Se suele aceptar comúnmente que los juegos son solo eso: juegos. El concepto trivial que se maneja aquí sugiere que el juego es una forma de entretenerse, en la mayoría de los casos insustancial, cuando no perjudicial. Cuando no es pernicioso, entonces no dice nada importante. "Es una cosa para niños". Un hombre o una mujer como dios manda no se dedica a esos pasatiempos. Más allá de lo que la opinión común dice (no es necesario decir que está equivocada) nos encontramos ciertas cosas que sí pueden ser ciertas: los juegos siguen (en la mayor parte de los casos) desarrollos prototípicos, ofreciendo en muchos casos una incapacidad de crear algo nuevo. Esto claramente es algo que beneficia a las empresas que no tienen que esforzarse: saben que los mismos que compraron el juego anterior de una saga comprarán la siguiente entrega porque, en lo esencial, seguirá siendo lo mismo. En este panorama encontrar juegos que no se puedan encasillar en un género específico y que al mismo tiempo ofrezcan una innovación es casi una necesidad. Y esa necesidad se ha unido "como anillo al dedo" con la producción de juegos independientes, de gente con pocos recursos, que no pueden atraer adolescentes con gráficos maravillosos y poniendo pechos en la pantalla. Estos juegos independientes tienen que ofrecer algo que los juegos más comerciales no tengan para así darse a conocer. Pueden destacarse por una buena historia o por algún aspecto novedoso. El caso que vamos a tratar, The republia times, es uno de estos juegos que destacan por la novedad de lo que presentan.
The republia times es un juego extremadamente sencillo en su planteamiento y en sus aspectos técnicos. La historia y el contexto no podían sino ser también sencillos: un gobierno totalitario te designa para dirigir uno de los grandes periódicos del país. Como director designado por el Estado tu labor será aumentar la popularidad del gobierno y legitimar su poder. Esto nos pone delante de una situación espeluznante que tiene ver con la manipulación deliberada de la realidad y con la omisión de información con el fin de que las acciones del gobierno sean vistas con buenos ojos por parte de la población. El modo de hacer esto es muy sencillo: en el lado izquierdo de la pantalla irán apareciendo diversas noticias y nosotros deberemos escoger aquellas que menos dañen la visión del Estado o las que, directamente, lo realzan. Siempre que no halla nada significativo podemos escoger noticias que tengan que ver con deportes o cambios climáticos: se minimiza (hasta el punto de hacer olvidar) los desastres militares o económicos. Una vez seleccionada la noticia en la parte izquierda debemos seleccionar el tamaño de la noticia e insertarle en el panel de la derecha. De ese modo queda un periódica que nos habla de lo bien que van las cosas.
Básicamente esto es lo que ofrece el juego: no hay combates, ni escenas con gráficos trabajados, ni una historia profunda. Solamente nosotros y nuestra labor de escoger las noticias apropiadas a nuestros fines. Ahora bien esos fines pueden estar encaminados en dos direcciones: llegado cierto momento podemos empezar a escoger información útil para la resistencia, noticias que hablan de la mala gestión del gobierno, los escándalos de sus dirigentes o los desastres militares ante los rebeldes a los que, de manera encubierta, podemos apoyar. Como vemos no es un juego que en principio ofrezca mucho aliciente. No es un juego en el que ganes o pierdas, ni en el que peligra la vida del protagonista. Pero quizá esa sea su grandeza: es un juego que sirve como medio que transmite un mensaje. Con toda su sencillez y falta adornos sirve para hacernos reflexionar sobre el papel que ejercen los medios de comunicación a la hora de "moldear" la opinión de la gente normal. Es evidente que lo hace de una forma "descarnada", una forma en la que no vemos los efectos que generan nuestras manipulaciones... pero no deja de ser inquietante saber que esto mismo ocurre con los medios de comunicación actuales. Por poner un solo ejemplo cercano: aquellos medios de comunicación que criticaban la gestación de la burbuja inmobiliaria y que se había "despilfarrado" dinero en el estado de bienestar, no tardaron en anunciar a bombo y platillo que la candidatura de Madrid a las Olimpiadas era algo bueno. Al mismo tiempo que decían que no podíamos "gastar" dinero en el estado del bienestar (educación, sanidad, etc.) no dudaban en decir que sería provechoso "invertir" 1.500 millones de euros en una olimpiadas que crearían empleo... Y claro que crearían empleo: se hubiera creado una burbuja inmobiliaria, solo que esta vez reducida en torno a Madrid.
Pero volviendo al juego está claro que este no puede ser examinado como un juego usual, puesto que su propósito es poco usual. No se puede juzgar teniendo en cuenta si es adictivo o no porque tampoco pretende serlo: el juego de hecho tiene una duración cortísima, que puede ir desde los cinco minutos a la media hora o algo más. En cualquier caso creo que este tipo de juegos son un paso adelante y significan que el videojuego es un medio tan legítimo como cualquier otro (novelas, cine, etc) para transmitir mensajes importantes. Espero poder conocer juegos de este tipo que, a pesar de los escasos medios con los que están hechos, presentan ideas innovadoras.
The republia times es un juego extremadamente sencillo en su planteamiento y en sus aspectos técnicos. La historia y el contexto no podían sino ser también sencillos: un gobierno totalitario te designa para dirigir uno de los grandes periódicos del país. Como director designado por el Estado tu labor será aumentar la popularidad del gobierno y legitimar su poder. Esto nos pone delante de una situación espeluznante que tiene ver con la manipulación deliberada de la realidad y con la omisión de información con el fin de que las acciones del gobierno sean vistas con buenos ojos por parte de la población. El modo de hacer esto es muy sencillo: en el lado izquierdo de la pantalla irán apareciendo diversas noticias y nosotros deberemos escoger aquellas que menos dañen la visión del Estado o las que, directamente, lo realzan. Siempre que no halla nada significativo podemos escoger noticias que tengan que ver con deportes o cambios climáticos: se minimiza (hasta el punto de hacer olvidar) los desastres militares o económicos. Una vez seleccionada la noticia en la parte izquierda debemos seleccionar el tamaño de la noticia e insertarle en el panel de la derecha. De ese modo queda un periódica que nos habla de lo bien que van las cosas.
Básicamente esto es lo que ofrece el juego: no hay combates, ni escenas con gráficos trabajados, ni una historia profunda. Solamente nosotros y nuestra labor de escoger las noticias apropiadas a nuestros fines. Ahora bien esos fines pueden estar encaminados en dos direcciones: llegado cierto momento podemos empezar a escoger información útil para la resistencia, noticias que hablan de la mala gestión del gobierno, los escándalos de sus dirigentes o los desastres militares ante los rebeldes a los que, de manera encubierta, podemos apoyar. Como vemos no es un juego que en principio ofrezca mucho aliciente. No es un juego en el que ganes o pierdas, ni en el que peligra la vida del protagonista. Pero quizá esa sea su grandeza: es un juego que sirve como medio que transmite un mensaje. Con toda su sencillez y falta adornos sirve para hacernos reflexionar sobre el papel que ejercen los medios de comunicación a la hora de "moldear" la opinión de la gente normal. Es evidente que lo hace de una forma "descarnada", una forma en la que no vemos los efectos que generan nuestras manipulaciones... pero no deja de ser inquietante saber que esto mismo ocurre con los medios de comunicación actuales. Por poner un solo ejemplo cercano: aquellos medios de comunicación que criticaban la gestación de la burbuja inmobiliaria y que se había "despilfarrado" dinero en el estado de bienestar, no tardaron en anunciar a bombo y platillo que la candidatura de Madrid a las Olimpiadas era algo bueno. Al mismo tiempo que decían que no podíamos "gastar" dinero en el estado del bienestar (educación, sanidad, etc.) no dudaban en decir que sería provechoso "invertir" 1.500 millones de euros en una olimpiadas que crearían empleo... Y claro que crearían empleo: se hubiera creado una burbuja inmobiliaria, solo que esta vez reducida en torno a Madrid.
Pero volviendo al juego está claro que este no puede ser examinado como un juego usual, puesto que su propósito es poco usual. No se puede juzgar teniendo en cuenta si es adictivo o no porque tampoco pretende serlo: el juego de hecho tiene una duración cortísima, que puede ir desde los cinco minutos a la media hora o algo más. En cualquier caso creo que este tipo de juegos son un paso adelante y significan que el videojuego es un medio tan legítimo como cualquier otro (novelas, cine, etc) para transmitir mensajes importantes. Espero poder conocer juegos de este tipo que, a pesar de los escasos medios con los que están hechos, presentan ideas innovadoras.
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