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miércoles, 18 de enero de 2017

Shouwa genroku rakugo shinjuu


    Mucho se perdió tras la segunda guerra mundial, tanto en occidente como en oriente. Shouwa Genroku rakugo shinjuu (qué nombre más complicado, joder) se ubica antes de esos hechos, pero también durante y después. En una pequeña casa, en la intimidad de un pequeño teatro, la serie habla de la pérdida de un arte antiguo: el rakugo. Dicho arte consistía en contar historias de todo tipo a un público. No es nada fácil aunque pueda parecerlo en un principio. No todo el mundo tiene la gracia que requiere una historia picarona, ni la gravedad que exige una historia de terror. Muchos años de práctica, modulando la voz y aprendiendo la clásicas historias, son necesarios para llegar a adquirir maestría en tal habilidad.

    El modo en que un joven irrumpe a un maestro de rakugo, Yakumo Yurakutei, da comienzo a una historia interior. El maestro rememora sus primeros días de juventud, cuando ingresó en la casa del maestro rakugo que le enseñaría lo necesario de la técnica. Allí conoce al que será su amigo, casi su hermano, para toda la vida (Yin para los amigos). Uno y otro van trenzando en lo sucesivo una historia de aprendizaje, espectativas y frustraciones. Uno representa el talento natural, que necesita de poco entrenamiento para destacar, mientras que el otro encarna un espíritu severo, de hábitos y trabajo constante. Ambos tienen altas espectativas y, por si no fuera poco las dificultades que les pone el rakugo, la vida también les irá brindando buenas y malas experiencias. El anime se convierte, entonce, en una crónica de ambos jóvenes que no pierde el punto de vista en ningún momento: quien nos la cuenta es Yurakutei. Todo lo que vemos, escuchamos y pensamos está orientado según su recuerdo.

   Sí, se que todo esto es un jaleo de nombres, pero merece la pena. La serie sabe conquistarnos sin necesidad de grandes cosas. El tañir de las cuerdas de un shamisen, una historia de rakugo, una conversación con un poco de sake de por medio... son todos momentos sin grandilocuenciencia, pero que están bien ejecutados con animación embelesadora, invitándonos siempre a ver el próximo capítulo.

   Respecto a la historia es cierto que hay algún giro forzado a lo largo de los trece capítulos, pero lo compensan con un ritmo constante y sin grandes cambios... Cosa que no nos vuelve invulnerables a las penas de los personajes. Yurakutei (Bon es su nombre original) mira con recelo a Yin durante gran parte de esos capítulos. La naturalidad de su arte es algo que no es capaz de alcanzar por mucho que se encuentre. Un buen tramo de la historia estará dedicado a la búsqueda de su estilo en rakugo. La otra parte estará más centrada en su relación con una mujer y en las alteraciones que esta provoca en el precario equilibrio que hay en las relaciones entre Yin y Bon.

    De la animación no hay mucho que decir. Es sobresaliente y la verdad es que se han marcado un buen punto en esta parte el equipo productivo. Todos los escenarios están realizados atendiendo a los detalles, con lujo y colorido. Aquí, en parte, radica el encanto del mundo que se nos presenta, acompañado con una música que no destaca demasiado. Esta es quizá la única mancha de una serie que es sobresaliente alejándose de las series de corte juvenil que pululan en la animación japonesa. Se que no he desgranado demasiado la serie pero es que es mejor que vean la serie en vez de leer reseñas. Créanme: merece la pena.

sábado, 26 de marzo de 2016

Death parade



    De las manos de Madhouse nos llegó el pasado año una serie que tuvo cierto eco en el panorama del anime. Death parade. Sin poder contrastar con series de la misma temporada (ya que apenas veo anime en los últimos tiempos), he decidido que es merecedora de dedicarle unas breves líneas. En caliente, apenas pasados unos pocos minutos de haberla terminado. La espontaneidad de las primeras impresiones puede ser más certera que el pensamiento macerado por el tiempo.

     La historia que nos presenta Madhouse gira en torno a una extraña circunstancia. Personas que no recuerdan nada aparecen en una sala donde se encuentran a un señor de aspecto grave que, sin decirles nada, solo insiste en que juequen a un determinado juego. Sin saberlo, los participantes asisten a un juicio en el que se decidirá si sus almas son salvadas o no. El hombre de carácter serio que mencionamos, Decim, hace que durante los juegos vayan rememorando recuerdos de su anterior vida y, durante el juego, juzga si sus vidas merecen ser salvadas o mandadas al limbo. Se establece una unión constante entre el juego y la vida, pues mediante la primera se decide sobre la segunda. Los personajes que van siendo juzgados por Decim muestran todas sus frustraciones, amarguras y sentimientos a lo largo de los capítulos. Pero no todas las historias están encaminadas a ofrecernos retratos descarnados y violentos de la condición humana. También hay historias encantadoras con gente entrañable. La señora que aparecerá en el cap. 10 es un buen ejemplo de ello. 

    Tal y como está planteada la serie resulta difícil establecer un nexo que abarque todos los caps, pues cada uno es diferente del resto. A pesar de ello, los creadores se las apañan para que no sea una amalgama de cosas inconexas, una serie de historias completamente separadas. A ello ayuda sin duda la brevedad de la serie, que no se prolonga más allá de los 12 caps que nos han brindado esta pasada temporada. Desde el primero hasta el último de ellos veremos esta situación repetida una y otra vez, pero siempre cambiada sutilmente (supongo que con el fin de no cansar al espectador). Los escenarios no irán más allá de dos o tres... Y no son solo los escenarios escasos. También pocos pensonajes hay: básicamente podemos enumerar muy pocos y todos ellos apenas esbozados. Supongo que la razón de ello es que se ha querido dar preeminencia a los juicios y las historias separadas que nos presentan. Es por eso que esta no es una serie en la que los personajes se desarrollen demasiado y, cuado esto ocurre, casi queda reducido al último tramo de la serie (que es muy emotivo, dicho sea de paso). Hasta ese momento nos encontraremos a Decim juzgando impasblemente a sus invitados. ¿Será una casualidad que Decim maneje hilos? ¿No eran las parcas quienes también los empleaban para tejer la vida de las personas? Átropos era la encargada de cortar el hilo de la vida de los hombres, de dar el punto y final. De forma similar, Decim resuelve el final de aquellos a los que "juzga", ya sea enviándolos al olvido o decidiendo que se reencarnen. Si bien la vida de los juzgados no es representada mediante un hilo que es tranquilamente cortado, parece que no es casualidad el hecho la elección de que Decim maneje "hilos" con los que apresar a sus enjuiciados si estos deciden no seguir los pasos que él les indica.



    Resulta curioso el contraste entre el opening y el carácter real de los personajes. En otras series se intercalan momentos graciosos a modo de contrapuntos a una historia seria; sin embargo, no ocurre lo mismo con Death parade. Los contrapuntos son tan escasos que quedan reducidos casi en su totalidad a un opening "animado" donde todos ponen cara bobalicona y bailan. Quitando esto lo que tenemos es una serie escatológica y con un tono bastante serio. En los últimos capítulos se intensifica eso con toques algo dramáticos que ya se van intuyendo antes de que se presenten. Ayuda a ello el uso de piezas musicales que dan el toque necesario. En efecto, el apartado musical cumple sobradamente su cometido y acompaña muy efeicazmente el desarrollo de la trama. Me gustaron bastante las piezas de piano.

   En cuanto a los personajes poco hay que decir. Como ya dije más arriba al ser una serie de carácter episódico, de compartimentos con distintas historia sin hilo común que las abarque y desarrolle, los personajes no encuentran lugar para desarrollarse. Es algo que hace que la serie de menos de sí. Hay algunos de los personajes que podemos contar sus apariciones con los dedos de las manos y que quedan apenas caracterizados. A pesar de ello se le toma algo de cariño al personaje principal con su eterna e imperturbable poker face. Sobre todo por el modo en que se va desarrollando, que nos recordará a aquellos ángeles que había en el filme de "El cielo sobre Berlín" (SpoilerComo dice cierto personaje acerca de los jueces: "Somos muñecos. Nunca vivimos... y nunca morimos". Pero en el cap 7 vemos que Decim guarda los maniquíes en los que antes han estado las personas que juzga. El personaje principal se aferra a ellos porque envidia la incompletitud de esas personas que han tenido una vida emocional, mejor o peor, pero que la han tenido).Es una auténtica pena, por otro lado, que algunos aspectos de la serie no lleguen a desenvolverse. El personaje de Nona prometía ser el elemento más intrigante e interesante de la serie, pero finalmente queda en nada, al igual que su hilo argumental (y no diré más para no incluir otro spoiler).



    Para ir concluyendo diré que Death parade ha sido una grata sorpresa. Es un producto lo suficientemente cuidado como para merecer mi aprobación. No creo que roce las cumbres del género (sean cuales sean porque yo tampoco he visto una gran cantidad de anime), pero sin duda es una digna muestra de calidad y no necesita de mi recomendación para verla. Simplemente entren al bar de Decim y juzguen por sí mismos la calidad de sus bebidas y todo lo que les pueda ofrecer.

jueves, 24 de abril de 2014

Shingeki no Kyojin (El ataque de los titanes)


   En su día ya tuve la tentación de escribir mis opiniones sobre El ataque de los titanes, pero fueron dos las razones que me llevaron a no ponerme delante del teclado. La primera estaba relacionada con que no me sentía capaz de ser mínimamente imparcial (cosa que no pretendo ahora); la segunda tiene que ver con que prefería hacerlo cuando se cerrase la serie para así hacer un crítica de conjunto... Pero después de saber que nos queda algo de espera  he decidido que sería mejor no postergarlo más. No pretendo añadir nada a todo lo que ya se ha dicho ni tampoco ser polémico. Lo que aquí dejo son, simplemente, algunas de las impresiones que tuve de esta serie.

    El ataque de los titanes se sitúa en un mundo ficticio (como casi todos los animes) donde los humanos deben vivir en fortalezas de altos muros. Y más les vale que esos muros sean bien altos pues son su única defensa contra una raza de gigantes. Estos gigantes se dedican a devorar humanos con el mismo afán que si fueran setas con jamón. En una época en que los zombis aparecen por cualquier parte parece como si el creador del manga hubiera cogido estas criaturas cambiando su tamaño, el punto débil y el nombre de zombie por titán. Si a esto le añades tipos que pueden volar con espadas, escenas de combate que dejan con la boca abierta a más de uno y lo agitas te da como resultado Shingeki no kyojin. No es una idea muy original, ni muy convincente pero sorprendentemente funciona. Son muy pocos los elementos que se van presentado en la serie para aportar riqueza a este mundo ficticio pero de alguna manera consiguen que no parezca estúpido. No sabemos demasiado de la organización social de los humanos (más allá del ámbito militar), ni de sus costumbres, ni del origen de los titanes, ni de muchas otras cosas. Sin embargo con los pocos elementos que muestran consiguen que la serie vaya hacia delante sin dejar en el camino ninguna incongruencia grave. No podemos decir que el mundo que nos recrean sea inconsistente, aunque sí poco profundo.

   En ese mundo poco ambientado que comentábamos vamos a ver a los personajes que en general son bastante mediocres. El primero de la lista (tanto en importancia como en mediocridad) es el protagonista, Eren. Tiene todos los rasgos que hacen que un personaje sea antes un estorbo que un aliciente para la trama: es estúpido, terco, chilla más que habla y para agravarlo todavía más es inútil (cosa esta última que solucionan en la serie con una triquiñuela). El resto de personajes oscilan entre lo malo y lo mediocre. Mención especial para Mikasa, la "hermana" de Eren, cuyo guión en la serie se reduce a un "¿dónde está Eren?". El resto de personajes en general no tienen muchas oportunidades para mostrar qué tipo de personaje son. Levi es un ejemplo de eso: no sabemos nada de él, simplemente le vemos haciendo acrobacias maravillosas en el combate. El personaje que quizá esté más caracterizado es Armin, el "cerebro" del grupo. Es un chico débil pero perspicaz, que siempre tiene un buen plan. Junto a estos tenemos a unos personajes que apenas aparecen pero que cuando lo hacen engrandecen la pantalla: el general Pixis y Erwin. Este último apenas lo vemos pero cuando lo hace sabes que algo importante se cuece sin que te estés enterando. Ese misterio que envuelve su figura y sus planes es algo que le da vida a la serie.


   Como vemos, la plantilla de personajes no es muy prometedora y sin duda es el peor aspecto de la serie. Creo sinceramente que se podrían haber esforzado en crear personajes de más enjundia. Tiempo para caracterizar a los personajes no les ha faltado en los 25 capítulos. Han preferido emplear ese tiempo sin embargo, en ponernos resúmenes de dos y tres minutos, además de algún capítulo insustancial (el capítulo 19 es un ejemplo), que en profundizar en los personajes. Los creadores del anime han tenido muy poco acierto con este aspecto en la serie y su falta de habilidad para desarrollar una historia con buenos personajes solo es comparable a su incapacidad de mantener el ritmo de la trama. Los primeros capítulos son redondos. Con un inicio de infarto que se alarga durante un par de capítulos en los que vemos a los personajes más importantes desarrollarse. Hasta el capítulo 8 esta serie continua con una gran cantidad de misterios y giros que hacen que te mantengas delante de la pantalla. El resto de la serie no mantiene esa dinámica y funciona a base de ser épica en algunos momentos o de ser aburrida en otros. Como ejemplo creo que se podría poner el arco argumental del juicio a Eren, aburrido y alargado en exceso para sacar tiempo. Este arco argumental contrasta completamente con la serie de capítulos que van desde el 17 al 22 y del 24 al 25 que son, simplemente, una maravilla. En parte son tan buenos por el contraste con los otros arcos argumentales más lentos, y en parte porque verdaderamente son geniales. La genialidad de estas capítulos reside en unas escenas de combate excepcionalmente bien hechas, cargadas de adrenalina y que hacen que en más de una ocasión vuelvas a ver la escena una y otra vez.  Pero la calidad de la animación no siempre está bien. Para empezar cuesta pensar que estos gigantes sean enemigos terribles que están a punto de destruir a la humanidad cuando te los presentan de este modo:


   

    Es muy difícil no ridiculizarlos. De hecho la primera ocasión que vi uno me reí bastante. Por fortuna luego nos van dando cosas más dignas, que hacen que empieces a tomarte más en serio Shingeki no kyojing. El cúmulo de cosas malas se amontona y sin duda tiene fuerza suficiente para tumbar toda la serie. Esto sería así de no ser por las escenas de combate que ya comenté. El combate entre los dos titanes del capítulo 21 es IMPRESIONANTE. Es en estas ocasiones cuando vemos la ventaja que proporciona la animación sobre cualquier otro medio expresivo. La calidad de esas escenas y otras del mismo estilo colman con creces el vacío de todos los aspectos negativos de la serie. ¿Pero qué sería de esas escenas sin una buena música? Shingeki no Kyojin tiene tanta magia en sus escenas gracias a una música que, sin riesgo a equivocarme, es  un auténtico acierto. La música acompaña a la acción, a la lucha, a la muerte y a la desesperanza que se nos muestra en la serie y sin ella no sería lo mismo nada de lo que aparece. Si las escenas más épicas las dejamos sin sonido nos damos cuenta del importantísimo papel que ejerce la música en esta serie. La música aquí es más que mero acompañamiento sonoro, es esencial para las escenas. Recomiendo encarecidamente a todo el mundo que escuche la ost, especialmente "Vogel im kafig", "Counter attack" y "E.M.A"



   La serie no es desde luego la maravilla que se ha dicho que es. Es sin duda recomendable, adictiva y espectacular pero no lo mejor que uno pueda ver. Creo que muchos de los que se emocionaron con SAO en 2012 has sido los mismos que han alabado en exceso a Shingeki no Kyojin, y de ahí que haya sido la serie más mitificada del año pasado.

lunes, 24 de marzo de 2014

Kino no tabi (Los viajes de Kino)


   Cuando vi Mushishi pensé que me había topado con una de las series más cuidadas que se había visto. No obstante, como ya señalé la estructura de sus capítulos autoconclusivos me incomodaba ligeramente. Lo que no sabía es que mucho antes había una serie de corte similar con capítulos del mismo tipo y llamada "Los viajes de Kino".  La descubrí por accidente en uno de esos blogs abandonados que uno se encuentra por la red, de esos que llevan tanto tiempo sin usarse que se asemejan a unas ruinas o una mazmorra en las que nadie entra. Como en toda mazmorra buena uno tiene que introducirse para encontrar algún que otro preciado cofre. En este caso me encontré uno y de los buenos. El blog era muy bueno y entre sus recomendaciones estaba esta serie.

   Una vez descargado pensaba que me pasaría como con Mushishi y al final me acabaría cansando su estructura... pero para mi sorpresa no fue así. De hecho el primer capítulo me dejo con la boca abierta. Decir con la boca abierta es poco. Fue una sorpresa en toda regla. No imaginaba que tuviera tanta calidad. De hecho esa sensación no la había tenido desde Monster, la adaptación del manga. En parte se debía, sin duda, a que me esperaba algo que estuviera bien, pero ni por asomo tan bien como en realidad es. Después de sobreponerme a la sorpresa continué capítulo tras capítulo viendo cómo el personaje principal, Kino, un viajero, se dedicaba a ir de un lugar para otro. Visitaba ciudades, pueblecitos encantadores y lugares de toda índole. En cada uno de los lugares por los que iba pasando se encontraba con gente muy distinta que tenía modos de vida muy dispares. Los personajes que se nos presentan pueden ir desde encantadoras ancianas, robots displicentes o auténticos dementes. A través de los ojos de Kino vemos sociedades de todo tipo pasar por la pantalla y, lo más sorprendente, es que esto no se desgasta, siempre consigue parecer refrescante. En modo alguno podías prever el tipo de sociedad que te encontrarías. Las sociedades con las que se va encontrando siempre parecen en un principio lugares idílicos en los que vivir. Tal y como se nos relatan en un principio bien parecerían utopías hechas realidad. Pero conforme va a avanzando el capítulo empiezan a aparecer detalles inquietantes hasta que al final el tipo de sociedad que parecía tan bien intencionada y perfecta resulta no serlo. En efecto, en la serie vemos cómo los hombre en sus distintos modos de organizarse acaban cayendo en la red de lo que han creado. La sociedad que supuestamente iba a ser buena se convierte en una red que apresa a sus individuos. Hay un capítulo que es ejemplar en esto que digo. En él nos encontramos un lugar donde la tecnología ha avanzado tanto que los hombres ya no tienen que hacer las labores pesadas del trabajo físico. Todo está automatizado, no falta de nada y viven en un ambiente perfecto. Sin embargo el peso que cargan es el de tener que controlar el manejo de robots. Todos los habitantes se reúnen en unas gigantescas oficinas en el centro de la ciudad para llevar a cabo esa tarea en una rutina estresante. Lo que en un principio les iba a liberar de toda tarea les acaba obligando a hacer una mucho peor. En otras palabras: buscando ser libres acaban siendo esclavos de lo que habían planificado.

   En medio de todos estos viajes está por supuesto nuestro personaje principal, Kino. Al igual que en Mushishi no sabemos demasiado de él y, de hecho, el protagonista es más todo lo que ocurre en la serie que el personaje. No llega a ser un personaje mudo, sin importancia pero lo que ocurre no tiene que ver con sus acciones en la mayoría de los casos. Kino es la excusa que permite ponernos delante todas las historias que se nos cuentan. Pero esto no es un defecto. No quiero decir que simplemente sea una herramienta o una hoja en blanco para contarnos lo que pasa alrededor. De hecho, en la serie está muy bien manejado y pese a su carácter hierático y taciturno funciona muy bien. Un personaje shonenístico (no se si se puede utilizar así esta palabra) no solo no quedaría bien en esta serie, sino que directamente la arruinaría. El carácter frío de Kino no sirve desde luego como aliciente y por ello no será un personaje que llene la pantalla con su carisma. Pero ese carácter tiene, hasta cierto punto, una justificación que iremos viendo en algún que otro momento de la serie. Al final de la serie (y cuando digo "final" lo digo literalmente) por fin se nos muestra un personaje más humano. Lamentablemente no hay más personajes de los que hablar puesto que al ser capítulos autoconclusivos no hay personajes secundarios. El único que desempeña ese rol es la moto de Kino que tiene la habilidad de hablar. Suena muy descabellado que una moto pueda hablar pero bueno... la nave de los argonautas, Argo,  también hablaba y nadie ha criticado a los griegos por ellos (a parte de que no tendría sentido).


   Con algunos de los elementos que hemos comentado ligeramente ya nos damos cuenta de que Kino no tabi no es una serie que pueda gustar a todos. No hay un personaje que llene la pantalla, no hay una trama "in crescendo", ni escenas con adrenalina como en Shingeki no Kyojin. Algunos la tildan de "pretenciosa" pero sinceramente no entiendo esa crítica. A diferencia del cyberpunk (Ergo proxy, Ghost in the shell o Serial experiments Lain) aquí no encontramos abstrusos diálogos ni argumentos enrevesados. Los diálogos son claros y las historias se presentan de forman tan rápida que pueden caer en cierta superficialidad, pero en ningún modo creo que se la pueda llamar pretenciosa. En cuanto a lo de superficial sinceramente no se cómo se puede profundizar más en una serie con capítulos autoconclusivos. Si bien alguien puede decir que no son profundos no creo que pueda decir que son superficiales.

   Para ir concluyendo voy a terminar diciendo algo muy claro: el que quiera acción que desborde la pantalla que vea otra serie. En cambio, si estás dispuesto a ver algo diferente a las cosas más famosas que salen hoy por hoy creo que esta puede ser una elección adecuada. No voy a decir que es lo mejor que he visto en mucho tiempo, pero sí diré que esta serie me deja un grato recuerdo. Puede que no tenga personajes carismáticos, puede que no tenga historias complejas, puede que no tenga una buena animación... ¿pero a quién le importa cuando hay alguna buena historia de por medio?

lunes, 27 de enero de 2014

Shinsekai yori


Aviso: esta entrada contiene pequeños spoilers. No me hago responsable si alguien lo lee sin haber visto la serie.

"¿Realmente cambiamos? Tu, si estás leyendo este texto miles de años desde ahora, conocerás la respuesta. Espero que la respuesta sea sí"                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                          1 de diciembre, 245                                                                                                                         Watanabe Saki 

    Leí hace poco algo que creo que no hacía justicia a esta serie y era alguien que comentaba: "pensaba que Sword art online era la mejor serie de 2012 y me equivocaba, Shinsekai yori era la mejor"... Comparar esta serie con Sword art online, un producto echo para jovencuelos quinceañeros, no creo que fuera lo más adecuado. Dicen que las comparaciones son odiosas. No se si esta lo es, pero desde luego es injusta: no se puede comparar algo que no es nada serio con algo que intenta serlo. Tampoco se si es la mejor serie de animación de 2012 (2013 en realidad, porque en 2012 no estaba terminada)... no veo suficiente anime como para poder decir eso. Lo que sí puedo decir es que una serie que empecé a ver con aburrimiento y sin ninguna esperanza de que dijera algo interesante me ha acabado gustando. ¡Y de qué manera!

   La serie comienza de forma muy poco prometedora con unos chicos en una escuela donde no hacen nada particularmente importante. Eso se prolonga durante un par de capítulos más, exasperantes, y que hacen pensar en más de un momento si continuar viéndola o cerrar el navegador y no volver a mirar nada de esta serie. Afortunadamente tener paciencia en ocasiones es muy útil y en este caso lo fue. Bajo la apariencia inocente de unos niños que juegan se nos va presentando un mundo que ha vivido el colapso de nuestra civilización y que ha visto emerger una nueva. De esa antigua civilización (que se correspondería con la nuestra) todavía quedan ruinas que dan testimonio de su hundimiento. Su caída estuvo relacionada con la aparición de humanos con poderes mentales. Siglos después de esto nacería una sociedad donde solo habría personas con poderes psíquicos. A los habilidades psíquicas las llaman cantus. Junto a estas sociedades encontramos unas criaturas de aspecto grotesco y aparentemente poco inteligentes llamadas bakenezumi. No solo viven apartados de los humanos sino que también se dedican a hacer los trabajos pesados que los humanos no quieren hacer. Hasta aquí ya tenemos un contexto mínimo (decir más sería spoilear...todavía más) para empezar a hablar de algunos aspectos de la serie.


    Si bien considero que lo mejor de la serie es su argumento por la capacidad que han demostrado al narrar algo serio, no puedo por menos que criticar lo mal estructurada que está. La serie podríamos decir que avanza a "trompicones". No es solo que intenten decir demasiado en muy pocos capítulos, es que no hay un tema concreto que permanezca en la serie. El tema principal es inexistente y dependiendo del arco argumental en que estemos puede ser uno u otro. Esto no quiere decir que esté mal narrada o que no tenga sentido... ¡esto tiene que ver con que esta serie ha tenido 9 directores! No he conseguido la lista completa pero aquí dejo los que encontré:


-Naomichi Yamato (caps. 1, 2, 4, 12)
-Hiroaki Kudou (cap. 3)
-Shigeyasu Yamauchi (caps. 5, 10)
-Mamoru Kurosawa (cap. 6)
-Makoto Fuchigami (cap.7)
-Kazuyoshi Yaginuma (cap. 8)
-Yuuta Takamura (cap. 9)
-Tomoya Takahashi (cap. 11)
-Junichi Fujise (cap. 13)





   Es normal que con tantos directores el tema fuera cambiando de cuando en cuando. Pero quizá no sea tan solo por eso: esta serie está basada en una novela distópica que todavía no ha sido traducida a nuestro idioma. Es posible que la mala estructura argumental tenga que ver con una mala adaptación de la novela. No lo se y creo que nos mantendremos con la duda hasta que traduzcan la novela (al menos al inglés). A pesar de lo mal planificada que está la historia no me queda si no aplaudir la cantidad de temas que consiguen tratar de forma interesante: el control social, la sexualidad, las revoluciones políticas, etc. Desde luego no son temas nuevos en nuestras pantallas (ya veíamos estos temas en La naranja mecánica o en El planeta de los simios) pero creo que se merecen aprecio por lo que han intentado.

   Como dije esta es una serie donde hay una gran cantidad de temas interesantísimos, pero hay algo en lo que consiguen despuntar: no juzgan a los personajes o facciones que aparecen. No hay unos buenos y unos malos. Que no se recurra al esquema de "bueno y malo" es algo que se agradece mucho. No hay nada mejor para dar credibilidad a una historia que la ambigüedad moral de sus personajes. Quizá en algún momento este rasgo no esté llevado al extremo (haciéndonos empatizar más con los humanos en la recta final) aún así consiguen remediarlo con un final que te deja sorprendido y que te hace odiar a todo el género humano.


    Creo que con todo lo que he dicho ha quedado más que claro que ha sido una serie que me gustó. Normalmente cuando te gusta algo se lo recomiendas entusiastamente a todo el mundo. Pero esta serie no creo que se la pueda recomendar a todo el mundo. Si tenemos en cuenta que la historia en ocasiones es lenta, irrelevante, que la animación es mala en algunos capítulos, que no hay mucha acción y que hay que leer considerablemente creo que ya le hemos quitado la oportunidad de ser tan aplaudida como Shingeki no Kyojin. Quien tenga en cuenta todo eso y pueda soportarlo creo que va a disfrutar de una buena serie. Una de las mejores que yo haya visto últimamente.

Mi nota: 8

martes, 26 de febrero de 2013

Toshokan Sensou (Library war)


   No sé cuántas veces se ha visto estrellarse una historia de novela al adaptarse a otro medio. Los ejemplos son muchos (el más reciente El hobbit). En este caso no se si se ha producido ese choque pero sí desde luego una falta de previsión. Teniendo en cuenta que las novelas vendieron en su tiempo algo más de dos millones de ejemplares quizá deberían haber sido más ambiciosos con el anime. Pero bueno estoy empezando a opinar sin ni siquiera contar el argumento...

   Si hay algo que ha preocupado a la política siempre más que cualquier otra cosa es el control ideológico. Esa es su "manera" de intentar mantener el "orden". Novelas como Farenheit 451 nos recuerdan el peligro que conlleva el afán de control de algunos estados. Toshokan sensou retoma esa línea y nos sitúa en un Japón en el que el estado toma medidas para implantar una censura. Para ello se crean cuerpos especiales que dedican todos sus esfuerzos a eliminar aquellos libros y materiales que el estado considere "peligrosos" o dañinos para el orden público. La libertad de expresión es permitida... siempre y cuando diga aquello que no moleste a las autoridades. Ante esta perspectivas aquellos que son partidarios de la defensa de la libertad de expresión se alistan en una especie de ejercito que pretende defender las bibliotecas y los museos de las fuerzas del estado. Hasta ahora puede resultar más o menos creíble... Pero la forma de presentarlo se va haciendo más inconsistente conforme se va desarrollando en los capítulos. Voy a intentar explicarme: este ejército clandestino que reclutan y entrenan las bibliotecas (¿desde cuándo las bibliotecas tienen tanto dinero como para poder armar tropas?) son capaces de resistir ataques del estado... un estado que tiene un ejercito no es capaz de hacerse con unas cuantas bibliotecas y museos. Además de eso siempre que salen escenas de alguna biblioteca aparecen personas por ahí andando y mirando tranquilamente libros. Me pregunto cómo alguien podría ir a pasar la tarde en una biblioteca o un museo cuando es consciente de que en cualquier momento puede ser atacada por el estado. Estos agujeros argumentales supongo que tendrán una explicación en los libros pero desde luego en la serie no se intentan rellenar y esto hace que en ocasiones las situaciones puedan parecer absurdas. Pero más grave que los agujeros argumentales es la brevedad de la serie. Nunca me ha molestado la brevedad de una serie. Todo lo contrario. Siempre he pensado que en muy poco tiempo se puede decir mucho y de mejor forma que de manera extensa... Sin embargo la brevedad a esta serie no le sienta bien. Debido a ello los personajes apenas tienen espacio para desarrollarse y que nos impliquemos con ellos. Sin resultar planos y prototípicos no nos encontramos con personajes verdaderamente llamativos, y esto tiene un gran impacto en la historia. En Kimi ni todoke casi todos esperan que suceda lo que acaba sucediendo pero aquí, por ejemplo, no se siente la misma empatía. A su favor tiene que en Library war la relación de los personajes no resulta empalagosa. Además, la relación de Kasahara, el personaje principal, y el teniente no es muy distinta a la que se puede ver en muchas series... pero tiene algo distinto que la hace ligeramente especial. Quizá sea que al vivir en un régimen de vida casi militar las situaciones que se dan entre ellos sean poco normales y más serias. El resto de personajes no tienen nada destacables, pues apenas aparecen.

   Me he dedicado a demoler un poco esta serie pero voy a romper un par de lanzas a su favor. A mi me ha gustado todo: me gustaron los personajes, el dibujo, la historia que cuenta, etc. Podría haberse mejorado mucho y sin duda había materiales para crear una historia seria, pero los responsables del anime parecen no haberse esforzado lo suficiente por dar un producto pulido. Aunque hayan fracasado en muchos puntos me ha quedado un buen recuerdo de la serie y espero ver dentro de poco la película que sacaron. 

Mi nota: 4,5




viernes, 7 de diciembre de 2012

Welcome to NHK

  Me pongo de nuevo frente al teclado para hablaros de una serie que he visto hace poco... Aunque la verdad es que parece que no es necesario escribir sobre una serie de la cual se ha hablado mucho. En muchos blogs circulan reseñas de esta serie en la que cada cual ha ido poniendo sus opiniones y, la verdad, es que me he encontrado muy pocas que fueran negativas. Esto siempre es un buen índice al que atender aunque no siempre. Se pueden escuchar maravillas sobre cosas como Los caballeros del Zodíaco y otros. Pero ese tipo de series son para una edad muy concreta y un público masivo. Hay otro tipo de series más selectivas que se dirigen a un público con unos gustos más definidos. Sí, en Welcome to NHK han tenido claro que no se iba a hablar de grandes batallas y peligros que se ciernen sobre el planeta; no iban a aparecer grandes máquinas que luchan contra monstruos; ni virus ni zombis... No, esta serie tiene unas pretensiones más modestas y no pretende imaginar desastres o cataclismos que amenazan con destruirlo todo. Prefiere contarnos la vida de personas, de individuos de nuestras sociedades. Aquí en concreto se intenta retratar un fenómeno social que está ocurriendo en Japón. ¿Cuál es ese fenómeno? El de aquellos que llaman hikikomori.

   Nuestras sociedades modernas tan multiculturales y agitadas no dan respiro a las personas que las integran. Y cuando los individuos pretende ingresar en esa compleja sociedad a veces se encuentran con el fracaso y con la sensación de que no "encajan" en tal sociedad. El fracaso puede ser tan estrepitoso que hay algunos que deciden no volver a repetirlo. ¿Pero cómo no hacerlo? ¿No es necesario a veces errar para mejorar? Sin embargo unos se obstinan en no volver a fracasar y para ello se encierran en sus casas. Una solución extrema, ¿no creen? Pues bien este tipo de gente entra en sus dormitorios y casas y no salen en largas temporadas. Durante años pueden estar en sus dormitorios esquivando cualquier roce con la sociedad. Mantener conversaciones con la gente o afrontar situaciones cotidianas les resulta imposible. Tanto es así que al final acaban dependiendo completamente de sus familias. Sin salir, sin relaciones, evitando cualquier situación... ¿Qué hacen para no morir de aburrimiento? Normalmente utilizan mucho las nuevas tecnologías y son gamers consumados. El que lea esto puede pensar: "¿Por qué se está poniendo tan pesado con esto?" Pues incido en esto porque como dije esta serie se iba a centrar en personas de nuestra sociedad y da la casualidad que el personaje que escogieron para el papel principal es un hikikomori. Es curiosos, ¿no? Este no es un héroe, no es un personaje corriente, no es alguien con habilidades especiales ni nada de eso. Es lo que consideran un paria en Japón. Desde aquí mismo ya tiene un punto de originalidad: han elegido a un personaje, Tatsuiro Satou, que por su situación es innovador.

   En la vida de este hikikomori se van a dar una serie de encuentros afortunados que le harán reflexionar acerca de su vida y su postura frente a ella. El primero de esos encuentros será con una chica llamada Misa. Esta se fijará en él después de acompañar a su tía al piso de Satou. Cuando su tía presiona ligeramente a Satou, este le dice que es un hikikomori y que le deje en paz, después de lo cual cierra la puerta ruidosamente. La chica, sin embargo, no se olvidará de este momento y tomará la resolución de ayudar a Satou. Las motivaciones que le llevan a querer ayudarlo son más complicadas de las que en un primer momento puedan parecer y están relacionadas con un pasado violento y doloroso. Pero no será este el único encuentro de Satou: dentro de poco se reencontrará con dos personas de su pasado: Yamazaki y una antigua compañera del colegio. Sin embargo será Misa y Yamazaki quienes más importancia tendrán para Satou y los que van a intentar "reinsertarlo" en la sociedad japonesa. No obstante no va a ser una tarea fácil. El camino a la recuperación está lleno de recaídas y fracasos.  El humor servirá para escenificar esto. Las situaciones que se van a ir dando entre estos personajes en muchas ocasiones son muy divertidas, aunque esas situaciones graciosas casi siempre tienen un humor "agriado". ¿Qué quiero decir con agriado? Pues que siempre hay algo de incomodidad en esas ocasiones:  la serie nos muestra situaciones escalofriantes "arropadas" de humor. Por ejemplo cuando Satou sufre algún fracaso cree que este se debe a una conspiración mundial (NHK) tramada para crear hikikomoris. En estos momentos empieza a hilvanar historias imaginativas de cómo ha podido ocurrir el fracaso. Creo que son tan imaginativas que ni los escritores del s. XIX que fumaban opio se las hubieran podido imaginar.

   En esas recaídas siempre tendrá el apoyo de Yamazaki: un personaje entusiasta y alegre que nunca se rinde. Yamazaki iba a la misma escuela que Satou aunque entonces parece que no tuvieron una relación estrecha. Ahora, por el contrario, tendrán una gran amistad, compartiendo victorias y derrotas por igual. Yamazaki que es un gran admirador de los juegos, que pretende crear una compañía de videojuegos,y le propone a Satou hacer uno juntos. Durante este hilo argumental se producirá el desenvolvimiento de los personajes que nos situará en un viaje de 24 capítulos durante el cual vamos a observar el crecimiento de los personajes.Sí. Esta serie es esencialmente una serie de crecimiento de sus personajes en la que nos vamos a enterar de su pasado y de cómo este les persigue hasta el punto de arruinar sus objetivos. Para todos ellos el pasado es una presencia constante: para Yamazaki su situación familiar, para Satou su fracaso universitario y para Misa... tendré que dejarlo en puntos suspensivos para no arruinar nada. Lo que sí me gustaría dejar claro es que los personajes tienen personalidad propia y que no se han creado mediante un "molde".

   ¿Esta bien contada la historia?¿Es adictiva?¿Tiene capítulos chicle? No puedo inclinarme fácilmente a un sí o un no absoluto. Evidentemente la calidad media de los capítulos es bastante buena (en caso contrario no estaría escribiendo), pero hay ocasiones en las los que algunos capítulos (muy pocos) no están bien empleados o sirven para no centrarse en lo que de verdad importa. De estos solo hay unos 6 y aun siendo lo más flojo de la serie están entretenidos. Lo peor sin duda es el final precipitado de la serie que nos deja sin saber muy bien cómo continuarán las cosas. A pesar de sus pequeños defectos me merece una buena opinión porque no solo es innovadora, sino que además nos cuenta muy bien una historia escalofriante.

Mi nota: 8


   

martes, 27 de noviembre de 2012

Mushishi



   He escuchado maravillas acerca del anime del que voy a hablar. Por su precisión en los dibujos, sus historias y su personaje principal esta serie se ha hecho un hueco en el panorama del anime (y del manga) y es conocido por muchos aficionados como un a serie original y de buena calidad para personas hartas de clichés. Peleas, relaciones amorosas complicadas, vida estudiantil... son los temas habituales en la mayoría de los animes. Todo aficionada a la animación acaba cansándose de estos temas habituales y acaba deseando algo que aporte originalidad, un soplo de novedad, de algo que ya no haya visto o que no se mencionada en otra serie. Esas personas están de suerte con esta serie: no trata ningún tema convencional y su personaje no es "calcado" a otros. ¿A qué se debe esta originalidad? Pues, principalmente, a qué ya de partida no entra dentro de género alguno. Tampoco intenta desarrollar un historia lineal y concluyente. De hecho cada capítulo es autoconclusivo. Pero ¿de qué trata?

   La palabra Mushishi viene de unas criaturas que se llaman mushi. Los mushi son pequeñas criaturas con poderes naturales y apenas percibidas por la mayoría de los humanos. La mayoría de estos mushi al interactuar con humanos generan problemas. Alguien debe encargarse de solucionar esos problemas y aquí es donde aparecen los mushishi: personas que se dedican a viajar de un lado hacia otro velando porque en cada lugar haya una relación armoniosa entre los mushi y los humanos. Su objetivo no es eliminar mushi... con poner en equilibrio a humanos y mushi es suficiente (aunque a veces es necesario eliminarlos). La cuestión es que al ser parte de la naturaleza ninguna de ellas debe prevalecer sobre la otra. Lo normal es que no interactúen porque, como se dice en la serie, los mushi están mucho más ligados a la naturaleza que los humanos. Si la naturaleza fuera un cuerpo humano, los humanos estarían en la punta de los dedos, mientras que los mushi en el centro (el ejemplo es de la serie).


  Aquí es donde aparece el personaje principal, Ginco, un mushishi. A él le acompañaremos en sus viaje por todos los lugares y viendo a todo tipo de gente que se ve afectada por estos extraños seres. El punto más flojo de la serie creo que está aquí: acabamos sabiendo de Ginco lo mismo que al principio. No hay ningún esfuerzo en presentarnos al personaje. Solo conocemos al viajero que soluciona problemas... no a la persona ni sus motivaciones. Esto quizá se deba a la estructura de la serie. Normalmente se nos presenta el personaje y una situación y se va desarrollando hasta el punto final. Aquí no ocurre eso. Como todos los capítulos son autoconclusivos, todos ellos repiten la misma estructura: Ginco llega a una tierra donde un mushi genera problemas y soluciona el problema (de forma afortunada o desafortunada). Esto, bajo mi punto de vista, hace que la serie, que podría ser excelente, sea simplemente muy buena. Si la imaginación que se ha desplegado con los mushi y las historia se hubiera empleado también en hacer que los capítulos estuvieran relacionados, el resultado de serie sería formidable. 

    Aun así hay algunas historias que son memorables. Voy a contar algo de alguna de ellas. Una mujer de extraño pelo verde vive junto a un pantano. Cuando Ginco se encuentra con ella le resulta muy interesante ¿Por qué vive en un pantano? La razón es que todos los pantanos tienen vida propia y, cuando llega su hora, se acercan hacia el mar. La mujer acompaña a este pantano hasta el lugar donde morirá. Lo hace porque estando en el pantano se siente completa o "unida" a la naturaleza. Otra historia que me encantó fue la de un niño que, al pintar sobre el papel, dota de vida a lo pintado. Esta  historia, al igual que el resto, son de una gran belleza y nos presentan un mundo fantástico en el que el mundo está "animado", tiene vida , casi parece una especie de panteísmo. En este mundo vivir armoniosamente con la naturaleza es una necesidad, porque tanto los mushi como los humanos pertenecen a ella. Y el fruto de esa armonía puede ser feliz. Esa quizá sea la razón por la que en una de las historias, cuando a una mujer le quitan el mushi esta vuelve a contraerlo porque ella se sentía incompleta sin él. Las historias son bellas y únicas pero el dibujo no se queda atrás. Mejor que hablar de él pongo unas cuanta imágenes:






    Resumiendo diré tan solo que para mi esta serie es para verla muy lentamente. De hecho yo todavía no la terminé. En parte porque, como dije, no nos presenta una historia en la que el personaje sea desarrollado. Esto hace que pierda aliciente y sea predecible: ya sabes que en el capítulo siguiente Ginco hará lo mismo que en los últimos 10 caps. Sin embargo el resultado es notable.

Mi nota: 7

domingo, 14 de octubre de 2012

Serial experiments Lain


   Siempre he opinado que películas como Matrix, que se presentan como algo distinto, no son más que un cocktail lanzado al espectador facilón. Este queda sorprendido con una cantidad impresionante de efectos especiales y peleas y, después, sale del cine pensando que ha visto algo "nuevo". No creo que esa novedad tenga lugar en ese tipo producciones con claros fines comerciales. Y no es solo por esos fines comerciales, sino porque en realidad no tocan nada que no se haya tratado antes. Son un cúmulo de clichés del género agrupados de forma más o menos sencilla a los que se ha añadido acción sin límites para hacerlos atractivos al gran público. Eso que en esas producciones queda como un mero "cliché" en otro tipo de series o películas se trata de forma seria y original. Es el caso de la serie que voy a comentar en esta entrada. En ella se tratan temas del ciberpunk, pero no solo de ese género: el problema de la identidad, de la existencia, de las relaciones entre humanos y máquinas, de la tecnología... el listado podría seguir porque, si algo no se le puede reprochar a los realizadores de esta serie, es que no hayan sido atrevidos a la hora de tocar temas de forma seria. Son tres los temas que mencionaré: 1) la relación entre las máquinas y el hombre, 2) la evolución y 3) el problema de la identidad

   Serial experiments Lain comienza de forma intrigante: con el suicidio de una chica de la que nada sabemos en un principio. Esto causará revuelo en su escuela, sobre todo por los rumores que circulan. Partes de los rumores dicen que estudiantes de la escuela han recibido mensajes en sus correos después de la muerte de ella. Lain, una de las estudiantes de la escuela, que escucha esto mira su correo por curiosidad y descubre que tiene un e-mail de la fallecida. El contenido del mensaje hará que tenga un interés creciente por la red. Adquiere una computadora de última generación y empieza a conectarse casi todo el día, dejando las relaciones de amistad y el contacto con las personas atrás. Durante toda la serie veremos el continuo proceso en el que se va sumergiendo, cada vez más lejos del mundo que nos rodea. Llega a estar tan unida a la red que se convence de que este es el verdadero mundo y que el que nos rodea es tan solo uno subordinado. Aquí tenemos uno de los puntos centrales de la serie (que no es tan solo la dificultad de establecer qué es real en un mundo en el que cada vez tenemos más contacto con imágenes y computadoras, y menos con la realidad): la relación, cada vez mayor, entre las máquinas y los seres humanos y el cambio que esto puede operar en nuestra visión de la realidad. Conforme van pasando los capítulos vemos cómo va desarrollándose ese tema: Lain se refugia cada vez con mayor frecuencia en las redes. El padre de Lain que ve esto y que apoya lo que está haciendo, entabla una conversación  reveladora con ella:

"Padre_ Parece que tú y la red se están se están empezando a ver bien ahora 
Lain_ Sí 
Padre_ Déjame darte un pequeño consejo. A pesar de todo lo que se diga, la red es solo un medio para las comunicaciones y la transferencia de información. No debes de confundirlo con el mundo real. ¿Lo entiendes?
          Lain_ Estás equivocado. El borde entre los dos mundos no es del todo claro. Pronto tendré la        habilidad para entrar. En todo rango. En toda emoción. Me trasladaré dentro de la red."



   En otro momento de la serie se lanza otro comentario de interés:
   "Es razonable el ver a la red como como un plano superior al mundo real. En otras palabras, la realidad física no es nada excepto un holograma de la información que fluye a través de la red."
   ¿Qué es más real: nuestro mundo o el de la red?  Habrá quienes apoyen uno u otro y será en ese momento cuando resulta que hay una lucha entre dos facciones: los que creen que la red es la realidad superior y los que dicen que no, que el mundo que nos rodea es el verdadero. Lain se verá envuelta en medio de estas fuerzas y jugará un importante papel.

   Habrá dos temas más, de los mucho que trata, que mencionaré. Uno de ellos es la idea de que la evolución del hombre se encuentra unida a la tecnología. Darwin decía que la evolución se producía cuando un ser vivo se adapta a un lugar. Sus órganos se perfeccionan y cada vez puede sobrevivir mejor, más adaptado. Pero claro, da la casualidad de que los hombres no nos adaptamos al medio, sino que por el contrario lo adaptamos. ¿Cómo se puede dar la evolución en nosotros entonces? Con la tecnología. No es una respuesta nueva porque en "Ghost in the sell" planteaban algo parecido (si no recuerdo mal la película), pero aquí se plantea de un modo distinto...  Al mismo tiempo que se van planteando los temas, la protagonista tendrá que intentar responder a una pregunta: ¿quién es ella? Es aquí donde se enfrenta al problema de la identidad que irá desarrollándose capítulo tras capítulo. La respuesta a esa pregunta será muy importante ya que ésta será lo que determine el curso final de la serie.

   El camino que tiene que recorrer Lain teniendo todo esto a cuestas no es pequeño y además nadie le ayudará. Solo una persona de las que conoce será amable con ella. Exceptuando a esa persona la vida de Lain es un continuado silencio que sirve para mostrarnos  su soledad constante: en su familia no hay lazos afectivos. Su padre solo se ocupa de proporcionarles lo que necesitan y su madre tiene una relación muy fría con su hija. Incluso la relación de los padres carece de afecto alguno. La familia de Lain es reflejo de muchas familias de nuestro tiempo y no es por casualidad. Hay una crítica implícita en la serie a la falta de unión entre las personas de nuestro tiempo.

   ¡Y todo esto lo dice una serie de 1998! Más que antigua es una serie muy actual, y su dibujo no molesta. A mi me resultó agradable, aunque en algunos momentos puede desconcertar con sus imágenes. Hay momentos complicados y la ausencia de diálogo en ciertas situaciones hace que algunos tramos sean difíciles de entender... Está claro que la serie no está dirigida a un público adolescente o poco selectivo. Pero esto más que un defecto es una de sus grandezas porque ofrece algo que no es lo "normal". Hacía tiempo que no veía una serie que me pareciera interesante de verdad. Hay historias absorbentes y apasionantes. Esta es una de ellas. Quizá no sea para todo el mundo pero lo que está claro es que trata temas muy interesantes.

Mi nota: 9



domingo, 7 de octubre de 2012

Suzumiya Haruhi


 Hace muy poco que he terminado de ver esta serie y he pensado que, aunque haya muchísimos comentarios en blogs mejores que el que voy a hacer, esta serie se merecía que le dedicara unas líneas aquí. De hecho no hace ni unos minutos desde que he terminado de ver el último capitulo de esta serie que me ha resultado fascinante, desordenada y caótica al mismo tiempo. Fascinante, porque trata temas que me han parecido muy interesantes y que hacen que una historia, en principio sin nada destacable, acabe tratando asuntos muy serios; desordenada, porque en mi ignorancia vi primero la película y, además, cuando empecé a ver la serie me di cuenta que esta estaba desordenada; y caótica debido a que el ritmo y y los temas no están tratados de forma regular. ¿Qué es lo quiero decir con lo de que no están tratados de forma regular? Pues quiero decir que hay capítulos muy buenos y otros que son chicle y que solo sirven para hacer un relleno vacío. Alguien podría decirme que al haber visto de esta forma la serie sería más prudente hablar de ella después de verla más tranquilamente. No sería mala idea esta... Pero entonces no sería la opinión espontánea que quiero plasmar en estas líneas. 

    La historia de Suzumiya Haruhi viene a contarnos la vida de una joven estudiante a la que no le gusta la vida cotidiana que lleva. La rutina y la falta de encanto de este mundo no le ofrecen nada que le emocione. El mundo es para ella un lugar donde no ocurre nada extraño y es por eso que ella es una entusiasta de todo aquello  que sea anormal. Su pasión son los fenómenos paranormales, las historias misteriosas, los viajes en el tiempo... Resumiendo, todo aquello que evidencia que el mundo que nos rodea no es sencillo y que está dominado por una serie de fuerzas que no conocemos. Hasta ahora esto no presenta nada extraño. En muchas series nos encontramos con estos personajes, con su frustración y con su vida estudiantil. Pero como suele pasar normalmente llega un punto en que la normalidad que al principio había acaba reservándonos sorpresas. Cuando empecé a ver los primeros capítulos tenía cierta descofianza y no me terminaba de llenar, pero solo me hizo falta unos episodios para quedar enganchado. Una vez que la historia cotidiana pasa a un segundo plano nos encontramos con que Suzumiya no es una chica normal. Tiene un poder que le permite hacer todo lo que quiera. Este poder no es uno de esos poderes que vemos en las películas de superhéroes. No. Lo que ella puede hacer es bien distinto y mucho más peligroso (y más interesante): tiene la capacidad de hacer y deshacer lo que ella quiera. En otras palabras: es casi un "dios" que crea y destruye. Sin embargo no es consciente de esa habilidad que posee y solo hace esas cosas de forma subconsciente, a través de sus deseos y de sus sueños. Al suceder esto resulta que ella, que siempre había deseado que existieran extraterrestres, cyborgs y viajeros en el tiempo, se ve rodeada por ellos en su vida cotidiana sin saber nada. Sin embargo esos cyborgs y viajeros en el tiempo saben cuál es el poder de Suzumiya. Preocupados por eso deciden estar cerca de ella para acompañarla y procurar hacerle la vida más divertida porque, si ella dejara de desear vivir en el mundo, el mundo podría dejar de existir y ella podría crear uno nuevo, completamente distinto, que le sea más divertido.







   No quiero dar la impresión de que la serie es seria y complicada. Nada de eso. Las dos temporadas ofrecen multitud de ocasiones muy divertidas en las que Suzumiya hace todas aquellas extravagancias que le apetecen. Kyon es el personaje que nos va ir contando todas esas extravagancias y es el contrapunto ideal de Suzumiya. Digo que es el contrapunto perfecto porque esta pareja nos ofrece un montón de situaciones divertidas gracias a sus caracteres distintos: Suzumiya es impulsiva, creativa y no ve impedimentos en nada, mientras que Kyon siempre es escéptico con lo que dice ella. Mientras que ella está constantemente haciendo planes sobre lo que van a hacer ella y sus amigos (sin contar con la opinión de ellos xd), Kyon pone objeciones e intenta escaparse. No voy a hablar demasiado de los personajes porque entonces les destrozaría bastantes sorpresas (más de las que ya he podido destrozar). Aunque no voy a resistirme a hablar un poco de mi personaje favorito de la serie: Yuki Nagato.





   Este personaje es el que menos protagonismo tiene en la serie. Pero por eso mismo es el más misterioso y atractivo para mi. Aunque todos los que rodean a Suzumiya son personajes interesantes y conocen la situación muy bien, ella es la que mejor sabe qué es lo que está pasando y qué es lo que podría pasar. Sin embargo su silencio hace que durante la serie no sepamos qué es lo que pasa por su mente. Esta actitud silenciosa  que no desvela nada nos va a dar una sorpresa en la serie y en la película ¿Por qué? Pues porque ella es la que experimenta el mayor cambio durante los capítulos: pasa de ser alguien ("o algo"... el que haya visto la serie sabe por qué digo esto) sin sentimientos a ser introvertida y a tener deseos. Su timidez y su pasión por la lectura me resulta encantadora.

    Resumiendo diré (para no extenderme más) que Suzumiya Haruhi es una serie con una temática apasionante, con un buen dibujo y muchas situaciones graciosas que nos harán la serie muy entretenida. Si tuviese que ponerle un "pero" sería que no han sido constantes en la calidad de los capítulos, y mientras unos son muy buenos y te dejan con buen sabor de boca, otros son auténtico relleno que aburre. Es el ejemplo de la serie de capítulos titulada "Agosto infinito". La idea es buenísima pero la manera en que la tratan se acaba convirtiendo en puro chicle. A pesar de esto yo recomendaría la serie a cualquier persona.

Mi nota: 6