafísico'. Del triángulo sale un rayo de luz que impresiona, en el pecho de la mujer, 'una joya convexa', que denota 'el corazón terso y puro', y desde allí se refleja sobre la figura de Homero. El primer rayo representa al mismo tiempo 'la divina providencia' y el pensamiento y método de Vico; y el reflejo 'es la luz propia que se da a la Sabiduría poética en el libro segundo, en el que está el verdadero Homero, esclarecido en el libro tercero'.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">Calvesi, M., <b>La metafísica esclarecida, </b>Balsa de la medusa,<b> </b>Madrid 1990, pp. 209-210.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p>Chttp://www.blogger.com/profile/03091352155698142039noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2255613893859738000.post-33314923068097575402020-10-09T04:25:00.002-07:002020-10-09T04:27:52.423-07:00Fragmento del prólogo (C. S Lewis) a "Fantastes" de G. Macdonald<p style="text-align: justify;"> "Cuando era un adolescente, me hubiera escandalizado si alguien me hubiera dicho que lo que <i>Fantastes </i>me iba a enseñar a amar era la bondad. Pero ahora que lo sé, comprendo que no hubo engaño alguno. El engaño es todo lo contrario, es ese prosaico moralismo que encierra la bondad en los confines de la Ley y el Deber, y no permite que sintamos en el rostro el dulce hálito que sopla desde la tierra de los justos ni nos desvela en ningún momento esa elusiva Forma cuya contemplación nos inspira inevitablemente un voluptuoso deseo, aquello que, empleando la expresión de Safo, es 'más dorado que el mismo oro'".</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhfGaXP1Iimt5R8aht1CRgA54oYX83GHpHA4zTD1Bchgq8px3Uo6i8epVAOAFR8739h-pu-CDQeQ4SiqszZ3tcuDkjlD-MUFJhdczN7zy-UmG707rvvQinsHgXndyUWDCbFELL2SAQhIcEY/s1200/Lewis.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="799" data-original-width="1200" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhfGaXP1Iimt5R8aht1CRgA54oYX83GHpHA4zTD1Bchgq8px3Uo6i8epVAOAFR8739h-pu-CDQeQ4SiqszZ3tcuDkjlD-MUFJhdczN7zy-UmG707rvvQinsHgXndyUWDCbFELL2SAQhIcEY/w400-h266/Lewis.jpg" width="400" /></a></div><br /><p><br /></p>Chttp://www.blogger.com/profile/03091352155698142039noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2255613893859738000.post-45428364320951945622020-08-24T13:41:00.016-07:002020-08-24T14:33:55.498-07:00Frases ilustres de Antonio Gasset presentando el programa "Días de cine"<p style="text-align: center;"> "Buenas noches en esta nueva edición del programa 'Días de cine', un clásico en esta isla de buen gusto que es la 2 de TVE. Como no tengo muchas ganas de hablar pasamos directamente al sumario de los contenidos de esta semana y comenzamos."</p><p style="text-align: center;">"Llegó la pausa. Tomaos con filosofía y paciencia las pasiones futbolísticas, sexuales y políticas. Las primeras, porque se tratan de un juego; las segundas, porque suelen ser efímeras; y las terceras, las políticas, porque el oscuro objeto del deseo suele ser un mentecato."</p><p style="text-align: center;">"Y como siempre, para finalizar, algo imprescindible como orientación y muestrario de las novedades del DVD, nuestra tabla de salvación ahora que acudir a las salas se ha convertido en un suplicio en muchas ocasiones, dada la pérdida de aquello que unos pocos seguimos valorando: la buena educación y el respeto al prójimo."</p><p style="text-align: center;">"Llegó la pausa, meditad sobre las vacaciones, compañía, siempre mejor las malas, viajes, con seres queridos mucho mejor, y gastos, la generosidad siempre embellece. Y sobre todo no pertenezcáis nunca a ningún grupo mediático sea del signo que sea."</p><p style="text-align: center;">"Sed buenos, y si por lo que fuera no podéis, seguid siendo malos, la diferencia es mínima."</p><p style="text-align: center;">"Buenas noches, 'Días de cine', un programa dedicado a entretener a víctimas del insomnio, noctámbulos, parejas en crisis, toxicómanos e incluso algún aficionado al cine, está a punto de comenzar con sus contenidos dedicados a la actualidad cinematográfica, tediosa casi siempre pero, hay que reconocerlo, brillante en alguna ocasión."</p><p style="text-align: center;">"Llegó la pausa, ocasión magnífica para meditar si somos justos con los demás, o por el contrario problemas personales proyectan sus miserias y deforman la imagen del prójimo. Hay que tener cuidado, pero no os sintáis culpables: los imbéciles son siempre imbéciles, proyectemos lo que proyectemos."</p><p style="text-align: center;">"Comenzamos con una película de las llamadas polémicas, lo que quiere decir que a unos les gusta y a otros no, como todas."</p><p style="text-align: center;">"Aprovechen la pausa para revisar su agenda de amigos, encontrarán que han malgastado su preciado tiempo y paciencia en conocer a un montón de ineptos; no se corten, cojan un boli y táchenlos."</p><p style="text-align: center;">"Llegó el momento de la pausa. En ella podéis aprovechar el tiempo en perderlo, una de las mejores maneras de aprovecharlo. Muy indicada contra el estrés y depresiones causadas por la ansiedad laboral."</p><p></p><div style="text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgww9xR5Rw9ZyHLPrsBrE4ZzjiH4eRPrhNhaCPW09NkKVWyO5ZVxKvdhe8KVM-tZrGUiDzsIZEnH7lcYaOsNqGtSEjzdqrgrJ8CQWHMBudS28aUJx7jdtDJYcH6Z16JbWnkuMgnm4qk0qNe/s544/Antonio+Gasset.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="544" data-original-width="400" height="348" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgww9xR5Rw9ZyHLPrsBrE4ZzjiH4eRPrhNhaCPW09NkKVWyO5ZVxKvdhe8KVM-tZrGUiDzsIZEnH7lcYaOsNqGtSEjzdqrgrJ8CQWHMBudS28aUJx7jdtDJYcH6Z16JbWnkuMgnm4qk0qNe/w256-h348/Antonio+Gasset.jpg" width="256" /></a></div><p></p>Chttp://www.blogger.com/profile/03091352155698142039noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2255613893859738000.post-46568101490424700832020-08-17T01:53:00.001-07:002020-08-17T08:34:42.432-07:00Fragmento de "Un mundo feliz" (prólogo) de Aldous Huxley<div class="separator"><p style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em; text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img border="0" data-original-height="543" data-original-width="480" height="278" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj64z17ZmQtOFT1wu2FR4ALXV9SAySI1IGM9P5YWC4TeCDFktsmmeXcoQsXFKmoSFu0P0bG96maIwbnmVwWxoGCD_pW4KvMOdNaSzkW9jyikwaz36pTGdh29JCRluwkrpDWlumWV1QwArn0/w246-h278/aldous-huxley-l.jpg" width="246" /></div><div class="separator"><br /></div><div class="separator" style="text-align: justify;"> "Desde luego no hay razón alguna para que el nuevo totalitarismo se parezca al antiguo. El gobierno, por medio de porras y piquetes de ejecución, hambre artificialmente provocada, encarcelamientos en masa y deportaciones también en masa, no es solamente inhumano (a nadie, hoy día, le importa demasiado este hecho); se ha comprobado que es ineficaz, y en una época de tecnología avanzada la ineficacia es un pecado contra el Espíritu Santo. Un estado totalitario realmente eficaz sería aquel en el cual los jefes políticos todopoderosos y su ejército de colaboradores pudieran gobernar una población de esclavos sobre los cuales no fuese necesario ejercer coerción alguna por cuanto amarían su servidumbre. Inducirles a amarla es la tarea asignada en los actuales estados totalitarios a los ministerios de propaganda, los directores de los periódicos y los maestros de escuela. </div><p></p></div><p style="text-align: justify;"> (...) Dentro de pocos años, sin duda alguna, las licencias de matrimonio se expenderán como las licencias para perros, con validez sólo para un período de de doce meses, y sin ninguna ley que impida cambiar de perro o tener más de un animal a la vez. A medida que la libertad política y económica disminuye, la libertad sexual tiende, en compensación, a aumentar. Y el dictador (a menos que necesite carne de cañón o familias con las cuales colonizar territorios desiertos o conquistados) hará bien en favorecer esta libertad. En colaboración con la libertad de soñar despiertos bajo la influencia de los narcóticos, del cine y de la radio, la libertad sexual ayudará a reconciliar a sus súbditos con la servidumbre que es su destino. </p><p style="text-align: justify;"> Después de sopesarlo todo bien, me pareció que la Utopía se hallaba más cerca de nosotros de lo que nadie hubiese podido imaginar hace sólo quince años. Entonces la situé para dentro de seiscientos años en el futuro. Hoy parece posible que tal horror se implante entre nosotros en el plazo de un solo siglo."</p><p style="text-align: justify;"><br /></p>Chttp://www.blogger.com/profile/03091352155698142039noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2255613893859738000.post-51575322069734271512020-08-14T15:41:00.000-07:002020-08-14T15:41:30.630-07:00John Byam Liston Shaw (1872-1919)<p> <table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh7pf5fmPklsvT2sGb-A6pVgH3756RUBx74khLyPAIf_RJE9hvw5obqYvaqWVfbb2a-nyDGndpvPqAtW0sYGCHugJ1zf594RGlitb3fC-2jIV1lOrYjSxkieEotzb8zQMwNiHsPthokc6Q0/s640/John+Byam+Liston+Shaw+-+The+Greatest+of+All+Heroes+is+One.jpg" imageanchor="1" style="background-color: #444444; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="John Byam Liston Shaw - The Greatest of All Heroes is One" border="0" data-original-height="405" data-original-width="640" height="316" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh7pf5fmPklsvT2sGb-A6pVgH3756RUBx74khLyPAIf_RJE9hvw5obqYvaqWVfbb2a-nyDGndpvPqAtW0sYGCHugJ1zf594RGlitb3fC-2jIV1lOrYjSxkieEotzb8zQMwNiHsPthokc6Q0/w500-h316/John+Byam+Liston+Shaw+-+The+Greatest+of+All+Heroes+is+One.jpg" width="500" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">The greatest of all heroes is One<br /></td></tr></tbody></table><br /></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgMSGLAPZUD8rPPNvlewA84604Dr04EMZIjiHUrJk5B4e_3RzhHgs6S5NMpcvHFqN1HyDD0kZViWW_fS-N6Mxe1ib_0UCHg1N6xb_K7OSMKUItgs8znGK8uq_WiLnJ74_38FoTyt3KJJtYK/s1199/The-Queen-of-Hearts-1896-by-John-Liston-Byam-Shaw-1872-1919.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1199" data-original-width="920" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgMSGLAPZUD8rPPNvlewA84604Dr04EMZIjiHUrJk5B4e_3RzhHgs6S5NMpcvHFqN1HyDD0kZViWW_fS-N6Mxe1ib_0UCHg1N6xb_K7OSMKUItgs8znGK8uq_WiLnJ74_38FoTyt3KJJtYK/s640/The-Queen-of-Hearts-1896-by-John-Liston-Byam-Shaw-1872-1919.jpg" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">The queen of hearts<br /></td></tr></tbody></table><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiNG8oJVnC_U3GhiLlfl9Qr3F71AKhLchnLj83hiEp6gsD1M9vnpIjzv7Rj1lNTeYr_Glj39ANx6RXOEOt3Q9n8X4_QwjnMuK2p7gF7T291965uzqX-TOHoVakAQgdy36N3CdV1b0NgH0EX/s1600/The-Arrested-Spear-by-John-Byam-Liston-Shaw-1872-1919.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1252" data-original-width="1600" height="401" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiNG8oJVnC_U3GhiLlfl9Qr3F71AKhLchnLj83hiEp6gsD1M9vnpIjzv7Rj1lNTeYr_Glj39ANx6RXOEOt3Q9n8X4_QwjnMuK2p7gF7T291965uzqX-TOHoVakAQgdy36N3CdV1b0NgH0EX/w512-h401/The-Arrested-Spear-by-John-Byam-Liston-Shaw-1872-1919.jpg" width="512" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">The arrested spear<br /></td></tr></tbody></table><p><br /></p>Chttp://www.blogger.com/profile/03091352155698142039noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2255613893859738000.post-60870762989683425792020-07-20T14:09:00.002-07:002020-07-21T06:55:44.022-07:00Fragmento de "Pascal" de F. M. Sciacca<div style="text-align: center;">
'La única cosa que nos consuela de nuestras miserias es la diversión, y sin embargo es la más grande de nuestras miserias, porque es lo que principalmente nos impide pensar en nosotros y nos hace perdernos insensiblemente. Sin la diversión caeríamos en el aburrimiento, y este aburrimiento nos lanzaría a buscar un medio más fuerte para salir de él. Pero la diversión nos recrea, y nos permite llegar insensiblemente a la muerte'. <i>Pensamientos</i>, 171.</div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgtoR2MSpLN8WlTC90qBAg5COBE9uFPxBKVnfKHD6G9cf9mHddKJJDe2XzYsVUz6e-yCV2mw3nZWcp-J51nZATx_Hev4Fa3hV-22A5KTybD_h6KLyOUgalzkMw9fxj9IKZ1YtnID4l7M3-2/s400/Blaise+Pascal8.jpeg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="400" data-original-width="264" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgtoR2MSpLN8WlTC90qBAg5COBE9uFPxBKVnfKHD6G9cf9mHddKJJDe2XzYsVUz6e-yCV2mw3nZWcp-J51nZATx_Hev4Fa3hV-22A5KTybD_h6KLyOUgalzkMw9fxj9IKZ1YtnID4l7M3-2/w264-h400/Blaise+Pascal8.jpeg" width="264" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Blaise Pascal</td></tr></tbody></table><div style="text-align: justify;"><br />
Los <i>Pensamientos</i>, en el cuadro del análisis de la naturaleza humana, se plantea el siguiente problema: ¿Por qué los hombres buscan el placer, la diversión y el recreo? ¿Por qué se afanan tanto en procurarse distracciones? ¿Les impulsa la necesidad del apagamiento o algún otro motivo que quieren ocultarse a sí mismos? Todas las desventuras de los hombres (los peligros y las penas a que se exponen en la corte y en la guerra, donde nacen tantas contiendas, pasiones, empresas arriesgadas y frecuentemente malas, etc.) proceden de una sola causa: 'de no saber permanecer reposadamente en una habitación'. Nadie compraría a tan caro precio 'un cargo en el ejército, si no encontrara insoportable no salir fuera de la ciudad'. 'Se buscan las conversaciones y el recreo de los juegos solamente porque no se puede estar agradablemente en casa'. Esta es la causa de todos nuestros males; pero la razón es más profunda: 'hay una muy verdadera, que consiste en la natural infelicidad de nuestra condición débil, mortal y tan miserable, que no puede consolarse con nada, cuando se la considera más de cerca'. La realeza es el puesto más hermoso del mundo y, sin embargo, si un rey se queda sin diversiones, se ve asaltado por las preocupaciones del incierto porvenir y por el temor a la muerte y a las enfermedades: hele aquí, pues, más desgraciado que el más miserable entre sus súbditos, que goce y se divierta. He aquí por qué los hombres aman tanto el rumor y el alboroto y por qué 'el placer de la soledad es una cosa incomprensible'. Los filósofos que creen que la gente es poco razonable cuando pasan todo el día corriendo tras una liebre, no conocen la naturaleza del hombre. 'La liebre no nos libraría del pensamiento de la muerte y de las miserias, pero la caza, que nos distrae, nos libra de ello'. Los hombres buscan la caza y no la presa, (...) Así, son conducidos al reposo a través de la agitación. (...) 'Para el hombre nada es tan insoportable como estar en pleno reposo, sin pasiones, sin ocupaciones. Entonces siente su propia nada, su propio abandono, su propia insuficiencia, su depender, su propia impotencia, su propio vacío. De pronto saldrá del fondo de su alma el aburrimiento, los negros pensamientos, la tristeza, el afán, el despecho, la desesperación'. No basta el placer lánguido; es necesaria la pasión. (...) La diversión, en sus varias formas, desde la caza a las pasiones violentas y perturbadoras, como se ve, encuentran su raíz en la condición miserable de la naturaleza humana. Como el enfermo cree aliviarse dando vueltas y más vueltas en el lecho, así el hombre cree ocultarse a sí mismo su propia infelicidad y propia miseria corriendo de distracción en distracción.</div><div style="text-align: justify;"> (...) ¿Qué ayuda puede proporcionar al hombre la razón del filósofo? Ninguna. 'Los filósofos tienen bellas palabras: volved a entrar en vosotros, que hallaréis vuestro bien'. La sabiduría popular tiene un sentido más exacto de las condiciones reales del hombre. En efecto, ha comprendido que la diversión y la caza valen más que la poesía, porque lo que los hombres buscan no es la posesión de una cosa, sino el olvido de sí mismos, el cual no se encuentra en la posesión, sino en la pasión violenta e impetuosa, en la diversión que ocupa y distrae. La razón por sí sola es impotente para curar la condición del hombre, en cuanto que no se trata de males de carácter psicológico, sino de males radicados en la misma profundidad de la naturaleza humana".</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<b>Sciacca, F. M., <i>Pascal, </i>Luis Miracles editor<i>, </i>Barcelona 1955<i>,</i> pp.<i> </i>205-208.</b></div>
Chttp://www.blogger.com/profile/03091352155698142039noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2255613893859738000.post-57677797625903322832020-06-04T11:56:00.000-07:002020-06-04T11:56:40.319-07:00Fragmento de "Los hermanos karamazo" de Fiodor Dostoievski<div style="text-align: justify;"><span style="background-color: white; color: #313131; font-family: "libre franklin", sans-serif; font-size: 16px;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjHSi1SxSkMwwzF9a0IB319hZI1GHVUXOlu3UK4eWMonJYYCKKyZng7C1_L3ZamchHBVAc9t_m3ZNP7lrijp0SlA2CqbXM4Gg_uI1-5X8tE1U3vlm3eTNJ0rr-4cn3-nmhklxYhLnXqZ3Wv/s840/kara.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="840" data-original-width="548" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjHSi1SxSkMwwzF9a0IB319hZI1GHVUXOlu3UK4eWMonJYYCKKyZng7C1_L3ZamchHBVAc9t_m3ZNP7lrijp0SlA2CqbXM4Gg_uI1-5X8tE1U3vlm3eTNJ0rr-4cn3-nmhklxYhLnXqZ3Wv/s320/kara.jpg" /></a></div><div style="text-align: justify;">«Amo a la Humanidad, pero, para gran sorpresa mía, cuanto más amo a la Humanidad en general, menos amo a los hombres en particular, como individuos. Con frecuencia, he soñado que sirvo apasionadamente a la Humanidad y creo que, si hubiese hecho falta, hubiese subido al Calvario por ayudarla, pero sé por experiencia que no puedo convivir con otra persona dos días seguidos en la misma habitación. Tan pronto como alguien se acerca a mí, su personalidad oprime mi amor propio y dificulta mi libertad. En apenas veinticuatro horas, puedo cogerle ojeriza a la persona más buena: tal vez porque se queda demasiado tiempo sentada en la mesa, o porque está constipada y no hace más que estornudar»</div></span></div><div><div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /><br /></div><span style="background-color: white; color: #313131; font-family: "libre franklin", sans-serif; font-size: 16px;"><br /></span></div></div>Chttp://www.blogger.com/profile/03091352155698142039noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2255613893859738000.post-45820940822772797702020-05-25T14:46:00.001-07:002020-05-25T14:46:37.527-07:00Gálata y Galatea en la mitología griega<div style="text-align: justify;"> <b>Gálata.</b> cuando Heracles, regresando de capturar los bueyes de Geriones, atravesó la Galia, fundó la ciudad de Alesia y fue amado por la hija de un príncipe del país, que nunca había encontrado un marido digno de ella. De esta princesa tuvo un hijo, llamado Gálata, que, por su valor, se hizo digno de reinar sobre toda la Galia. Más tarde, Gálata dio su nombre a la tierra de los gálatas: Galacia.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"> <b> Galatea:</b> la leyenda conoce dos personajes de este nombre, cuya etimología evoca la blancura de la leche:</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"> 1) La primera es una hija de Nereo y de una divinidad marina que desempeña un papel en las leyendas populares de Sicilia. Galatea, la doncella blanca que habitaba en el mar en calma, es amada por Polifemo, el Cíclope siciliano de monstruoso cuerpo. Pero ella no le corresponde, pues está enamorada del bello Acis, hijo del dios Pan (o Fauno, en la tradición latina) y de una ninfa. Hallándose Galatea descansando un día, al borde del mar, sobre el pecho de su amante, Polifemo los vio, y como Acis intentara huir, le arrojó una enorme roca y lo aplastó. Galatea restituyó a Acis la naturaleza de su madre la ninfa y lo convirtió en un río de límpidas aguas. </div><div style="text-align: justify;"> A veces se atribuye a los amores de Polifemo y Galatea el nacimiento de tres héroes: Gálata, Celto e ilirio, epónimos, respectivamente, de los gálatas, los celtas y los ilirios. Es, pues, posible, que una versión de la leyenda de Galatea haya narrado los amores de Polifemo y la nereida, pero no nos ha llegado ningún testimonio directo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"> 2) La otra Galatea es una cretense, hija de un tal Euritio y casada con Lampro, hombre de buena familia aunque pobre, que vivía en la ciudad de Festo. Lampro, al saber que estaba encinta, le dijo que quería un hijo varón, y que si daba a luz una niña, tendría que exponerla. Mientras Lampro se hallaba apacentando su rebaño en el monte, a Galatea le nació una hija, pero no se vio con ánimos de abandonarla. Aconsejada por los adivinos, vistióla de niño y la llamó Leucipo, ocultando a su marido lo ocurrido. Pero, a medida que pasó el tiempo, Leucipo se fue volviendo muy hermosa y pronto resultó imposible seguir con la superchería. Galatea tuvo miedo y dirigióse al santuario de Leto, donde pidió a la diosa que cambiase el sexo de su hija. Leto se dejó persuadir, y la doncella se convirtió en muchacho.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b style="text-align: justify;">Fuente:</b><span style="text-align: justify;"> </span><i style="text-align: justify;">Diccionario de mitología</i><span style="text-align: justify;"> de Pierre Grimal</span></div>Chttp://www.blogger.com/profile/03091352155698142039noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2255613893859738000.post-83616019643705876682020-05-25T09:14:00.001-07:002020-05-25T09:14:16.910-07:00Faetonte y Falange en la mitología griega <b>Faetonte </b>es hijo del sol . Sobre su genealogía existen dos tradiciones distintas. Una lo presenta como el hijo de Eos (la Aurora) y Céfalo; otra, como el del Sol (Helio) y la oceánide Clímene. Sea lo que fuere, la más célebre de las leyendas en que interviene se relaciona con la segunda de estas filiaciones. Faetonte, hijo del sol, había sido criado por su madre en la ignorancia de quién era su padre, pero lo reveló al llegar el niño a la adolescencia. Entonces el muchacho reclamó un signo de su nacimiento; rogó a su padre, el Sol, que le dejase conducir su carro. Tras muchas vacilaciones, el Sol accedió no sin hacerle mil recomendaciones. Faetonte partió, comenzando a marchar por el camino trazado en la bóveda celeste, pero pronto se apoderó de él un gran terror por la altura en que se hallaba. La visión de los animales que representan los signos del Zodíaco lo amedrentó, y abandonó el camino que le había trazado. Descendió demasiado, y por poco incendia la tierra; volvió luego a subir, esta vez demasiado alto, por lo cual los astros se quejaron a Zeus, y éste, para evitar una conflagración universal, lo fulminó, precipitándolo en el río Erídano. Sus hermanas, las Helíades, recogieron su cuerpo, le rindieron honores fúnebres y lo lloraron de tal modo que fueron transformadas en álamos.<div style="text-align: justify;"><br /></div><div><div style="text-align: justify;"> <b>Falange </b>es un ateniense, hermano de Aracne. Mientras Atenea enseñaba a su hermana los conocimientos relativos al arte del tejido, él aprendía el arte de las armas. Pero los dos hermanos tuvieron relaciones culpables, y las diosa los transformó en animales. </div><div><br /></div><div><br /></div><div><b style="text-align: justify;">Fuente:</b><span style="text-align: justify;"> </span><i style="text-align: justify;">Diccionario de mitología</i><span style="text-align: justify;"> de Pierre Grimal</span></div></div>Chttp://www.blogger.com/profile/03091352155698142039noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2255613893859738000.post-76289759196120899732020-05-23T07:35:00.000-07:002020-05-23T07:35:19.469-07:00Éaco en la mitología griega<div style="text-align: justify;"><b>Éaco:</b> el más piadoso de todos los griegos, es hijo de Zeus y de la ninfa de Egina, hija del rey de Asopo. Había nacido en la isla Enone, que, del nombre de su madre, fue llamada más tarde Egina. Por entonces, dicha isla estaba desierta. Deseoso de tener compañeros, así como un pueblo sobre el cual reinar, Éaco pidió a Zeus que transformase en hombres las hormigas, numerosísimas en la isla. Zeus accedió a ello, y Éaco dio al pueblo así creado el nombre de Mirmidones (que significa hormigas).</div><div style="text-align: justify;"> Éaco se casó luego con la hija de Escirón, Endeis, de la cual tuvo dos hijos, Telamón y Peleo. Sin embargo algunos autores -y esta parece ser la fase más antigua de la leyenda- no conocen ningún parentesco entre Telamón y Peleo, y tienen sólo a éste por hijo de Éaco.</div><div style="text-align: justify;"> Luego Éaco se unió a la hija de Nereo, Psámate, de la cual tuvo un hijo, Foco. Para escapar a su amor, Psámate, que, como la mayoría de las divinidades marinas y fluviales poseía el don de metamorfosearse, se había transformado en foca; pero de nada le valió la treta, y el hijo que concibió recibió el nombre de Foco, en recuerdo de la metamorfosis de la madre. Este hijo sobresalía en los juegos atléticos, lo cual excitó los celos de sus dos hermanos Peleo y Telamón, hasta el punto de que lo mataron: Telamón se las arregló para disparar un disco de manera que diese en la cabeza a Foco y lo mató. Con la ayuda de Peleo, Telamón enterró su cadáver en un bosque; pero al ser descubierto el crimen, Éaco desterró a sus dos hijos de Egina.</div><div style="text-align: justify;"> La reputación de piedad y justicia de que gozaba <span style="text-align: left;">Éaco -fundamentada seguramente en el severo juicio formulado contra sus hijos-, le valió ser elegido para dirigir a Zeus una solemne plegaria en nombre de todos los griegos, en ocasión de un período de esterilidad que se abatió sobre los campos del país. Esta esterilidad se debía a la cólera de Zeus, irritado contra Pélope, rey de Arcadia, que había despedazado miembro a miembro a </span><span style="text-align: left;">su enemigo Estinfalo, </span><span style="text-align: left;">y dispersado su cuerpo. </span><span style="text-align: left;">Éaco consiguió aplacar a Zeus.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"> Después de su muerte, </span><span style="text-align: left;">Éaco pasa por ser el que juzgaba en los infiernos a las almas de los muertos. Pero esta creencia es relativamente reciente: no la conoce Homero, que no sitúa en el infierno más juez que Radamantis. Platón es el primero en mencionar a </span><span style="text-align: left;">Éaco.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"> Otra leyenda relativa a </span><span style="text-align: left;">Éaco cuenta que participó en la construcción de la muralla de Troya, junto con Apolo y Posidón. Cuando la muralla estuvo levantada, tres serpientes se lanzaron contra ella. Dos, que se acercaron a la parte construida por los dioses, cayeron muertas, pero la tercera logró franquear la parte que era obra del mortal. Apolo interpretó el presagio: Troya -dijo- sería tomada dos veces: la primera, por un hijo de </span><span style="text-align: left;">Éaco -fue la primera conquista de la ciudad por Heracles, con el cual combatían Peleo y Telamón-, y la segunda, tres generaciones más tarde por Neoptólemo, biznieto de </span><span style="text-align: left;">Éaco e hijo de Aquiles.</span></div><div><div><br /></div><div><br /></div><div><b style="text-align: justify;">Fuente:</b><span style="text-align: justify;"> </span><i style="text-align: justify;">Diccionario de mitología</i><span style="text-align: justify;"> de Pierre Grimal</span></div></div>Chttp://www.blogger.com/profile/03091352155698142039noreply@blogger.com0