domingo, 30 de junio de 2013

El iluminismo rosacruz


    Dentro del campo de las ideas encontramos una abigarrada cantidad de datos que no siempre encajan unos con otros por las grandes dificultades que se le presentan al historiador: textos corrompidos o incluso desaparecidos, falta de datos... Las razones pueden ser muchas para que al final una obra de historia acabe por dar una explicación que no sea concluyente acerca de cierto periodo o hechos históricos. El renacimiento, como otros periodos, tiene esas dificultades y, al igual que en el estudio de otras épocas se ha corrido el riesgo de formalizar cierto relato del periodo excluyendo a cualquier otro tipo de narración histórica y creando una versión ortodoxa. De esta forma el relato que ha acompañado al renacimiento durante algún tiempo es el de ser un periodo sin mucha importancia: es la transición del medievo al racionalismo moderno de Descartes. De hecho, hay ocasiones en que se salta directamente de la edad media a Descartes sin tener en cuenta la rica historia del pensamiento que hubo en el renacimiento.

   Frances A. Yates es una autora que ha hecho lo posible por romper este molde o cliché y, aunque ya nadie pone en duda la importancia de su obra, el renacimiento sigue teniendo una presencia marginal en los planes de estudio. Personalmente en mi facultad no hay una sola asignatura dedicada a este periodo... Entre sus obras se encuentran Giordano Bruno y la tradición hermética, La filosofía oculta en la época isabelina, El arte de la memoria y algunas otras obras. La mayoría, si no se dedican al estudio del renacimiento lo hacen al impacto posterior (s. XVII). "El iluminismo rosacruz se dedica precisamente a examinar el impacto posterior de ciertas ideas del hermetismo y el neoplatonismo, tan influyentes en el renacimiento. La hipótesis que lanza al lector es la siguiente: los manifiestos rosacruces y los rosacruces mismos tuvieron una importancia y una influencia directa a la hora de crear instituciones del conocimiento como la Royal Society de Londres. 

   Para apoyar su tesis examina un movimiento que va desde Inglaterra hasta Europa central y el este: las influencias hermético cabalistas de pensadores del renacimiento. En primer lugar pone el foco de atención en la recepción de las ideas de Bruno, Pico de la Mirandola y otros en Inglaterra y su influencia directa en dos pensadores: John Dee y Robert Fludd. John Dee, pensador polifacético, filósofo, matemático y cabalista escribió su "Monas Hieroglyphica" con la que se ganó el respeto y el apoyo de la reina Isabel de Inglaterra. Sin embargo esto no le llevo a establecerse en Inglaterra. John Dee renunció a las comodidades del mecenazgo para viajar por Europa en busca de conocimientos. De este modo se propuso viajar hasta centro Europa y se paró algún tiempo en Hungría y otras partes. Durante todo su viaje provocó una gran impresión entre los sabios, sobre todo en Praga donde hubo muchos pensadores y alquimista que prestaron atención a sus enseñanzas. Michael Maier fue uno de esos alquimistas que fue influenciado por él. Maier era uno de los principales representantes del movimiento rosacruz que creía que una unión de los sabios llevaría a una nueva época de progreso. En su obra La fuga de Atalanta hacía incapié en la observación de la naturaleza para el progreso del conocimiento científico.

"Que la Naturaleza te guíe, y tu síguela en tu arte, 
porque errarás si no es la compañera de tu camino. 
Que la razón te sirva de cayado, y la Experiencia te asegure 
las luces para que con ella puedas ver las cosas lejanas. 
Sea la lectura la lámpara que despeje las tinieblas 
para que te guardes, prudente, del amontonamiento de cosas y palabras."

    A tenor de esto la autora nos va mostrando las relaciones del pensamiento en centro Europa e Inglaterra que, en última instancia, representaban la tentativa de una unión ideológica y política de Inglaterra y el Palatinado para reformar el panorama político (lucha contra los Austrias y sus constantes avances contra los protestantes) y el religioso (el Papado y su religión decadente). La relación entre estos movimientos ideológicos se muestran de forma muy convincente en una reinterpretación que hace la autora de Francis Bacon  de La nueva Atlántida -que no explicaré aquí porque sería muy largo-.... Aunque sí hablaré de algo curioso:
en los manifiestos rosacruces aparece en algunos momentos un ángel alado con una trompeta que simboliza la llamada a una nueva época gracias al conocimiento. Algún tiempo después de todo el movimiento que se produce en Alemania y el este de Europa del este, la Royal society se instaura gracias al rey Carlos II de Inglaterra  y en este grabado, que Yates analiza, encuentra la figura del ángel alado de los manifiestos rosacruces, coronando un busto del rey ingles. Bajo su ala se encuentra el mismo Francis Bacon. El otro hombre que aparece es William Brouncker, el primer presidente de la Royal society.

    Por esta y otras muchas razones Yates defiende la idea de que las ideas del hermetismo renacentista transformadas en un proyecto de reforma política y religiosa en los manifiestos rosacruces tuvo una relación directa con la creación de las reales sociedades comprometidas con la búsqueda de la verdad gracias a la unión de los sabios. El libro en sí mismo es interesantísimo, igual que la idea que lanza. Desde luego, rompe ideas preconcebidas acerca del mundo premoderno. Quizá lo único decepcionante es que no estudie de forma más extensa algunos textos pero esto tiene una razón. La razón de que no los analice más es porque quiere destapar las relaciones personales y científicas de los personajes para mostrar el recorrido de las ideas y su influencia. Solo me queda por decir que es un libro que interesará a todos aquellos que les guste la historia de las ideas, sobre todo el de este periodo ignorada o desatendido por muchos. En resumen, una auténtica delicia de libro





domingo, 23 de junio de 2013

Mimi wo sumaseba (Susurro del corazón)


    He tenido muy olvidado el blog en las últimas semanas debido a exámenes así que ha llegado el momento de solucionar eso; y he pensado que la mejor forma de hacerlo sería volviendo a algo que no pueda por menos que sacarnos una sonrisa cada vez que escuchamos algo sobre ello. ¿Qué mejor entonces que una película de Estudio Ghibli? Porque, ¿a alguien no le puede gustar alguna de sus películas? Entre sus películas puede haber algunas más intensas, más fantásticas o incluso más serias que otras pero todas tienen su encanto y es verdaderamente difícil olvidar la atmósfera que suele haber en sus películas, o la cantidad de música emblemática que uno puede escuchar sin cansarse.

   Mimi wo sumaseba es una de esas películas que quizá pasen más desapercibidas del estudio Ghibli. Quizá porque no es una película fantástica como las que últimamente estamos acostumbrados a ver. Es una película que además tienes unos cuantos años (1995). La película en cuestión nos enseña la vida de una chica adolescente llamada Shizuku, apasionada lectora que descuida sus estudios para leer constantemente. En verano es cuando más puede leer sin problemas y un día después de estar con varios libros se da cuenta de que en la ficha de los libros aparece siempre el mismo nombre: Seiji Amasawa. Se pregunta durante algún tiempo quién puede ser ese chico que siempre marcan las fichas de los libros. Por un encuentro fortuito se encontrarán y empezarán a conocerse. Al final habrá una fuerte relación amenazada por los proyectos de Amasawa, que desea ir lejos para aprender el oficio de hacer violines. Además de estos dos personajes nos encontramos con el abuelo de Seiji que es un anciano simpático y agradable de esos que siempre da gusto ver en la pantalla. El abuelo de Seiji jugará un gran papel entre ambos personajes guiando a Shizuku en los momentos en que se siente más perdida. Hasta ahora parece que falta algo que es una constante en las películas del Estudio Ghibli. ¿Qué es? La fantasía. Pero no hay que desesperarse, al final esta tiene su pequeña aparición en la película. La película tiene un corte muy realista en el sentido de que no hay nada maravilloso o fantástico en la historia principal... hasta que nuestra protagonista decide escribir una novela. Aquí, en su mente fantasiosa, mientras escribe la novela veremos algunas escenas con escenarios fantásticos que son bellísimos.
   
   La película nos enseña ese momento por el que todos pasamos en la adolescencia donde no sabemos muy bien lo que queremos y buscamos a tientas, con miedo, hasta encontrarlo. Es por eso que esta es una película en la que vemos el crecimiento personal de la protagonista, con sus dudas, pataletas y encantos hasta que encuentra un proyecto propio: escribir una historia fantástica. La película tiene un gran encanto y nos regala algunas imágenes soberbias y espectaculares. Ni que decir tiene que la música es más que correcta (no se cuantas veces he tarareado Country road en la versión japonesa). Una de las cosas que falla para mi gusto en esta película es el final. Me parece poco creíble y creo que incluso un toque realismo hubiera sido más adecuado para no dejarla simplemente en una película juvenil sobre adolescentes. Es una pena que esta película quedara en un "entretenimiento para toda la familia". Podría haber dado mucho más de sí.
 
Mi nota: 6