"Roma fue saqueada despiadadamente. (...) La toma de Roma no tenía, en aquellos tiempos, ningún significado estratégico, pero la impresión moral y política de este acontecimiento fue enorme. Desde el 390 a. C., la "ciudad eterna" había permanecido inviolable durante 800 años, su poder había dejado una huella profunda sobre todo el mundo civilizado: el Mediterráneo; parecía imposible que existieran fuerzas capaces de dominar a la dueña del universo. Y he aquí que la alianza de esos mismos esclavos y bárbaros que durante muchos siglos habían sido el objeto de la explotación romana, había hecho precipitar al soberbio coloso" (págs 835-836)
Con estas palabras el historiador ruso S. I. Kovaliov nos describe el asalto a la ciudad de Roma llevado a cabo por Alarico. Estamos ante un libro interesante que nos sirve para darnos cuenta de algo que muchas veces obviamos: que las ciencias sociales o "blandas" son susceptibles de adoptar discursos muy distintos. Este libro es un ejemplo perfecto. Su autor vivió en la época en que el comunismo era el sistema político de Rusia. Convencido en las ideas del marxismo pensaba que la historia se podía explicar gracias a la lucha de clases. Gracias a sus convicciones dedicó mucho tiempo a escribir una obra que abarcaría toda la historia de Roma, desde los primeros monarcas, pasando por la república y el imperio desde una perspectiva peculiar. El libro fue su "Historia de Roma" que acabo de terminar de leer, libro denso y largo que nos va mostrando cómo los distintos períodos de la sociedad romana se deben a la unión o al conflicto provocados por los intereses de clases. De este modo nos enseña que el paso de la monarquía a la república se debió poco a la historia mítica de las malas acciones de Tarquinio el soberbio, y más con la tensión que se vivía entre el senado y el monarca por ver quién ocuparía la jefatura del estado.
El relato que va hilvanando es muy crítico con muchas fuentes pues como dice en algunas ocasiones, algunas de estas tenían un fin literario y en ellas se tomaban licencias: los personajes viles caían en desgracias y los honestos se veían recompensados, Roma nunca realizó una guerra injusta, algunas victorias o derrotas fueron cambiadas para dar un relato más digno... El camino que le queda a Kovaliov es un conocimiento profundo de todas ellas para contrastarlas y utilizar su principal herramienta: el sentido común. Cuando se nos presenta alguna historia como la de Rómulo y Remo, los Curiacios y Horacios o la de Cincinato hay que desconfiar de esas historias y aprovechar aquello que parezca más creíble. Así, esquivando los rasgos de leyenda que presentan algunas fuentes va explicando el desarrollo de la poderosa ciudad, sus primeras tentativas expansivas, sus leyes, sus instituciones y por supuesto lo que para él es más importante: los conflictos de intereses entre senadores, caballeros y plebeyos que, en última instancia, son las desavenencias entre poseedores de tierras y pobres. Las leyes de las XII tablas fueron, según Kovaliov, una tentativa de ofrecer una seguridad legal a los poseedores de tierras. Este período es muy importante porque aquí se forma el sistema sobre el que se expandirá el comercio y la economía en el mundo romano: el sistema esclavista. Este sistema se basaba en la explotación intensiva de la mano de obra esclava y, en consecuencia, la dignidad de estos hombres esclavos era inexistentes. Varrón decía de ellos:
Me he centrado en los aspectos que llevaron a la ruina al imperio más que en los sucesos políticos, entre otras cosas porque aquí no hay cabida ni siquiera para esbozar un poco el contenido del libro. Entre los asuntos políticos más destacables que narra, me he encontrado con el de Constantino y las razones que da Kovaliov para que aceptara el cristianismo como una religión al nivel del resto, e incluso, superior. Y la razón no tiene nada que ver con que fuera un santurrón o un creyente fervoroso... la razón por la cual eleva al cristianismo Constantino es otra y sus raíces se encuentran mucho antes. Por ser breve diré tan solo que durante la época de Augusto y el resto de sus sucesores más o menos se guardaron las apariencias de la república y respetaron al senado. De hecho sus miembros eran en muchas ocasiones quienes engrasaban la máquina burocrática del imperio. Llegado cierto período de inestabilidad, los monarcas llegaron a apoyarse solo en el ejército y en el poder de sus armas, dejando de lado al senado. Antes, cuando se respetaba al senado se podía decir que el poder del monarca emanaba del pueblo y el senado de Roma pero, ¿y ahora? Viendo esto Constantino y dándose cuenta de que el cristianismo podía ser una herramienta para enfrentar las luchas intestinas, elevó el cristianismo y lo introdujo dentro del aparato estatal. A partir de ahora los monarcas ya no tendrían que tener la legitimidad del senado o el pueblo porque la legitimidad la tenían ahora por "voluntad de Dios". Como dije esto no es ni siquiera un esbozo y casi lo he trivializado pero en el libro se explica de una forma extensa y clara.
El libro de Kovaliov es, como dije, muy denso. Tiene tramos que son muy aburridos y otros que se leen bastante bien. No es desde luego un libro que se lea en unos cuantos días. Tiene más de 800 páginas e incluye unas anotaciones con letra tan minúscula que desanima verlas y dan ganas de cerrar el libro. No obstante, es un libro que tiene como principal virtud concentrar toda la historia de Roma en un solo volumen y de una forma ejemplar, con rigurosidad y conocimiento, explicando las diversas etapas de esta gran ciudad. Es sin duda una obra ciclópea, fruto de un intenso trabajo. Sobran razones para leerla.
El relato que va hilvanando es muy crítico con muchas fuentes pues como dice en algunas ocasiones, algunas de estas tenían un fin literario y en ellas se tomaban licencias: los personajes viles caían en desgracias y los honestos se veían recompensados, Roma nunca realizó una guerra injusta, algunas victorias o derrotas fueron cambiadas para dar un relato más digno... El camino que le queda a Kovaliov es un conocimiento profundo de todas ellas para contrastarlas y utilizar su principal herramienta: el sentido común. Cuando se nos presenta alguna historia como la de Rómulo y Remo, los Curiacios y Horacios o la de Cincinato hay que desconfiar de esas historias y aprovechar aquello que parezca más creíble. Así, esquivando los rasgos de leyenda que presentan algunas fuentes va explicando el desarrollo de la poderosa ciudad, sus primeras tentativas expansivas, sus leyes, sus instituciones y por supuesto lo que para él es más importante: los conflictos de intereses entre senadores, caballeros y plebeyos que, en última instancia, son las desavenencias entre poseedores de tierras y pobres. Las leyes de las XII tablas fueron, según Kovaliov, una tentativa de ofrecer una seguridad legal a los poseedores de tierras. Este período es muy importante porque aquí se forma el sistema sobre el que se expandirá el comercio y la economía en el mundo romano: el sistema esclavista. Este sistema se basaba en la explotación intensiva de la mano de obra esclava y, en consecuencia, la dignidad de estos hombres esclavos era inexistentes. Varrón decía de ellos:
"Diré ahora con qué instrumentos se trabaja la tierra. Algunos los dividen en dos categorías: las personas y los instrumentos, sin los cuales no podrían trabajar. Otros los dividen en tres categorías: instrumentos parlantes, instrumentos semiparlantes e instrumentos mudos. Los primeros son los esclavos, los segundos los bueyes y los últimos los instrumentos inanimados."Esto en cierto modo explicaba el hecho de que en la edad antigua no se desarrollará demasiado la técnica: ¿si podían hacer todo el trabajo los esclavos para qué crear máquinas caras que acelerasen la producción de objetos? No obstante este tipo de economía solo podía mantenerse con una grandísima cantidad de esclavos en el mercado que hiciese que el precio de estos fuera muy reducido. La república consiguió esto con su política expansiva. Cada vez que conquistaba un territorio esclavizaba a miles de personas y conseguía un gran botín gracias al saqueo. Pero esto cambió durante el imperio cuando una serie de emperadores, como Adriano, pusieron límites a la expansión del imperio. Las consecuencias fueron una progresiva caída de la economía, que desarrollará una situación muy parecida al vasallaje de los más desfavorecidos a los grandes terratenientes, anticipando así el feudalismo. Es normal que esta situación provocara un cambio en la visión que se tenía de los esclavos. Ulpiano, famoso jurista de la época imperial diría: "desde el punto de vista del derecho civil los esclavos no cuentan para nada. Sin embargo no es lo mismo para el derecho natural, según el cual todos los hombres son iguales."
Me he centrado en los aspectos que llevaron a la ruina al imperio más que en los sucesos políticos, entre otras cosas porque aquí no hay cabida ni siquiera para esbozar un poco el contenido del libro. Entre los asuntos políticos más destacables que narra, me he encontrado con el de Constantino y las razones que da Kovaliov para que aceptara el cristianismo como una religión al nivel del resto, e incluso, superior. Y la razón no tiene nada que ver con que fuera un santurrón o un creyente fervoroso... la razón por la cual eleva al cristianismo Constantino es otra y sus raíces se encuentran mucho antes. Por ser breve diré tan solo que durante la época de Augusto y el resto de sus sucesores más o menos se guardaron las apariencias de la república y respetaron al senado. De hecho sus miembros eran en muchas ocasiones quienes engrasaban la máquina burocrática del imperio. Llegado cierto período de inestabilidad, los monarcas llegaron a apoyarse solo en el ejército y en el poder de sus armas, dejando de lado al senado. Antes, cuando se respetaba al senado se podía decir que el poder del monarca emanaba del pueblo y el senado de Roma pero, ¿y ahora? Viendo esto Constantino y dándose cuenta de que el cristianismo podía ser una herramienta para enfrentar las luchas intestinas, elevó el cristianismo y lo introdujo dentro del aparato estatal. A partir de ahora los monarcas ya no tendrían que tener la legitimidad del senado o el pueblo porque la legitimidad la tenían ahora por "voluntad de Dios". Como dije esto no es ni siquiera un esbozo y casi lo he trivializado pero en el libro se explica de una forma extensa y clara.
El libro de Kovaliov es, como dije, muy denso. Tiene tramos que son muy aburridos y otros que se leen bastante bien. No es desde luego un libro que se lea en unos cuantos días. Tiene más de 800 páginas e incluye unas anotaciones con letra tan minúscula que desanima verlas y dan ganas de cerrar el libro. No obstante, es un libro que tiene como principal virtud concentrar toda la historia de Roma en un solo volumen y de una forma ejemplar, con rigurosidad y conocimiento, explicando las diversas etapas de esta gran ciudad. Es sin duda una obra ciclópea, fruto de un intenso trabajo. Sobran razones para leerla.