viernes, 2 de mayo de 2014

First squad: The moment of truth


    La animación es algo que nunca ha estado bien considerado entre el público cultivado, o al menos no entre la mayoría. Ha sido casi una rareza encontrar alguno que defienda la animación como medio de expresión legítimo y con sus propias ventajas. Cuando se da un premio en algún festival parece más algo que queda bien que una valoración positiva del medio. Esto y los prejuicios del individuo medio occidental quizá sean la razón de que la animación no prolifere en occidente como sí lo hace en Japón. Por eso me resultó muy raro encontrar un film de animación ruso: First squad. A la sorpresa se unía una completa desinformación: no había reseñas, ni críticas y casi ningún comentario en red. Así que, picado por la curiosidad, decidí descargarla y verla.

    No puedo decir que fuera del todo satisfactorio lo que me encontré: personajes esbozados más que presentados, historia ligeramente inconsistente y, eso sí, una animación que está bien. De lo último podemos prescindir por completo. La animación casi siempre es prescindible comentarla porque suele estar al nivel requerido y aunque no lo estuviera no pasaría nada (porque no es lo más importante). Diré simplemente que me ha parecido decente y que ha habido algunos momentos que me ha llamado particularmente la atención (como el momento en que entra en el mundo de los muertos o cuando sus compañeros viajan a través de su subsconciente). La animación sirve para introducirnos en un mundo devastado por la guerra, la segunda gran guerra que asoló Europa en la segunda mitad del s. XX. Es un mundo frío, gélido, propio del escenario en el que se desarolla la historia: el frente germano-ruso.


   Ahí se juegan las cartas en las que ambos ejércitos están estancandos en sus barricadas y trincheras. Los alemanes no pueden terminar de conquistar Rusia; los rusos, en cambio, son incapaces de romper el cerco que los nazis han realizado. En ese frente se baten constantemente las dos fuerzas, sin capacidad de derrotar al rival. En este contexto que se nos plantea de forma convincente empiezan a introducir elementos sobrenaturales, mezclados con inconsistencia. Nos enteramos de la existencia de unas brigadas que se ocupan de temas ocultos, una especie de servicios secretos en temas de ocultismo. Para mejorar las cosas resulta que el desarrollo de la guerra depende de estos cuerpos ocultistas pues los alemanes utilizan tretas para intentar romper el frente. Eso no suena muy consistente pero la forma en que se desarrolla no ayuda mucho. Al menos el ritmo de la historia sí que es algo que está llevado a cabo de forma decente: hay algunos momentos que sorprenden verdaderamente. Sinceramente estos momentos son muy pocos, pero valen la pena.

   Además de que la historia no tiene un punto fuerte en la credibilidad, hay que anotar que el film es tan breve que no da tiempo a plantear una historia de verdad. Simplemente se ponen en juego algunos elementos a los que se les añade acción a borbotones. Parece como si hubieran pensando que ofreciendo esto y apretando mucho los nudillos la recepción podría ser positiva. Pero no. Los personajes no están bien presentados y no vamos a encontrar ninguno que nos seduzca con su carácter. El personaje principal padece de amnesia y está tan envuelto en la acción que no vamos a saber nada de ella. Hay que decir que supuestamente esta era la primera de una serie de films. Es de suponer que en los siguientes films las cosas mejorarían pero sinceramente no creo que haya una continuación: este film es de 2009 y, desde entonces, no se ha publicado nada significativo... Parece que este proyecto no ha tenido fortuna ni en el film ni en el proyecto. Fracasa tanto en lo uno como en lo otro. Pero dejando de lado eso hay que dejar bien claro algo: la película de algún modo se las apaña para entretener (lo digo en serio). Alguna tarde aburrida en la que no sepamos qué ver puede ser una opción aceptable. 






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