domingo, 12 de abril de 2020

Frases ilustres de Nicolás Gómez Dávila (1913-1994)


 “Nunca podemos contar con el que no se mira a sí mismo con mirada de entomólogo”.

“La medida del éxito o el fracaso de la existencia es únicamente interior”.

“Verdadero aristócrata es el que tiene vida interior. Cualquiera que sea su origen, su rango o su fortuna”.

“Gastamos una vida en comprender lo que un extraño comprende de un vistazo: que somos tan insignificantes como los demás”.

“El suicidio más acostumbrado en nuestro tiempo consiste en pegarse un balazo en el alma”.

“El proletariado no detesta a la burguesía sino la dificultad económica de imitarla”.


“Madurar no consiste en renunciar a nuestros anhelos, sino en admitir que el mundo no está obligado a colmarlos”.

“La muerte de Dios es opinión interesante, pero que no afecta a Dios”.

“La sociedad moderna no aventaja a las sociedades pretéritas sino en dos cosas: la vulgaridad y la técnica”.

“Toda civilización es un diálogo con la muerte”.

“No hay que esperar nada de nadie, ni desdeñar nada de nadie”

“Cada día resulta más fácil saber lo que debemos despreciar: lo que el moderno admira y el periodista elogia”.

“Lo que despierta nuestra antipatía es siempre una carencia”.

“De los seres que amamos su existencia nos basta”.

“El imbécil no descubre la radical miseria de nuestra condición sino cuando está enfermo, pobre o viejo”.

“Ideario del hombre moderno: comprar el mayor número de objetos; hacer el mayor número de viajes; copular el mayor número de veces”.

“Nadie carece totalmente de cualidades capaces de despertar nuestro respeto, nuestra admiración o nuestra envidia. Quien parezca incapaz de darnos ejemplo ha sido negligentemente observado”.

“La capacidad de sobrevivir en determinadas condiciones es prueba de inferioridad del que lo logra”.

“Que ‘rutinario’ sea hoy un insulto comprueba nuestra ignorancia en el arte de vivir”.

“La promiscuidad sexual es la propina con la que la sociedad aquieta a sus esclavos”.

“El tiempo es menos temible porque mata que porque desenmascara”.

“Por mezquina y pobre que sea, toda vida tiene instantes dignos de eternidad”.

“Sólo las letras antiguas curan la sarna moderna”.

“La vulgaridad consiste en pretender ser lo que no somos”.

“En un siglo en el que los medios de publicidad divulgan infinitas tonterías, el ser culto no se define por lo que se sabe sino por lo que se ignora”.

“A ninguno se nos dificulta amar al prójimo que nos parece inferior. Pero amar al que sabemos superior es otra cosa”.
“El místico es el único ambicioso serio”.

“La perfección es el punto donde coinciden lo que podemos hacer y lo que queremos hacer con lo que debemos hacer”.

“El alma crece hacia adentro”.

“Ningún trabajo deshonra, pero todos degradan”.

“Para volverse persona el individuo necesita que exista una norma rígida y, a la vez, que su cumplimiento sea libre. Donde no exista norma rígida el individuo se vuelve masa tan fácilmente como donde su cumplimiento no es libre”.
“La única ejecutoria de nobleza, en nuestro tiempo, es la derrota”.
“El moderno nunca se siente tan personal como cuando hace lo mismo que todos”.
“Tan sólo entre amigos no hay rangos”.
“De los modernos sucedáneos de la religión probablemente el menos abyecto es el vicio”.
“Escribir sería fácil si la misma frase no pareciera, alternativamente, según el día y la hora, mediocre y excelente”.
“Frente a tanto intelectual soso, a tanto artista sin talento, a tanto revolucionario estereotipado, un burgués sin pretensiones parece una estatua griega”.
“El episodio más patético es el de la indiferencia con que la mera juventud mira a la vejez más ilustre”.
“La ausencia de vida contemplativa convierte la vida activa de una sociedad en un tumulto de ratas pestilentes”.
“La sabiduría de este siglo se reduce a observar el mundo con la mirada amarga y sucia de un adolescente depravado”.
“Una verdad confusa vale menos que un error lúcido”.
“Envejecer es catástrofe del cuerpo que nuestra cobardía convierte en catástrofe del alma”.
“El pueblo no elige a quien lo cura, sino a quien lo droga”.
“Todo el mundo se siente superior a lo que hace, porque se cree superior a lo que es. Nadie cree ser lo poco que es en realidad”.
“‘Humano’ es el adjetivo que sirve para disculpar cualquier vileza”.
“Tedio es el antónimo de soledad”.
“Mientras nos aplaudan no hemos dejado atrás las evidencias vulgares”.
“Cuando todos quieren ser algo sólo es decente no ser nada”.
“Sólo hemos visto un urbanista genial: el tiempo”.
“No hay victoria espiritual que no sea necesario ganar cada día nuevamente”.
“Los clásicos griegos y la Biblia, leídos lentamente, con minuciosa atención, bastan para enseñarnos lo que la humanidad sabe de ella misma”.
“Haber estado enamorado basta para refutar todo realismo epistemológico”.

“Para el hombre moderno las catástrofes no son enseñanzas, sino insolencias del universo”.

“El mundo moderno no será castigado. Es el castigo”.



No hay comentarios:

Publicar un comentario