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miércoles, 1 de enero de 2014

Nuevos proyectos para un nuevo año



   Se acostumbra normalmente a hacer entradas de diversa índole en los blogs por estas fechas: unos para celebrar la navidad, otros para recordar la actividad de todo un año... unos pocos para hablar de proyectos. Normalmente yo no suelo hacer ninguna entrada de ese tipo por estas fechas, pero creo que quizá no estaría mal romper la norma. Eso sí, no la he rompido al principio de las navidades, sino el primer día del nuevo año (que no sé qué tiene de nuevo porque todos los años es "nuevo"). No hay mejor forma de empezar el año que rompiendo una regla. Una vez rota la regla digamos que no escribiré nada muy distinto a lo que se suele escribir por estas fechas: celebraré las saturnalias (que no las navidades), hablaré un poco de mi "trabajo" en el blog y mencionaré algún proyecto que ronda mi mente errabunda. El orden, por supuesto, no seré este.

   Empezando por mi "trabajo" en el blog tendría que matizar que cuando digo "trabajo" ya estoy insinuando que no me resulta una actividad placentera escribir (si es que se puede considerar "escribir" pulsar teclas). Hay personas para las que escribir es una actividad tan vital como respirar o comer. En mi caso no es así. ¿Por qué entonces me molesto en escribir aquí? Quizá lo que más pueda ilustrarlo sean aquellas fichas de lectura, pequeñas, que hace mucho tiempo se utilizaban para dejar constancia de los libros leídos. En ellas siempre aparecía un breve resumen que contenía alguna idea principal del libro. Y esa ficha era guardada en algún oscuro cajón, esperando ser abierto y leído, para rememorar la lectura. De forma parecida concibo este blog: un cajón (aunque esta vez no oscuro) en el que escribo breves líneas sobre algunos libros que leo para, de vez en cuando, rememorar la lectura de algún buen libro que no tengo tiempo para leer. Esto significa que casi todo lo que publico en este blog tiene tiene una finalidad privada más que pública... Y todo esto lo digo porque hace poco una persona a la que aprecio considerablemente me sugirió que hacía reseñas extensas de libros y que eso podía aburrir... lo cual es cierto: mis reseñas tienen un carácter descriptivo más que valorativo, es decir, pretendo dejar escritas unas cuantas ideas principales más que enjuiciar si el modo de exponer o narrar esas ideas es bueno o no. Intentaré cambiar eso equilibrando esos dos aspectos. También intentaré hacer más reseñas sobre novelas, ya que entiendo que los ensayos filosóficos son algo pesados.

   El otro tema que quería tratar es el de "esos proyectos" que mencioné. Las ideas que se me han ocurrido tienen como fin "dar vida" a este blog. Digo dar vida porque normalmente solo escribo reseñas de libros (una por mes aproximadamente) y, cuando uno tiene 3-4 prácticas de la universidad a la semana, no puede leer tochos 300, 400 o 500 páginas y reseñar esos libros. Por eso he pensado en intentar escribir más sobre anime y crear una nueva sección dedicada a juegos (y especialmente a videojuegos) con el fin de añadir variedad y dar continuidad al blog. Ya iré perfilando mejor la idea de la sección sobre videojuegos y los pocos visitantes que honráis este lugar con vuestra presencia advertiréis que no será publicar "reviews" de juegos nuevos o antiguos.

   Después de hastiar vuestras mentes con estas líneas, intentaré que el sufrimiento no se prolongue demasiado y por eso os digo ya (y no antes, pues el motivo oscuro de esta entrada era importunaros xd) que os deseo unas felices saturnalias en las que el protagonista principal sean los buenos momentos y no el consumismo espurio de estos días.





jueves, 21 de noviembre de 2013

Breve crónica del V salón del manga en Murcia



   Hoy podemos decir que, lamentablemente, ha terminado el V salón del manga de Murcia. Ni que decir tiene que en los días que ha tenido lugar el evento ha contado con un aforo masivo, superando las 20.000 visitas (un número mucho mayor que el de cualquiera de las anteriores ediciones). El evento ha tenido una ajetreada agenda que incluía una gran diversidad de actividades que iban desde el visionado de películas a charlas, concursos de cosplay o pequeños cursos sobre japonés y manualidades. Obviamente no se podía asistir a todo así que pretendo dar mis impresiones sobre el salón del manga de este año y más concretamente de los actos a los que pude asistir. 

  Uno de las mejores cosas que se puede decir de estos eventos es que no solo son un lugar de compra, no es un lugar donde solo haya tiendas. No, también es un lugar de encuentro, diversión y aprendizaje. Sus charlas y talleres son muy instructivos a la par que entretenidos . Yo asistí  a varias de esas charlas pero me centraré en hablar un poco de solo dos para que así quienes no pudieron ir sepan un poco de lo que se habló. La primera de esas charlas que mencioné trataba temas de mitología japonesa y hablaba sobre distintas historias acerca de dioses y su representación en el anime.

   Como en cualquier mitología, la japonesa comparte ciertas similitudes con las demás: es la primera forma con la que los hombres damos sentido al mundo que nos rodea y a nosotros mismos; una forma distinta podría ser la filosofía o la ciencia. Así el origen del mundo y del hombre queda explicado. Uno de los mitos que explicaba el nacimiento del mundo está representado por la relación que mantuvieron los dos primeros dioses, Izanagi e Izanami. De su unión surgieron 8 islas de Japón y una gran cantidad de dioses... Cuando Izanami estaba en el parto de su próximo hijo, el espíritu del fuego, falleció. Nada más ocurrir esto, el dios amante de Izanami, mató al nuevo dios y fue a buscar a la fallecida al lugar donde estaban los muertos. Este descenso al reino de los muertos recuerda a Orfeo, de la mitología griega, cuando fue al Hades a salvar a su amante. El resultado en ambas historias es igual de infortunado. El fracaso prevalece y no queda más que aceptar la muerte del otro. Después de salir del Yomi (el mundo de los  muertos) el dios-amante Izanagi sintió la necesidad de limpiarse y fue al arroyo de una de las islas japonesas. Mientras limpiaba sus ojos y su nariz nacieron Amaterasu, Tsuki y Susano, entre quienes repartió el cielo, la tierra y el mar. Después de esto él se retiró al cielo.

   Esto no era lo más interesante (más que nada porque esto se puede saber leyendo el "Kojiki") sino porque se hablaba de cómo distintas criaturas de la mitología japonesa aparecían con cierta frecuencia en algunos animes. De estos últimos ponía como ejemplo una serie bastante popular: Claymore. En esta serie aparecían esos seres llamados yomas: monstruos que deboran las entrañas de los hombres para obtener alimento. Entre estos se encontraban tanto los obake como los jorogumo.




   La otra charla a la que pude asistir versaba sobre el tema de las lolitas... y, evidentemente, yo tenía las misma idea vaga que tiene la gente común que no sabe sobre el tema: automáticamente relaciona el tema con la Lolita de Nabokov. En mi caso también lo asociaba a las idol japonesas (que nadie me mate por esto xd). Lo cierto es que tenía que ver con algo muy distinto: es un modo de vestir inspirado en el siglo XIX inglés. Se empezó a poner de moda gracias ciertos grupos de música rock que utilizaban este estilo decimonónico. Tuvieron tanta influencia que crearon tendencia en Japón. Más tarde los europeos importaríamos este estilo al que se le había dado una vuelta de tuerca, modernizándolo y creándose subestilos. Así, hoy podemos hablar de distintos estilos dentro del lolita: están aquellos que se inspiran de forma más fiel a la vestimenta de la Inglaterra victoriana y aquellos que le han dado un toque más innovador (hasta el punto de que parece que hay quienes discuten que eso pueda llamarse vestimenta lolita). Dentro del lolita hay vestimenta tanto para hombre como para mujer. La ropa de varón sería similar a la de los personajes de Kuroshitsuji: largas chaquetas y levitas elegantes.

 
   Tengo que confesar que yo era de los que entraron con una sonrisa burlona de oreja a oreja... pero cuando salí mi opinión respecto al tema cambió considerablemente. Me hizo reflexionar ligeramente. Entonces me di cuenta de que 50 minutos antes yo discriminaba con la misma facilidad con la que otras personas discriminan por el mero hecho de que alguien lea, vea anime o simplemente tenga un gusto que no sea "normal". Y he aquí la grandeza de un salón del manga: en él se reunen personas distintas al ciudadano medio, todas esas piezas solitarias que se diferencian de la mayoría. El miedo al otro, "al distinto a mi" siempre genera exclusión: no conociendo la realidad de la otra persona autoafirmo la mía y la de quienes son como yo. Así es como las mayorías siempre discriminan a las minorías y todo lo que ellas representan porque de este manera reafirman su modo de vida y sus costumbres como "el verdadero, el bueno de verdad". El hecho de que todas esas piezas peculiares, distintas al resto puedan reunirse en un mismo lugar durante varios días para disfrutar de las mismas aficiones es algo que ya tiene mérito. Podríamos decir que estos eventos son un lugar de sonora catarsis que evidencian la silenciosa (y a veces no tan silenciosa) discriminación que nuestras sociedades modernas ejercen sobre sus minorías.

   Precisamente me hizo reflexionar sobre esto una chica, que en el turno de preguntas de la segunda charla, contó su historia: una de esas historias que entristecen a cualquiera... No tuvo una adolescencia fácil y todo por ser distinta. A ella y a todos los que son minoría les dedico estas líneas (a pesar de su escaso valor) y les recuerdo aquella frase que decía Don Quijote cuando unos pueblerinos se reían de Sancho y de él: "Ladran, luego cabalgamos".







lunes, 1 de octubre de 2012

El político o el moderno ilusionista

   Recientemente ha suscitado un interés en mi el continuo proceso, iniciado hace algún tiempo, de entusiasmo político por parte de la gente normal. Y digo ese me "ha suscitado" porque creo que por primera vez desde hace algún tiempo ha nacido un compromiso serio por parte de los ciudadanos con la política. Hasta hace poco la apostura habitual era el desinterés, el decir "todos son unos mentirosos y unos ladrones". Alguien podría enarcar una ceja y decir: ¿acaso lo que se dice no tiene algún fondo de verdad? Ciertamente tiene un poso de verdad. La diferencia con la actitud de ahora es que en este momento se dice de una forma edificante, es decir, que se está generando un discurso coherente y argumentado capaz de convencer a la gente de que en realidad están pagando lo que no les corresponde pagar. Es en este instante cuando la permisividad no tiene cabida y se alza un sonoro "No" dirigido contra el engaño y la usura, contra los mentirosos y los estafadores...En suma, contra los propietarios ilícitos y sus protectores. La consciencia que ha despertado este discurso alternativo es el que ha posibilitado los movimientos sociales que se han levantado no ya como iniciativas, sino como actores de tal discurso. Y esto que está sucediendo es una muestra inmarcesible de "entusiasmo" por la política: muchas personas que hace algunos años no sabían cómo se llamaban algunos de los ministros, hoy sí saben quienes son los que dictan las leyes que harán que sus derechos se vean vulnerados. Y el conocimiento de ese mundo les ha llevado a querer ser actores y no meros espectadores. El entusiasmado ya no quiere ver, ahora quiere intervenir. Y he aquí el descubrimiento del entusiasmado en sus indagaciones: la democracia tal y como la entendían los griegos. En la democracia griega no existía pasividad por parte de los ciudadanos: en ella el pueblo era quien decidía lo que se debía hacer en cada momento. El entusiasmo del entusiasmado no ha esperado y se ha lanzado a la acción: se ha pedido una democracia que sea digna de llamarse así.

   La clase política, consciente de esto, y sin la voluntad necesario para llevar a cabo un cambio se ha convertido en una especie de dique de contención o de muralla que impide cualquier cambio. Esta no es una tarea fácil, y desde luego no se puede defender sin unas técnicas que le permitan "argumentar" y "convencer" al ciudadano de a pie de que tal cambio es ilegítimo. El lugar desde el que se dispone a luchar, según mi opinión, no está en las plazas, desalojando manifestantes, sino en la imagen. Ha llegado a convencerse de que utilizando imágenes tendrá un recurso que le proporcione una ventaja sobre aquellos que quieren un cambio. En el momento en que esta clase ha fijado su estrategia, y no pretende mostrar sino imágenes reconocibles por los ciudadanos, se convierten en una suerte de ilusionistas o magos que hacen ver un artificio con el que se pretende cegar, o al menos no hacer visible, aquellos elementos que le son molestos. ¿Cuál es el método que emplea para no dejar ver aquello que no le gustaría enseñar? La respuesta ya la anticipamos antes: el uso de la imagen.  Con el uso de la imagen se pretende hacer valer la célebre frase "una imagen vale más que mil palabras". Ahora bien la imagen mostrada es la imagen que hace visible la realidad que se quiere defender, y esto es lo que los lleva a convertirse en una especie de "brujos", capaces de crear ilusiones lo suficientemente fuertes como para hacer creer que son verdaderas. Cuando digo ilusiones no me refiero a expectativas, sino a la capacidad de crear una realidad producida, alterada y anormal en el que la verdad es en realidad una mentira. La forma en que esto se puede llevar a cabo es a través del estereotipo porque, así, se hace visible a través de unas figuras reconocibles por todos un lenguaje que descalifica al oponente. Es un recurso perfecto para eliminar de la discusión a algún participante y desde luego es la forma en que se defiende aquello que no puede defenderse.

    El  caso de estereotipo fomentado por la clase política que mejor ejemplifica su estrategia se muestra en un concepto escuchado a menudo últimamente: es el concepto de antisistema. Cada vez que hay alguna manifestación que pretende hacer reconsiderar al ejecutivo, e intentar llegar a un entendimiento, a una conversación con él sobre los grandes problemas para iniciar una nueva etapa, éste se niega y declara que la manifestación es violenta y que en ella hay todo tipo de grupos antisistemas y de extrema izquierda. Conseguido el estereotipo ya solo queda una tarea: difundirlo por los medios de comunicación y esperar que este relato, en un principio inverosímil, sea completamente razonable. Esta es la transformación que hace diariamente la clase política sirviéndose del ilusionismo. Lo hacen de una forma tan exquisita que son capaces de cambiar una manifestación pacífica en un golpe de estado, a un manifestante en un belicista y un acto antisistema en algo democrático.

   El acto antisistema al que me refiero es la reforma de la constitución no consultada que se llevó a cabo el año pasado. En dicha reforma la clase política daba prioridad al artículo 135 sobre el 1º. Dicho de otro modo: se dio prioridad al pago de la deuda sobre los derechos sociales. Un acto que horada las mismas bases de la Constitución sí que es un acto antisistema, puesto que "destroza las bases del sistema". Los políticos o los modernos magos utilizan sus artes de ilusionismo para culpar de lo propio al resto, y así es como vemos que el demócrata que pide sus derechos es un antsistema y el antisistema que derrumba las bases del Estado pasa por demócrata. Las ilusiones que consiguen crear convencen a muchas personas... Habrá que cuidarse de todo lo que venga de ellos.