"Por una parte el amor y el odio por otra el luchan entre sí y orientan mi débil corazón en direcciones contrarias; pero creo que vence el amor. Si me es posible, odiaré; si no, amaré contra mi voluntad: tampoco el toro gusta del yugo y a pesar de odiarlo, lo lleva. Huyo de tu frivolidad, pero tu hermosura me reclama cuando huyo; recrimino tu falta de moral, pero amo tu cuerpo. De manera que no puedo vivir ni sin ti ni contigo, y me parece no tener claro cuál es mi deseo."
martes, 29 de marzo de 2016
sábado, 26 de marzo de 2016
Death parade
De las manos de Madhouse nos llegó el pasado año una serie que tuvo cierto eco en el panorama del anime. Death parade. Sin poder contrastar con series de la misma temporada (ya que apenas veo anime en los últimos tiempos), he decidido que es merecedora de dedicarle unas breves líneas. En caliente, apenas pasados unos pocos minutos de haberla terminado. La espontaneidad de las primeras impresiones puede ser más certera que el pensamiento macerado por el tiempo.
La historia que nos presenta Madhouse gira en torno a una extraña circunstancia. Personas que no recuerdan nada aparecen en una sala donde se encuentran a un señor de aspecto grave que, sin decirles nada, solo insiste en que juequen a un determinado juego. Sin saberlo, los participantes asisten a un juicio en el que se decidirá si sus almas son salvadas o no. El hombre de carácter serio que mencionamos, Decim, hace que durante los juegos vayan rememorando recuerdos de su anterior vida y, durante el juego, juzga si sus vidas merecen ser salvadas o mandadas al limbo. Se establece una unión constante entre el juego y la vida, pues mediante la primera se decide sobre la segunda. Los personajes que van siendo juzgados por Decim muestran todas sus frustraciones, amarguras y sentimientos a lo largo de los capítulos. Pero no todas las historias están encaminadas a ofrecernos retratos descarnados y violentos de la condición humana. También hay historias encantadoras con gente entrañable. La señora que aparecerá en el cap. 10 es un buen ejemplo de ello.
Tal y como está planteada la serie resulta difícil establecer un nexo que abarque todos los caps, pues cada uno es diferente del resto. A pesar de ello, los creadores se las apañan para que no sea una amalgama de cosas inconexas, una serie de historias completamente separadas. A ello ayuda sin duda la brevedad de la serie, que no se prolonga más allá de los 12 caps que nos han brindado esta pasada temporada. Desde el primero hasta el último de ellos veremos esta situación repetida una y otra vez, pero siempre cambiada sutilmente (supongo que con el fin de no cansar al espectador). Los escenarios no irán más allá de dos o tres... Y no son solo los escenarios escasos. También pocos pensonajes hay: básicamente podemos enumerar muy pocos y todos ellos apenas esbozados. Supongo que la razón de ello es que se ha querido dar preeminencia a los juicios y las historias separadas que nos presentan. Es por eso que esta no es una serie en la que los personajes se desarrollen demasiado y, cuado esto ocurre, casi queda reducido al último tramo de la serie (que es muy emotivo, dicho sea de paso). Hasta ese momento nos encontraremos a Decim juzgando impasblemente a sus invitados. ¿Será una casualidad que Decim maneje hilos? ¿No eran las parcas quienes también los empleaban para tejer la vida de las personas? Átropos era la encargada de cortar el hilo de la vida de los hombres, de dar el punto y final. De forma similar, Decim resuelve el final de aquellos a los que "juzga", ya sea enviándolos al olvido o decidiendo que se reencarnen. Si bien la vida de los juzgados no es representada mediante un hilo que es tranquilamente cortado, parece que no es casualidad el hecho la elección de que Decim maneje "hilos" con los que apresar a sus enjuiciados si estos deciden no seguir los pasos que él les indica.
Resulta curioso el contraste entre el opening y el carácter real de los personajes. En otras series se intercalan momentos graciosos a modo de contrapuntos a una historia seria; sin embargo, no ocurre lo mismo con Death parade. Los contrapuntos son tan escasos que quedan reducidos casi en su totalidad a un opening "animado" donde todos ponen cara bobalicona y bailan. Quitando esto lo que tenemos es una serie escatológica y con un tono bastante serio. En los últimos capítulos se intensifica eso con toques algo dramáticos que ya se van intuyendo antes de que se presenten. Ayuda a ello el uso de piezas musicales que dan el toque necesario. En efecto, el apartado musical cumple sobradamente su cometido y acompaña muy efeicazmente el desarrollo de la trama. Me gustaron bastante las piezas de piano.
En cuanto a los personajes poco hay que decir. Como ya dije más arriba al ser una serie de carácter episódico, de compartimentos con distintas historia sin hilo común que las abarque y desarrolle, los personajes no encuentran lugar para desarrollarse. Es algo que hace que la serie de menos de sí. Hay algunos de los personajes que podemos contar sus apariciones con los dedos de las manos y que quedan apenas caracterizados. A pesar de ello se le toma algo de cariño al personaje principal con su eterna e imperturbable poker face. Sobre todo por el modo en que se va desarrollando, que nos recordará a aquellos ángeles que había en el filme de "El cielo sobre Berlín" (Spoiler:
Para ir concluyendo diré que Death parade ha sido una grata sorpresa. Es un producto lo suficientemente cuidado como para merecer mi aprobación. No creo que roce las cumbres del género (sean cuales sean porque yo tampoco he visto una gran cantidad de anime), pero sin duda es una digna muestra de calidad y no necesita de mi recomendación para verla. Simplemente entren al bar de Decim y juzguen por sí mismos la calidad de sus bebidas y todo lo que les pueda ofrecer.
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